Colombia dialoga después de elecciones

Mamphela Ramphele nació en una provincia pobre de Sudáfrica. Estudió en un colegio donde los estudiantes negros no podían darles la mano a los profesores blancos, y unos y otros entraban a la iglesia por puertas distintas. Mamphela habla pausado. “Siempre parece imposible hasta que se hace”, dice recordando a su amigo Nelson Mandela, con quien luchó de la mano para darle fin al Apartheid que segregó su país hasta mediados de los 90. Refiere la frase antes de decir que ojalá podamos detenernos y mirarnos a los ojos después de las elecciones políticas. Está convencida y nos alienta a que, sea quien sea el presidente, busquemos acuerdos y caminos para seguir dialogando y construyendo desde diferentes modelos de país.

(Vea también: "Colombia debe escucharse y reconocerse": Alfredo Zamudio)

Mamphela estuvo en Bogotá, en un evento sobre Diálogos de Opuestos*, en el que participaron otros expertos, internacionales y nacionales, en mediación y resolución de conflictos, así como integrantes de los equipos de Iván Duque y Gustavo Petro. Un encuentro que a nadie le cabía en la cabeza en estos tiempos en que los temas políticos han dividido familias y amigos. Durante semanas nos hemos mirado con prevención o antipatía cuando confirmamos que el interlocutor es del bando político contrario al que defendemos. Semanas de insultos y agravios.

¿Cómo volver a conversar? ¿Cómo acercar visiones políticas que parecen tan distantes, pero juntas representan el país que somos? Colombia2020 de El Espectador buscó interpelar sobre estos asuntos a varios políticos de las dos campañas enfrentadas, así como al presidente de la Comisión de la Verdad, padre Francisco de Roux, y a otros expertos internacionales que han mediado en conflictos armados y políticos del mundo. Sus respuestas son la muestra de que sí es posible imaginar un país de consensos sobre lo esencial.

(Le puede interesar: “Toda Colombia necesita aprender a dialogar”: John Paul Lederach)

"Las mujeres hemos sido reserva ética en la guerra y lo estamos siendo en este asomo de paz. La disposición del diálogo es total. Colombia nos exige un diálogo fundamental, donde quepan todos y todas. Estamos en una confrontación agónica con los uribistas, no de enemigos sino de adversarios. Hay que seguir tejiendo".

"El día después de las elecciones tenemos que seguir trabajando para conseguir que se dejen atrás los odios, las divisiones y fracturas innecesarias. Ese día tendremos que seguir trabajando en favor de las víctimas y debemos trabajar entre todos, entre los que votaron por Petro, los que votaron por Fajardo o De la Calle".

"Lo único que nos puede liberar de la polarización hoy en día es mirar el dolor del ser humano en Colombia. Nos hemos destruido unos a otros, nos hemos roto, nos hemos desbaratado y la única solución es que miremos el dolor de nuestras víctimas y desde ahí construyamos juntos el país que nos merecemos".

"Estamos en una transición política, por el cambio de Gobierno, una transición histórica porque estamos dejando atrás un conflicto. Es momento de que empecemos a abordar todas esas diferencias a través del diálogo entre opuestos. Tenemos que reunirnos, pero no yo con yo, sino yo con los que piensan distinto, para encontrar acuerdos en esas diferencias".

"Gane quien gane pongamos de primero en los objetivos de lo que se viene construir reconciliación. Hemos hecho ya un enorme esfuerzo en firmar un acuerdo de paz y debemos seguir avanzando. Sin negar la evidencia de que hay propuestas de políticas públicas muy distintas, pero encontrar un camino para acercarnos y construir unos acuerdos mínimos".

"Para los petristas y para los que no son petristas y están mucho más a la izquierda de Petro: todos somos colombianos, todos cabemos. Aquí hay oportunidades para todos y así como consideramos que ellos merecen respeto esperamos respeto de ellos. Esa es la palabra que nos puede ayudar a tener una mirada conjunta de futuro, así tengamos diferentes perspectivas".

"Me tocó vivir 26 larguísimos años en el exilio y eso es una vida de nostalgias y de sentimientos encontrados. No es eso lo que vivimos hoy. Tenemos derecho a vivir aquí así seamos contrarios a un orden que no compartimos, porque la democracia es pluralidad, diversidad y diferencias. Y el arte es convivir y trabajar por eso. A eso le apuesto, sea quien sea el Presidente".

"Una vez termine la campaña electoral y se superen las fricciones políticas se debe tratar de construir un gran acuerdo nacional donde todos los temas tengan espacio: paz, justicia, economía, protección de recursos naturales, minorías. Sea quien sea el Presidente será un gobierno democrático. Hay gente dentro del petrismo que entiende las preocupaciones del país y eso coincide con otras fuerzas de este lado".

"Tenemos que superar los miedos a dialogar y a encontrarnos y buscar esos ejes que nos unen y no solo esas historias e ideas que nos han puesto en polos diferentes. Tenemos concepciones de país distintas, dolores distintos, sueños distintos, pero necesitamos recuperar ese diálogo intergeneracional que se rompió. Es posible, desde el amor, desde el dolor, desde los sueños comunes, construir el país que nos merecemos ustedes y nosotros".

"Yo aliento a Colombia para que redescubran la humanidad de cada uno. A pesar de las diferencias ustedes comparten un país hermoso y deben enfocarse en reimaginarlo en paz y próspero. Con ese foco, en el futuro, ustedes podrán ser capaces de cruzar esta división de rabia".

“Después de haber sentido mucho dolor, existe una forma de iniciar el próximo día. Tender la mano abierta. Si Colombia decide estirar la mano y decir: estamos en desacuerdo pero hagamos el intento de seguir conversando, eso es un nuevo comienzo, pase lo que pase en las elecciones”.

“La polarización simplifica los mensajes y la realidad, pero cuando los mismos políticos tienen que lidiar con los aspectos concretos de la vida nacional esa simplificación no sirve más. Tenemos que ser realistas, comenzar a escuchar, comenzar a abrirnos a las distintas opiniones y aceptar vivir en la pluralidad, porque para navegar en la complejidad del futuro nos necesitamos todos”.

Mamphela Ramphele nació en una provincia pobre de Sudáfrica. Estudió en un colegio donde los estudiantes negros no podían darles la mano a los profesores blancos, y unos y otros entraban a la iglesia por puertas distintas. Mamphela habla pausado. “Siempre parece imposible hasta que se hace”, dice recordando a su amigo Nelson Mandela, con quien luchó de la mano para darle fin al Apartheid que segregó su país hasta mediados de los 90. Refiere la frase antes de decir que ojalá podamos detenernos y mirarnos a los ojos después de las elecciones políticas. Está convencida y nos alienta a que, sea quien sea el presidente, busquemos acuerdos y caminos para seguir dialogando y construyendo desde diferentes modelos de país.

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Mamphela estuvo en Bogotá, en un evento sobre Diálogos de Opuestos*, en el que participaron otros expertos, internacionales y nacionales, en mediación y resolución de conflictos, así como integrantes de los equipos de Iván Duque y Gustavo Petro. Un encuentro que a nadie le cabía en la cabeza en estos tiempos en que los temas políticos han dividido familias y amigos. Durante semanas nos hemos mirado con prevención o antipatía cuando confirmamos que el interlocutor es del bando político contrario al que defendemos. Semanas de insultos y agravios.

¿Cómo volver a conversar? ¿Cómo acercar visiones políticas que parecen tan distantes, pero juntas representan el país que somos? Colombia2020 de El Espectador buscó interpelar sobre estos asuntos a varios políticos de las dos campañas enfrentadas, así como al presidente de la Comisión de la Verdad, padre Francisco de Roux, y a otros expertos internacionales que han mediado en conflictos armados y políticos del mundo. Sus respuestas son la muestra de que sí es posible imaginar un país de consensos sobre lo esencial.

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"Las mujeres hemos sido reserva ética en la guerra y lo estamos siendo en este asomo de paz. La disposición del diálogo es total. Colombia nos exige un diálogo fundamental, donde quepan todos y todas. Estamos en una confrontación agónica con los uribistas, no de enemigos sino de adversarios. Hay que seguir tejiendo".

"El día después de las elecciones tenemos que seguir trabajando para conseguir que se dejen atrás los odios, las divisiones y fracturas innecesarias. Ese día tendremos que seguir trabajando en favor de las víctimas y debemos trabajar entre todos, entre los que votaron por Petro, los que votaron por Fajardo o De la Calle".

"Lo único que nos puede liberar de la polarización hoy en día es mirar el dolor del ser humano en Colombia. Nos hemos destruido unos a otros, nos hemos roto, nos hemos desbaratado y la única solución es que miremos el dolor de nuestras víctimas y desde ahí construyamos juntos el país que nos merecemos".

"Estamos en una transición política, por el cambio de Gobierno, una transición histórica porque estamos dejando atrás un conflicto. Es momento de que empecemos a abordar todas esas diferencias a través del diálogo entre opuestos. Tenemos que reunirnos, pero no yo con yo, sino yo con los que piensan distinto, para encontrar acuerdos en esas diferencias".

"Gane quien gane pongamos de primero en los objetivos de lo que se viene construir reconciliación. Hemos hecho ya un enorme esfuerzo en firmar un acuerdo de paz y debemos seguir avanzando. Sin negar la evidencia de que hay propuestas de políticas públicas muy distintas, pero encontrar un camino para acercarnos y construir unos acuerdos mínimos".

"Para los petristas y para los que no son petristas y están mucho más a la izquierda de Petro: todos somos colombianos, todos cabemos. Aquí hay oportunidades para todos y así como consideramos que ellos merecen respeto esperamos respeto de ellos. Esa es la palabra que nos puede ayudar a tener una mirada conjunta de futuro, así tengamos diferentes perspectivas".

"Me tocó vivir 26 larguísimos años en el exilio y eso es una vida de nostalgias y de sentimientos encontrados. No es eso lo que vivimos hoy. Tenemos derecho a vivir aquí así seamos contrarios a un orden que no compartimos, porque la democracia es pluralidad, diversidad y diferencias. Y el arte es convivir y trabajar por eso. A eso le apuesto, sea quien sea el Presidente".

"Una vez termine la campaña electoral y se superen las fricciones políticas se debe tratar de construir un gran acuerdo nacional donde todos los temas tengan espacio: paz, justicia, economía, protección de recursos naturales, minorías. Sea quien sea el Presidente será un gobierno democrático. Hay gente dentro del petrismo que entiende las preocupaciones del país y eso coincide con otras fuerzas de este lado".

"Tenemos que superar los miedos a dialogar y a encontrarnos y buscar esos ejes que nos unen y no solo esas historias e ideas que nos han puesto en polos diferentes. Tenemos concepciones de país distintas, dolores distintos, sueños distintos, pero necesitamos recuperar ese diálogo intergeneracional que se rompió. Es posible, desde el amor, desde el dolor, desde los sueños comunes, construir el país que nos merecemos ustedes y nosotros".

"Yo aliento a Colombia para que redescubran la humanidad de cada uno. A pesar de las diferencias ustedes comparten un país hermoso y deben enfocarse en reimaginarlo en paz y próspero. Con ese foco, en el futuro, ustedes podrán ser capaces de cruzar esta división de rabia".

“Después de haber sentido mucho dolor, existe una forma de iniciar el próximo día. Tender la mano abierta. Si Colombia decide estirar la mano y decir: estamos en desacuerdo pero hagamos el intento de seguir conversando, eso es un nuevo comienzo, pase lo que pase en las elecciones”.

“La polarización simplifica los mensajes y la realidad, pero cuando los mismos políticos tienen que lidiar con los aspectos concretos de la vida nacional esa simplificación no sirve más. Tenemos que ser realistas, comenzar a escuchar, comenzar a abrirnos a las distintas opiniones y aceptar vivir en la pluralidad, porque para navegar en la complejidad del futuro nos necesitamos todos”.