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                                                                                                                              Condenan al Estado por masacre de las Farc en El Prodigio

                                                                                                                              Dieciséis años después de la masacre que cobró la vida de cuatro campesinos de ese corregimiento de San Luis, Antioquia, el Consejo de Estado condenó a la Nación por no garantizar protección a sus habitantes.

                                                                                                                              Yorley Ruiz M

                                                                                                                              Las víctimas piden mayor presencia de las autoridades. / Archivo - El Espectador
                                                                                                                              Foto: EFE - Christian Escobar Mora

                                                                                                                              Eran alrededor de las 3 de la mañana cuando tocaron la puerta. En la casa todos dormían y un disparo quebró el silencio. Miembros de las Farc sacaron por la fuerza a don Elías de Jesús Quinchía, un ganadero del corregimiento El Prodigio, del municipio de San Luis, Antioquia, y lo asesinaron en presencia de su familia y otras personas que se refugiaban en aquella casa de concreto que, para ese entonces, era de las pocas en la región fabricadas con dicho material.

                                                                                                                              Le puede interesar: "Las familias que recuerdan a las víctimas de la masacre de Los Guáimaros"

                                                                                                                              Ese amanecer del 27 de abril de 2001, Alejandra Quinchía, de 7 años, hija de la víctima, quedó huérfana. El día la saludaba con la soledad y le recordaba la partida de su madre tiempo atrás. El terror enmudecía los labios. Los presentes, al ver el cadáver de don Elías allí tendido, imaginaban cuál podría ser su suerte.

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              También le puede interesar: Masacres, un capítulo indispensable en la memoria histórica del país

                                                                                                                              Durante seis años, El Prodigio se convirtió en un centro estratégico de operaciones del frente Isaza Héroes de El Prodigio, al mando de Ramón Isaza, alias el Viejo –libre desde febrero de 2016 por cumplir la pena alternativa de Justicia y Paz–. Según registros de la Fiscalía, la organización criminal tuvo control territorial en los municipios de Puerto Nare y San Luis en Antioquia, y los municipios de Samaná, Manzanares, Marquetalia y Victoria, en Caldas.

                                                                                                                              En la zona también hacían presencia los frentes 42 y 9 de las Farc. Los enfrentamientos de estos dos grupos sembraron terror y muerte y dejaron a sus habitantes en medio de las balas, ataques y bombardeos entre unos y otros y contra la Fuerza Pública.

                                                                                                                              Precisamente abril de 2001, es una fecha que no se borra para los Quinchía. Los minutos resultaron eternos, no hubo tiempo de un adiós, salieron de la casa dejando atrás el cuerpo insepulto, arriados por las armas, por los gritos, en presencia de los vecinos; los hicieron caminar una cuadra hasta la cancha del corregimiento.

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              El Ejército se opuso a las pretensiones de la demanda y solicitó que se le exonerara de la responsabilidad, pues el crimen fue cometido por un tercero al margen de la ley. Aunque reconoció que era su deber cuidar de la población, indicó que no contaba para entonces con los recursos económicos y técnicos ni con el personal suficiente para proteger a cada uno de los habitantes del país.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              La disputa por esta tierra era clara, porque era un lugar estratégico: “Su ubicación geográfica lo convierte en la puerta de entrada al Magdalena Medio, al conectar fácilmente los municipios del oriente antioqueño con Puerto Nare, Antioquia, y de ahí con Barrancabermeja, ciudad atractiva para cualquier grupo armado al margen de la ley. Asimismo, quien quisiera movilizarse desde el suroriente de Antioquia con el nordeste del departamento debía pasar por allí”, señala el fallo.

                                                                                                                              El proceso jurídico

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El Consejo de Estado condenó a la Nación en favor de las víctimas y declaró que “si bien fueron terceros al margen de la ley quienes dieron muerte a los familiares, tal hecho no exime de responsabilidad al Ejército Nacional, pues lo cierto es que éste omitió los deberes de vigilancia, control y protección de la vida y bienes de los habitantes del corregimiento de El Prodigio, no obstante que tenía conocimiento de las intenciones de las Farc de tomarse de nuevo la población, de modo que se encuentra comprometida su responsabilidad, a título falla del servicio por omisión, por lo que deberá resarcir los perjuicios causados”.

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Las víctimas piden mayor presencia de las autoridades. / Archivo - El Espectador
                                                                                                                              Foto: EFE - Christian Escobar Mora

                                                                                                                              Eran alrededor de las 3 de la mañana cuando tocaron la puerta. En la casa todos dormían y un disparo quebró el silencio. Miembros de las Farc sacaron por la fuerza a don Elías de Jesús Quinchía, un ganadero del corregimiento El Prodigio, del municipio de San Luis, Antioquia, y lo asesinaron en presencia de su familia y otras personas que se refugiaban en aquella casa de concreto que, para ese entonces, era de las pocas en la región fabricadas con dicho material.

                                                                                                                              Le puede interesar: "Las familias que recuerdan a las víctimas de la masacre de Los Guáimaros"

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                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              También le puede interesar: Masacres, un capítulo indispensable en la memoria histórica del país

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                                                                                                                              En la zona también hacían presencia los frentes 42 y 9 de las Farc. Los enfrentamientos de estos dos grupos sembraron terror y muerte y dejaron a sus habitantes en medio de las balas, ataques y bombardeos entre unos y otros y contra la Fuerza Pública.

                                                                                                                              Precisamente abril de 2001, es una fecha que no se borra para los Quinchía. Los minutos resultaron eternos, no hubo tiempo de un adiós, salieron de la casa dejando atrás el cuerpo insepulto, arriados por las armas, por los gritos, en presencia de los vecinos; los hicieron caminar una cuadra hasta la cancha del corregimiento.

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Cuando llegaron “las escaleras”, como acostumbran llamarle a este medio de transporte, el temor de que algo ocurriera a sus espaldas mientras se subían al camión agilizó sus pasos. Metieron los cadáveres rápidamente en la parte trasera y se desplazaron hasta el municipio aledaño. El recorrido duró alrededor de dos horas. Al llegar, sin poderle dar sepultura sino hasta el día siguiente, dejaron los cadáveres en el cementerio. El 25 de abril de 2003, dos años después, las tres familias que habían perdido a sus seres queridos se unieron: “Como todas éramos del mismo territorio, habíamos pasado lo mismo, entonces estuvimos de acuerdo en instaurar la demanda contra el Estado”, explica Alejandra Quinchía, quien dice que no lo hicieron antes por “montañeros”, pues no sabían que tenían ese derecho, ni creían que pudieran ganar. En la demanda cuentan que, al mes de la primera toma, 22 de abril del 2001, escucharon varios disparos; los cortes de energía comenzaron a hacerse intermitentes y los campesinos que trabajaban en veredas aledañas alertaron de la presencia de la guerrilla. Como respuesta a los señalamientos de la comunidad, tropas del Ejército adscritas al Batallón Bárbula de Puerto Boyacá, comandadas por un capitán de apellido López, fue el 25 de ese mes en la noche, dos días antes de la toma, a escuchar a la población.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Agregaron además, que los uniformados afirmaron haber patrullado la zona y no haber notado algo sospechoso, por lo que les dijeron a las familias que no era necesario que salieran de sus casas ni se alarmaran, y les aseguraron que estarían vigilantes ante cualquier situación. A pesar de la promesa de protección, esa madrugada, del 27 de abril de 2001, el Ejército abandonó el sector y dejó solos a los habitantes del corregimiento El Prodigio, situación que aprovecharon frentes 9 y 27 de las Farc para irrumpir en la población.

                                                                                                                              El Ejército se opuso a las pretensiones de la demanda y solicitó que se le exonerara de la responsabilidad, pues el crimen fue cometido por un tercero al margen de la ley. Aunque reconoció que era su deber cuidar de la población, indicó que no contaba para entonces con los recursos económicos y técnicos ni con el personal suficiente para proteger a cada uno de los habitantes del país.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              La disputa por esta tierra era clara, porque era un lugar estratégico: “Su ubicación geográfica lo convierte en la puerta de entrada al Magdalena Medio, al conectar fácilmente los municipios del oriente antioqueño con Puerto Nare, Antioquia, y de ahí con Barrancabermeja, ciudad atractiva para cualquier grupo armado al margen de la ley. Asimismo, quien quisiera movilizarse desde el suroriente de Antioquia con el nordeste del departamento debía pasar por allí”, señala el fallo.

                                                                                                                              El proceso jurídico

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El Consejo de Estado condenó a la Nación en favor de las víctimas y declaró que “si bien fueron terceros al margen de la ley quienes dieron muerte a los familiares, tal hecho no exime de responsabilidad al Ejército Nacional, pues lo cierto es que éste omitió los deberes de vigilancia, control y protección de la vida y bienes de los habitantes del corregimiento de El Prodigio, no obstante que tenía conocimiento de las intenciones de las Farc de tomarse de nuevo la población, de modo que se encuentra comprometida su responsabilidad, a título falla del servicio por omisión, por lo que deberá resarcir los perjuicios causados”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              A pesar de que Alejandra Quinchía celebra la decisión, pues no creía que la pudiera ganar después de tantos años. Sin embargo, esta es una victoria que encierra a la vez una derrota. “Por más que pasen los años y que por más plata que nos den, esos recuerdos no se van a borrar”. Por su parte, el concejal Berrío, quien salió desplazado a los 12 años de este corregimiento y cuyo padre fue asesinado en Medellín, expuso que el Consejo de Estado debería “exigirle a la Nación que por lo menos le pida perdón a esta comunidad por haberla dejado a la deriva y sin protección”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Aun así, 16 años después, el actual alcalde de ese municipio, José Máximo Castaño, asegura que El Prodigio no cuenta con ninguna garantía de seguridad: “La verdad es que muy esporádicamente hacen presencia el Ejército o la Policía en el casco urbano en este corregimiento, porque la distancia es considerable. Ellos van cada que pueden, pero no tenemos una presencia permanente en estos momentos”. Gozamos del clima de tranquilidad de la región, pero autoridad no hay”.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Aunque siguen sin garantías de protección, en los últimos años, tras procesos de desmovilización de grupos armados, algunas familias han vuelto al corregimiento y han creado procesos comunitarios de memoria, desarrollo turístico y económico; entre ellos, las Fiestas del Retorno, que se celebran anualmente en el puente de Reyes, pretexto para que la familia Quinchía y demás víctimas logren reencontrarse con sus antiguos vecinos y familiares, para ver de nuevo la tierra que los vio morir, que los vio partir y que hoy los ve renacer.

                                                                                                                              Por Yorley Ruiz M

                                                                                                                              Ver todas las noticias
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