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El departamento del Putumayo fue el escenario seleccionado para debatir sobre las mujeres y los cultivos de uso ilícito en Colombia. Un tema casi vedado, pues la violencia que han sufrido ellas alrededor de la siembra y cultivo de coca es un tema del que no se habla en la región, pues por un lado es el sostén económico de los campesinos y, por otro, el combustible que alimenta la violencia que persiste. A pesar de ello, en medio de amenazas, asesinatos y desapariciones, las mujeres han esquivado las balas y han arrancado las matas de coca para aspirar a una nueva forma de vivir dignamente.
La cita fue en Mocoa, la capital, donde estas tres mujeres (Ana Lucía Ruales, representante de la Asociación de productores de cacao de la vereda La Florida (Asoprocaf); Flor Zenaida Pantoja Cadena, de la Asociación de Muejres Rurales (Asmural); y la excombatiente Alba Milena Mambuscay, representante de la Cooperativa Multiactiva Comunitaria del Común de Farc), se encontraron con representantes del Ministerio de Agricultura y otros funcionarios públicos, así como con sus demás colegas de la región, escenario en que debatieron cómo transforman el territorio lejos de la coca, como se llamó el primer evento de Colombia2020 este año, específicamente, en el sur del país.
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Ana Lucía Ruales
Hoy, asegura, quieren convertir la vereda en un destino turístico del agro, pues sueñan con que personas de todo el mundo lleguen allá para enseñarles desde el inicio de la siembra del cacao hasta que puedan disfrutar una tasa de chocolate. “También nos llamó la atención el tema del relevo generacional y por eso decidimos vincular a los jóvenes para que continúen este proyecto, como un proyecto de vida, y por eso se han capacitado como técnicos en producción y cosecha del cacao.
Flor Zenaida Pantoja Cadena
Son 45 mujeres de la organización, pero en el proyecto de ganadería solo quedaron 11, pues sus maridos no permitieron a muchas de ellas llegar a desempeñar una labor que en aún es vista como si fuera exclusivamente para los hombres. De todas maneras, hizo una advertencia ante el incumplimiento del gobierno a miles de familias con las que firmó acuerdos en esa región en otras del resto del país tras los acuerdos de paz: están volvieron a sembrar y eso es como un imán para que el conflicto vuelva a reciclarse en este municipio.
Alba Milena Mambuscay
Frente al homicidio de muchos de sus excompañeros de guerra, Mambuscay dijo que los exguerrilleros del Putumayo la mayoría están vivos, pero que muchos viven con intranquilidad. “Es difícil. Nosotros como firmantes del acuerdo de paz conocemos las problemáticas de las mujeres y hombres de la zona rural de todas partes del país, porque estuve en muchos lugares durante la guerra. Hoy, vivimos un poco retirados de donde están los cultivos de coca, pero hemos eschado que muchos de los campesinos, entre ellos, excompañeros se están organizando para impedir que les arranquen la coca porque eso es lo que les da la comida".