Doris Tejeda, una defensora de tierras montemarianas
En el Día Internacional de la Mujer damos a conocer mujeres líderes rurales. Doris Tejeda es una mujer montemariana que ha luchado por recuperar lo que la guerra les quitó a las mujeres: desde la tierra hasta el tejido social.
Gloria Castrillón / @glocastri
Es una lideresa de asociaciones de mujeres que nació en Zambrano, Bolívar. Las condiciones del conflicto en su comunidad la llevaron a convertirse en impulsora de Afrozam, asociación de mujeres afros de Zambrano. Luego participó en la creación de la Red Montemariana, en 2003. Es una confluencia de organizaciones que surgió cuando la iglesia Menonita, con fuerte influencia en su municipio, se juntó con la Iglesia Católica (mayoritaria en Colombia) para crear el Programa de Desarrollo y Paz de los Montes de María, que cobija a 15 municipios, 7 de Bolívar y 8 de Sucre.
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Esta organización surgió con el objetivo de que los campesinos de la zona rural recobraran los lazos de amistad, de vecindad, el tejido social y todo lo que rompió la guerra. La principal afectación de estas comunidades ocurrió a finales de los años 90, cuando los grupos paramilitares incursionaron para disputar el territorio a la guerrilla de las Farc que se había asentado hacía más de una década.
A partir de la masacre de Capaca, (16 de agosto de 1999) en la que murieron 18 personas, todas las veredas del municipio de Zambrano fueron abandonadas por sus habitantes, que durante varias décadas vivieron bajo la influencia de uno u otro grupo armado irregular. En varias oportunidades los habitantes quedaron bajo el fuego cruzado por lo que, a comienzos del nuevo siglo, emergieron algunos liderazgos (como el de Doris) para que los campesinos pudieran recuperar lo que habían perdido.
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Doris Tejeda y otras compañeras de su organización han sido pioneras en la creación de la mesa de derechos humanos, la mesa municipal y departamental de víctimas y en brindar asesoría a otras personas afectadas por el conflicto en la implementación de la Ley 1448, conocida como la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras.
Fueron los mismos campesinos, con el liderazgo de las mujeres a la cabeza de Doris Tejeda, los que retornaron a los territorios que habían abandonado. En principio lo hicieron sin apoyo de las instituciones del Estado, pero con el tiempo lograron el acompañamiento de varias entidades oficiales. Apenas un 20% de los habitantes que salieron de las veredas han retornado.
Pese a la lucha de estas organizaciones, les falta recuperar las tierras. No han logrado obtener respuesta afirmativa a las 297 solicitudes de restitución. Doris también trabaja para que las mujeres sanen su heridas y contribuyan a la construcción de memoria histórica, a través de la elaboración de telares que narran lo que ellas vivieron durante el conflicto. Impulsa a los jóvenes para que pinten murales y realicen cine foros para recuperar la memoria de lo que pasó en la vereda.
Es una lideresa de asociaciones de mujeres que nació en Zambrano, Bolívar. Las condiciones del conflicto en su comunidad la llevaron a convertirse en impulsora de Afrozam, asociación de mujeres afros de Zambrano. Luego participó en la creación de la Red Montemariana, en 2003. Es una confluencia de organizaciones que surgió cuando la iglesia Menonita, con fuerte influencia en su municipio, se juntó con la Iglesia Católica (mayoritaria en Colombia) para crear el Programa de Desarrollo y Paz de los Montes de María, que cobija a 15 municipios, 7 de Bolívar y 8 de Sucre.
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A partir de la masacre de Capaca, (16 de agosto de 1999) en la que murieron 18 personas, todas las veredas del municipio de Zambrano fueron abandonadas por sus habitantes, que durante varias décadas vivieron bajo la influencia de uno u otro grupo armado irregular. En varias oportunidades los habitantes quedaron bajo el fuego cruzado por lo que, a comienzos del nuevo siglo, emergieron algunos liderazgos (como el de Doris) para que los campesinos pudieran recuperar lo que habían perdido.
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Fueron los mismos campesinos, con el liderazgo de las mujeres a la cabeza de Doris Tejeda, los que retornaron a los territorios que habían abandonado. En principio lo hicieron sin apoyo de las instituciones del Estado, pero con el tiempo lograron el acompañamiento de varias entidades oficiales. Apenas un 20% de los habitantes que salieron de las veredas han retornado.
Pese a la lucha de estas organizaciones, les falta recuperar las tierras. No han logrado obtener respuesta afirmativa a las 297 solicitudes de restitución. Doris también trabaja para que las mujeres sanen su heridas y contribuyan a la construcción de memoria histórica, a través de la elaboración de telares que narran lo que ellas vivieron durante el conflicto. Impulsa a los jóvenes para que pinten murales y realicen cine foros para recuperar la memoria de lo que pasó en la vereda.