“Si agenda de Gobierno es amplia, quizá no logre nada”: embajador de Países Bajos

Ernst Noorman, embajador de Países Bajos en Colombia, se despide del país con un llamado al Gobierno para acelerar el Acuerdo de Paz y un pedido para que le diga a la comunidad internacional qué necesita para lograr la paz total.

Gloria Castrillón Pulido
10 de agosto de 2023 - 03:20 p. m.
Noorman completó tres años como embajador de Países Bajos en Colombia.  / Óscar Pérez
Noorman completó tres años como embajador de Países Bajos en Colombia. / Óscar Pérez
Foto: El Espectador - Óscar Pérez
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Ernst Noorman completó tres años como embajador de Países Bajos en Colombia, país al que llegó tras una larga estancia como diplomático en Afganistán.

Durante este tiempo viajó por Colombia y dedicó su gestión a apoyar la distribución de tierras a través del catastro holandés y el apoyo de la justicia transicional. El embajador se despide del cargo con varios llamados para acelerar la implementación del Acuerdo de Paz de 2016 y enfocar los esfuerzos de la paz total.

¿Cuál es su balance de tres años en Colombia?

Las relaciones entre nuestros países son siempre excelentes sin importar qué gobierno tengamos aquí o en Holanda. Son importantes los temas de cooperación económica con la Cámara Colombo Holandesa, el apoyo al proceso de paz, la defensa de los derechos humanos y la cooperación policial.

¿Cuáles fueron sus prioridades en el tiempo de su embajada?

La cooperación económica, sobre todo en sectores como la agricultura, el agua, la movilidad sostenible, el proceso de paz y los derechos humanos. También la situación de los turistas holandeses que vienen a Colombia. Para mí, fue prioridad la titulación de tierras.

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Ustedes adelantaron una cooperación con el catastro holandés, ¿qué avances tuvieron?

Tenemos un programa con el catastro holandés tratando de agilizar los trámites de titulación de tierras. No fue fácil, porque siempre hay cambios en los funcionarios y la burocracia. Estamos hablando del punto 1 del Acuerdo de Paz, uno de los problemas fundamentales del conflicto armado y del narcotráfico. Por eso es importante buscar un método de trabajo más sencillo, porque hoy para que un campesino pueda registrar su tierra puede resultarle un documento de 250 páginas.

Con la Universidad Externado hemos revisado los decretos para ofrecer soluciones más fáciles en los trámites y se discutió en audiencias ante el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y la Superintendencia de Notariado y Registro.

Otra prioridad nuestra es una cooperación con la ciudad de Cartagena para buscar una solución a futuro. Hay que salvar la ciudad porque está bajando y el mar está subiendo. Trabajamos en un proyecto que en español se llama “Construyendo con Agua” para buscar soluciones junto a la Alcaldía, las empresas, las comunidades locales y los centros de conocimiento. Hemos hecho mucho trabajo con la ANT y demás instituciones involucradas en titulación de tierras.

¿En qué y cómo se ha avanzado en temas de titulación?

Nuestro trabajo se hace con las comunidades, con los jóvenes que pueden ir al terreno junto con los campesinos para hacer mediciones sobre los linderos de los predios y ponerse de acuerdo en sus límites. Se trata de involucrar a las comunidades en las soluciones.

Este proyecto se desarrolla desde 2017. Después de la firma del Acuerdo de Paz con el IGAC y la Superintendencia de Notariado y Registro, se han entregado por lo menos 200 títulos. Una parte esencial de la metodología es que el dueño u ocupante del predio define los linderos por método directo o indirecto, según la condición de la zona, y en compañía de un joven de la vereda previamente capacitado en el uso de la aplicación, se recolecta información básica.

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Mi trabajo con la Cámara de Comercio holandesa es otra de mis prioridades. Cuando llegué aquí tenía como 230 miembros y ahora tiene casi 400. Es una muestra del crecimiento enorme de la cooperación económica y del interés de empresas holandesas de trabajar en Colombia. De esas empresas, el 10 % son colombianas, de Curazao y Bonaire, hay empresas holandesas con sede aquí, otras están en Holanda, Lima o Panamá.

¿A qué sector pertenece la mayoría de esas empresas holandesas?

La mayoría son agrícolas, de producción de flores en Bogotá y Rionegro (Antioquia), y trabajan en la producción con tecnología e innovación y desarrollo de nuevas variedades. Colombia es el segundo país exportador de flores después de Países Bajos. En Bucaramanga hay trabajo para la producción orgánica de limones y maracuyá para la exportación a supermercados en Alemania, Francia y Holanda. En Medellín, empresas del sector de las TIC trabajan con jóvenes en desarrollo de software. La compañía Damen Shipyards (privada) y Cotecmary construyeron el buque oceanográfico más grande de Colombia y ahora van a desarrollar fragatas.

¿Qué balance hace de la implementación del Acuerdo de Paz siete años después de la firma?

Al Acuerdo de Paz es un papel y luego de su firma empieza el trabajo. Sabemos que exige mucho compromiso de los gobiernos, es importante enfocarse en la implementación y también en la búsqueda de paz total. El papel de la comunidad internacional es muy importante. Colombia ha podido evidenciar este apoyo de Naciones Unidas, la Mapp-OEA, la Unión Europea, los Estados miembros, y países como Canadá, Estados Unidos y también de América Latina. Es importante que el Gobierno involucre a la comunidad internacional asegurando la continuación de este apoyo. Para nosotros no es fácil posicionarlo en nuestras capitales porque tienen otras prioridades, ahora con la guerra de Ucrania todo cambia, aunque no podemos olvidar otros conflictos en el mundo.

¿Colombia dejó de ser prioridad en la agenda exterior de Europa?

No quiero decir que ha perdido importancia, pero siempre hay riesgo de que la atención baje en las capitales, no para nosotros. Felizmente, Colombia figura en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU cada tres meses, pero no se puede quedar sentado esperando que la ayuda llegue. Siempre es importante que Colombia nos diga qué necesita para el proceso. El Gobierno tiene que tomar más conciencia de la importancia de comunicarle a la comunidad internacional sobre este proceso.

La justicia transicional es importantísima para los Países Bajos. Hemos apoyamos la Comisión de la Verdad y somos aliados de la JEP y de la Unidad de Búsqueda. Apoyamos la difusión de los resultados de la Comisión de la Verdad. Otra prioridad son los derechos humanos, en especial la libertad de prensa. Para nosotros es prioridad que en los territorios haya acceso a la información, que los defensores de derechos humanos y la comunidad LBGTI y sobre todo las personas trans tengan garantías.

¿Su país apoya la política de paz total?

No participamos directamente en las negociaciones, hacemos parte de la Unión Europea y estamos atentos por si se necesita algún apoyo. En este momento hay bastantes países involucrados y estamos esperando lo que necesite el Gobierno.

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¿Cómo observan ustedes los diálogos del Gobierno con grupos a los que no les han reconocido el carácter político?

Estamos analizando la situación. Tratamos de comprender la agenda de los grupos criminales, sobre por qué quieren negociar. Ellos tienen un negocio muy lucrativo, entonces creo que a veces un cese al fuego con un Gobierno puede ser excelente porque es más tranquilidad para los negocios. Hay muchas preguntas y nadie tiene las respuestas. Se entiende la ambición de este Gobierno, pero es una ambición con riesgos. Cada negociación tiene sus riesgos. Hay un riesgo de que si su agenda es muy amplia no logre nada. A veces es mejor enfocarse en un departamento difícil y tratar de controlar ese departamento y demostrar que sí es posible, pero negociar con todos los grupos al mismo tiempo es ambicioso. En las negociaciones es importante entender la agenda del adversario.

¿Qué le gustó más de Colombia?

Desde el inicio de mi embajada empecé a viajar. Tengo tres lugares especiales: Honda, es un lugar especial; hay un lugar que casi ningún colombiano conoce: Ciudad Perdida, en Falán, cerca a Mariquita; es maravilloso y un secreto bien guardado. El otro es los cerros de Mavecure.

Visité cinco veces Chocó. Me impactó una visita a Alto de Guayabal a una comunidad indígena que vivía en confinamiento por paramilitares, que habían asesinado a uno de sus líderes 10 días antes de nuestra llegada. Llegamos en helicópteros. Fue impresionante la acogida tan cálida de la gente a pesar de las amenazas. Fue un contraste saber que para ellos es importante una visita de la comunidad internacional. Estuve en Arauca y no puedo imaginar cómo un sitio tan bonito vive la violencia, ese contraste lo llevo en mi mente. Visitamos los páramos en Guasca y una quesería de un holandés que se llama Hola Andes, y trabaja la receta artesanal de queso tipo gouda con una cooperativa de 120 campesinos que producen la leche.

Gloria Castrillón Pulido

Por Gloria Castrillón Pulido

Periodista con maestría en asuntos internacionales y resolución de conflictos. Ha reporteado temas de política, derechos humanos, conflicto armado y ha cubierto las negociaciones de paz con las Farc, el Eln y las Auc. Consultora en conflicto armado, memoria, género y construcción de paz.@ glocastrigloriacastri@gmail.com

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Lismar(27087)10 de agosto de 2023 - 06:25 p. m.
Es un titular mentiroso, el riesgo que habla es sobre el proceso de paz con bandas criminales, como está el titular es sobre todo el proyecto de gobierno. No es un periodismo imparcial, me voy a arrepentir de la suscripción
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