Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El embajador de la Unión Europea (UE) en Colombia, Gilles Bertrand, conoció el país por primera vez en 2011, pero solo hasta septiembre de 2021 llegó a su cargo actual, donde se ha destacado por su trabajo por la paz del país y su estilo distendido.
En entrevista con Colombia+20 habla sobre las repercusiones que tiene para el país, el drástico recorte de la ayuda económica de Estados Unidos, la implementación del Acuerdo de Paz, su obsesión con los temas ambientales y cómo se alista para dejar el cargo a mediados de agosto.
¿Cómo se está fortaleciendo la relación política entre Colombia y la UE en el actual contexto global?
Colombia y la Unión Europea tenemos un compromiso común por valores y objetivos comunes como el multilateralismo, la democracia, el estado de derecho, la lucha contra el cambio climático, los derechos humanos y la igualdad de género. Creemos en un mundo y una convivencia entre las naciones basados en el derecho, no en la ley del más fuerte. En este momento muy particular de la historia del mundo, es indispensable que unamos fuerzas los que compartimos estos valores y estos objetivos. Se ilustra en nuestra cooperación más y más cercana en temas medioambientales, por ejemplo durante la COP16 de biodiversidad en Cali el año pasado o en la carrera contra el reloj para detener la deforestación de la Amazonía, que es nuestro pulmón a todos.
Le recomendamos leer: Asesinan en Cauca al guardia indígena Édgar Tumiñá; es el segundo en menos de un mes
Este año, una gran apuesta común es la organización de la próxima Cumbre entre la CELAC y la Unión Europea, que organizará Colombia por ser Presidencia pro tempore de la CELAC a partir de marzo. Es una oportunidad esencial para construir una agenda positiva y concreta de cooperación sobre temas de transición energética, de seguridad ciudadana, la Alianza Digital entre las dos regiones, y por supuesto para que las dos regiones hablen con una voz sobre el sistema de derecho internacional y la lucha contra el cambio climático, en particular para apoyar los esfuerzos de Brasil en la organización de la COP30 en Manaús. Europa, América Latina y el Caribe somos más de mil millones de personas, y un tercio de los votos en las Naciones Unidas. Cuando hablamos con una sola voz, es muy difícil dejarnos al lado.
Ante la suspensión de ayudas internacionales por parte de Estados Unidos, ¿qué rol puede desempeñar la Unión Europea en un país como Colombia? ¿A qué se comprometen?
USAID proveía casi el 70% de la cooperación extranjera en Colombia, entonces queda claro que nadie podrá reemplazarlos si deciden acabar con la mayor parte de sus programas en el país. Lo que sí le puedo decir es que nosotros seguimos comprometidos con nuestra agenda muy amplia de cooperación en Colombia: paz, medioambiente, derechos humanos, género, pero también toda la agenda comercial y de inversión. La Unión Europea es el segundo inversor extranjero y el tercer socio comercial de Colombia, y a través de nuestra estrategia Global Gateway, tenemos una agenda positiva de cooperación entre empresas, bancos y actores públicos para lograr la doble transición verde y digital.
¿Está la UE considerando aumentar su apoyo financiero o técnico en sectores que podrían verse afectados por la reducción de la ayuda estadounidense?
Los cambios en la política de cooperación de Estados Unidos son la responsabilidad de Estados Unidos, y no los vamos a suplir. Dicho esto, claramente los tendremos en cuenta en nuestras decisiones para futuros programas de cooperación y, en particular, de ayuda humanitaria. Todavía necesitamos un panorama más claro de sus consecuencias.
Teniendo en cuenta que una de las áreas más impactadas por las medidas del nuevo gobierno de Estados Unidos es él de la migración, ¿la Unión Europea se está preparando para nuevos desafíos en esta materia tanto en Europa como en América? ¿Cómo?
La migración es una dimensión de gran relevancia y de gran sensibilidad política, en Europa, en América Latina y el Caribe, y en varias otras regiones del mundo. Debemos mantener un balance permanente entre nuestro propósito común por una migración segura, ordenada y regular, sustentada en la dignidad humana, y la lucha contra el tráfico de personas y la migración irregular, con las presiones que generan en todas nuestras sociedades.
Desde los picos de migración proveniente de Venezuela, la Unión Europea ha apoyado los esfuerzos de Colombia para manejar esta situación y ofrecer una integración duradera a las y los migrantes llegando del país vecino. Seguimos con programas humanitarios destinados a las personas migrantes en situación de alta precariedad. También esperamos firmar en las próximas semanas una acción destinada a fortalecer oportunidades duraderas para el empleo y el emprendimiento de migrantes y de personas de las comunidades de acogida.
La UE ha sido un actor clave en el apoyo al proceso de paz en Colombia. ¿Qué balance hace de la implementación del Acuerdo de Paz?
El Acuerdo de Paz de 2016 ha cambiado profundamente a Colombia. Yo viajé por primera vez a Colombia en 2011, y he visto cambiar muchísimo al país durante estos años, aún más desde 2022. Nos parece que el Acuerdo identificó las causas profundas del conflicto: la falta de presencia integral del Estado en las regiones apartadas del país y las brechas inmensas, sean sociales, étnicas, geográficas, de género y otros, de las cuales sufre el país. Estamos en la mitad del periodo de 15 años de implementación del Acuerdo, y ya se destacan varios logros en términos de reintegración de los firmantes de paz, de verdad y reconciliación, de reforma rural, y otros puntos. Lo que sí llama mucho la atención es que la implementación tiene que llegar a los territorios, o mejor dicho: que la transformación territorial será la medida final de la implementación de la paz en Colombia. Esto será un proceso largo, y uno donde pensamos que se puede hacer mucho más fomentando alianzas entre las comunidades y el sector privado.
Le podría interesar: Video: Así funciona el entramado criminal de Autodefensas de la Sierra Nevada
De todos los programas que hemos apoyado a través del Fondo Europeo para la Paz, en particular en el arco amazónico, la costa pacífica y la zona surandina del Cauca y del Nariño, sabemos que las regiones apartadas de este país tienen un potencial económico, humano y natural enorme.
¿Cómo está apoyando la UE los esfuerzos de justicia transicional, en particular el trabajo de la JEP?
En el mundo convulso donde vivimos, el sistema de justicia transicional del Acuerdo de Paz de 2016, en particular la JEP, es un éxito y una inspiración reconocidos por todos. La Unión Europea y sus Estados Miembros apoyamos de manera contundente tanto a la Comisión de la Verdad como a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y a la Jurisdicción Especial para la Paz. También a organizaciones y grupos de víctimas, para que puedan interactuar en casos específicos de manera más eficaz en estos espacios. Dentro de la visión del Acuerdo de Paz de 2016, la JEP es la piedra angular para la no repetición y la sostenibilidad de la paz en Colombia, basada en la reconciliación entre víctimas y comparecientes y entre los diferentes actores de la sociedad colombiana. Es fundamental que pueda operar de forma eficiente, autónoma e independiente, manteniendo su enfoque en la reparación de las víctimas y del tejido social del país. Vemos el reconocimiento de los crímenes de la FARC y los avances en la investigación de los casos de “falsos positivos” como pasos paralelos hacia la verdad. Conocer y reconocer el pasado, para no repetirlo. También esperamos que vengan más sanciones, muy pronto, para que la sociedad colombiana pueda entender y medir el papel y el impacto de las decisiones de la Jurisdicción.
¿Cómo evalúa la situación de los derechos humanos en Colombia?
En los últimos años, Colombia ha mostrado avances importantes en materia de derechos humanos como el reconocimiento de la responsabilidad del Estado en violaciones graves, el impulso a iniciativas de restitución de tierras a comunidades indígenas, afro y campesinas, la reactivación de las mesas de garantías de protección, a nivel nacional y territorial, y los avances en la construcción del plan nacional de derechos humanos.
Sin embargo, persisten desafíos importantes y la violencia contra líderes sociales y defensores de derechos humanos sigue siendo alarmante. La presencia y reconfiguración de grupos armados, en regiones como el Chocó, el Cauca, el Magdalena Medio, el Putumayo o el arco amazónico, ponen en riesgo a comunidades y pueden terminar en crisis humanitarias similares a la de Catatumbo. El reclutamiento de niños, niñas y adolescentes por parte de actores armados está aumentando, afectando sobre todo a comunidades indígenas y afrodescendientes. La Unión Europea y sus Estados Miembros llevamos dos décadas, y a veces más, trabajando con comunidades campesinas, afrodescendientes o indígenas que resisten la presencia de grupos armados y luchan por su derecho a vivir en paz en sus territorios. Ellas pueden ser las verdaderas arquitectas de la paz y de la transformación territorial en este país.
Además: Polémica por proposición del Centro Democrático que quiere modificar lista de municipios PDET
Hablemos del contexto internacional. ¿Cómo evalúan la posición de Colombia y de varios países de la región sobre la crisis de Ucrania en Naciones Unidas?
La resolución marcando el tercer aniversario de la invasión rusa contra Ucrania solamente recoge principios básicos de la Carta de Naciones Unidas: la integridad territorial, la necesidad de respetar las poblaciones civiles, la asociación de los países a las decisiones que afectan su futuro. No encontrarán nada allí que sea nuevo ni diferente de las de los años anteriores. Por esto, fue aprobada con 93 países votando a favor, incluyendo a socios de la región como Chile, México, Perú, Uruguay y varios países del Caribe. En este contexto, con toda la sinceridad, nos decepcionó y seguimos sin entender que Colombia se haya abstenido. Este país es de los más comprometidos en el mundo con el derecho internacional, hasta diría que ha sido la brújula de su posicionamiento internacional. Y en momentos históricos como los que vivimos, es indispensable que todos los que creemos en un mundo con reglas cerremos las filas.
¿Qué expectativas tiene la UE en relación con la participación de Colombia en acuerdos ambientales internacionales?
El liderazgo de Colombia en temas de biodiversidad ha sido esencial, en particular gracias al trabajo impresionante de Susana Muhamad en el Ministerio de Ambiente. Como uno de los países mega-diversos, anfitrión de la COP16 y presidente del Convenio sobre la Diversidad Biológica hasta finales de 2026, Colombia puede seguir jugando un papel esencial en la implementación del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, promoviendo la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. En términos de lucha contra el cambio climático, la COP30 de Belém será un momento de verdad para la humanidad y su capacidad de respetar el Acuerdo de París y contener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados. Esperamos que Colombia siga firme en sus compromisos nacionales para llegar a la carbono neutralidad. También esperamos seguir fortaleciendo nuestra alianza con Colombia en otros ámbitos importantes para nuestro futuro común, como la negociación de un acuerdo global sobre plásticos, la implementación del Acuerdo de Escazú, y muchos otros temas.
Usted está por dejar su cargo tras varios años en Colombia. ¿Qué balance va haciendo?
Lo extraño es que llevo tres años y medio de Embajador de la Unión Europea en Colombia y han pasado a la velocidad de la luz. La Cumbre CELAC-UE, la implementación del Global Gateway, la paz, nuestro trabajo con las juventudes de este país, los desafíos de seguridad, la cooperación universitaria y de investigación de alto nivel…: son muchos los frentes de presencia de la Unión Europea. Vendrá el momento de hacer un balance pero por ahora, la verdad, sólo veo que me quedan pocos meses y mucho trabajo.
✉️ Si le interesan los temas de paz, conflicto y derechos humanos o tiene información que quiera compartirnos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com jcontreras@elespectador.com o aosorio@elespectador.com.
