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Jorge Tovar no renuncia a ser coordinador de víctimas

El hijo de Jorge 40 reconoce el dolor que causó su padre en Colombia, pide perdón por los crímenes que él cometió, pero dice que no hay razones para dejar su cargo en el Ministerio del Interior. Se defiende recordando que lleva más de seis años trabajando por las víctimas y la reconciliación.

Gloria Castrillón @gloricastri
21 de mayo de 2020 - 12:55 a. m.
Jorge Tovar no ve a su padre, el exjefe paramilitar Jorge 40, hace 15 años. Dice que quien asumió su crianza fue su madre.  / Cortesía
Jorge Tovar no ve a su padre, el exjefe paramilitar Jorge 40, hace 15 años. Dice que quien asumió su crianza fue su madre. / Cortesía

Hacia el mediodía de hoy ya había contestado 10 entrevistas. Desde que se conoció su nombramiento como coordinador del grupo de política pública para víctimas del Ministerio del Interior, Jorge Rodrigo Tovar Vélez ha repetido que en Colombia no existen los delitos de sangre, que él no tiene por qué responder por los crímenes que cometió su padre Jorge Tovar Pupo, conocido como Jorge 40, cuando comandó el Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) (se le endilgan más de 600 delitos entre masacres, desparecidos, asesinatos, despojo) y que no pueden rechazar su designación en el cargo por el simple hecho de ser hijo de su padre.

Es joven, 30 años, pero ya se ha desempeñado en varios cargos: asesor de paz de la gobernación del Cesar, asesor del mismo grupo que ahora coordina en el Ministerio, además de contratos con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El tema: reconciliación y trabajo con víctimas del conflicto armado. Es abogado de la Universidad del Rosario, tiene una especialización en derecho penal del Externado y una maestría en Dirección Pública, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Madrid (España).

Insiste en que su deseo es unir a quienes piensan diferente para construir un país más incluyente porque él, que se reconoce hijo de la guerra, quiere ser hijo de la paz. Ese discurso no convence a sus críticos, quienes además de “cobrarle” ser hijo de un comandante paramilitar que dejó miles de víctimas en los seis departamentos donde operó la estructura que dirigió, consideran su designación como una ofensa a cientos de familias que sufrieron con su accionar y que siguen esperando verdad y reparación.

Ese fue el discurso que pronunció de manera emotiva en el encuentro “Verdad y Justicia, claves de la reconciliación” que realizó Colombia2020, el 9 de octubre de 2017, en la Universidad Javeriana de Cali. Ese día, además, contó la historia inédita de su reconciliación con la familia de Ricardo Palmera, conocido en la guerrilla de las Farc como Simón Trinidad, quien fuera amigo de infancia y juventud de su papá.

(Puede interesarle: El discurso de reconciliación de Jorge Tovar, hijo de Jorge 40)

La historia de los dos amigos, Ricardo y Jorge, vecinos del entorno de la plaza central de Valledupar, de familias adineradas que compartían bailes en el club, que luego se fueron a la guerra en orillas distintas y que separó a sus familias y dividió a los amigos, ha sido emblemática para la alta sociedad vallenata como una muestra de los otros estragos de la guerra.

Esas heridas fueron las que quiso sanar el día que decidió golpear la puerta de la familia Palmera buscando una mirada o un abrazo de quienes se convirtieron en sus enemigos casi sin conocerlo (Jorge Rodrigo salió al exilio siendo un niño junto con su mamá y sus dos hermanos). Y lo logró. Jaime, hermano de Simón, lo acogió casi como un hijo y ahora cuentan su historia sin tapujos.

Ese fue el comienzo de ese camino que Jorge Rodrigo empezó hace cuatro años y que siguió mientras promovía el "sí" en el plebiscito a favor del Acuerdo Final con las Farc. Y es la historia que cuenta en detalle para demostrar que su interés por la paz es legítimo y verídico.

En el evento de Cali se dio abrazó también con el excomandante fariano Pablo Catatumbo, a quien le entregó una manilla elaborada por las indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Después le ha dado la mano a varios exguerrilleros que fueron enemigos acérrimos de su padre como Rodrigo Londoño o Solís Almeida.

¿Cuál es la crítica que más le ha dolido de todas las que le han hecho estos días?

Que hayan descontextualizado unas declaraciones sobre si mi padre es preso político. Ya he explicado que me refería a que mi papá lo han tenido preso en Estados Unidos sin pruebas de que haya sido un narcotraficante, que es el delito por el cual lo juzgaron allá. Nunca me he referido a las responsabilidades que tiene sobre lo que hizo en Colombia.

¿Por qué aceptó este cargo, no midió los efectos que provocaría?

Nadie mejor que nosotras las víctimas que hemos sufrido los estragos de la guerra para trabajar en este tema. Trabajaremos sin descanso para que algún día pare el conflicto que nos tocó vivir y esto no se vuelva a repetir. Además, yo he dedicado mi vida al estudio, soy abogado especialista en derecho penal y tengo una maestría, trabajé en la gobernación del Cesar… hablando de mi trabajo formal, llevo seis años de mi vida recorriendo el país llevando mi experiencia de vida, llevando un mensaje de paz y reconciliación.

¿Reconoce el enorme daño que hizo su papá?

No lo desconozco y he pedido perdón por lo que él hizo, a pesar de que no tengo la culpa.

Hay quienes piensan que usted está impedido moral y éticamente para ocupar el cargo justamente por eso, por ese daño que hizo su papá, ¿qué les responde?

Respeto las personas que piensan así, pero no comparto esa postura. Yo no puedo ser juzgado por ser hijo de quien soy. ¿Y si hubieran nombrado a un hijo de Timochenko? Tenemos congresistas de las Farc, he aplaudido el tema y ellos cometieron delitos, yo no he cometido delitos.

¿No cree que el Gobierno lo nombró a usted como una provocación a las víctimas del paramilitarismo?

Creo que es todo lo contrario. El mensaje del gobierno es un espaldarazo a todas las víctimas del conflicto armado, a la reconciliación, incluso más allá de que sea Jorge Rodrigo Tovar.

Es lo mismo que haber nombrado en el Centro Nacional de Memoria Histórica a una persona que desconoce la existencia del conflicto armado…

No lo veo así, lo veo como un espaldarazo a la reconciliación y a la paz.

¿Se queda a pesar del rechazo y de los pedidos de renuncia?

Si, es más grande mi anhelo de cambiar el país que esos comentarios negativos que se han desatado.

¿Por qué ha escrito trinos ofensivos contra personas como Iván Cepeda y su padre, asesinado justamente por los paramilitares y fuerzas del Estado?

No quiero caer en individualizaciones. Mi único interés es que, entre todos, sin excepción, víctimas y victimarios, ricos y pobres, indígenas y afros, podamos trabajar por la paz y la reconciliación. Es mi decisión de vida.

Pero ese trino es muy contradictorio con ese discurso…

La verdad no recuerdo en qué contexto escribí eso, tengo que revisar. Sea como fuere, eso quedó en el pasado.

También tiene trinos en contra de la JEP, en contra de que las Farc tengan beneficios como curules en el Congreso y posibilidades de salir de la cárcel, eso también suena contradictorio con su actual discurso…

He hecho críticas a la JEP y las sostengo, la paz es con todos, y si seguimos excluyendo a algún sector de estos beneficios no tendremos una paz completa. No estoy en contra del proceso con las Farc, lo apoyé en el plebiscito, pero no podemos ofrecer perdón a un sector de la sociedad y a otros no. No estoy en contra de que las Farc tengan curules, no me parece bien que hayan llegado allá sin haber pasado por la justicia y sin haber pedido perdón.

¿Usted quiere llegar al Congreso algún día?

No lo he pensado, no ha estado en mis planes, ni hoy ni en el pasado.

Usted ha repetido que trabajará para que su papá vuelva al país a darles la cara a las víctimas, ¿él está de acuerdo con eso?

No soy portavoz de mi papá, ni soy el abogado de él. Eso es lo que yo quiero, pero no lo he hablado con mi papá. Es mi posición personal.

Su papá está próximo a regresar al país tras cumplir su condena en Estados Unidos, ¿no le generaría a usted un conflicto de intereses cuando llegue a Colombia?

No. Yo no estoy ni en la Fiscalía ni soy juez, ni llevo procesos de él. Mi cargo no interfiere en nada, ni en sus decisiones ni en las mías.

¿Hace cuánto no ve a su papá?

Hace 15 o 16 años. Él se fue a la guerra cuando yo tenía 7; lo vi en una ocasión después de que se desmovilizó.

¿Qué recuerda de ese último encuentro?

Fue muy corto, unos 20 minutos. Aprovechamos ese tiempo para darnos un abrazo después de tantos años, preguntamos por nuestras vidas, por la salud, él preguntó por mis estudios.

¿Cómo es su comunicación con él ahora?

Por un tiempo fue por cartas por el aislamiento en el que estuvo. Mucho tiempo después le permitieron unas llamadas que se hacen cada 45 días y duran de 10 a 12 minutos.

¿Y cómo es su relación con él?

Es una relación cordial de padre a hijo, de mucho respeto, las condiciones no permiten mucho. Yo quiero mucho a mi papá y anhelo volver a abrazarlo.

¿Usted o su familia se han beneficiado de los recursos que su papá obtuvo ilegalmente durante la guerra?

Desde que mi padre se fue a la guerra en el año 97 o 98, no volvimos a tener relación con él en ningún aspecto, ni siquiera en lo económico. Resalto la labor de mi mamá y de miles de madres que sacan a delante a sus hijos. A ella le tocó criar a tres hijos de nueve, siete y seis años haciendo de padre y madre. Hoy no ha dejado de trabajar. Mis hermanos y yo dependemos de mi mamá.

¿Qué es lo primero que hará en el cargo?

Espero poder recibir la oficina y en seguida buscar comunicación con todas las asociaciones de víctimas del país para ver cómo trabajar por lo que soñamos, que es un país en el que todos quepamos.

¿Qué funciones concretas tendrá en su cargo?

Es un grupo de articulación interna para la política de víctimas del conflicto armado. Tiene dos funciones: coordinar el cumplimiento de los autos de la Corte auto 025 y coordinar con alcaldías y gobernaciones la política pública de víctimas. En realidad, no contacto con las organizaciones de víctimas, no obstante, quiero ver cómo puedo trabajar con ellos.

(Lea: Jorge Rodrigo Tovar, hijo de “Jorge 40”, es el nuevo coordinador de víctimas del Mininterior)

¿Qué piensa de que personas como Rodrigo Londoño, María José Pizarro o José Antequera no hayan rechazado su nombramiento?

Ese tipo de cosas me animan a seguir trabajando, ese es el país que yo me sueño, que así tengamos diferencias irreconciliables nos une el lazo de trabajar por un país en el que pensar diferente no sea motivo para para acabar con vidas humanas.

¿Usted es de derecha, de centro, pertenece al Centro Democrático?

Me considero colombiano. Tengo muchas cosas que aplaudir de la derecha, pero también de la izquierda y del centro.

Por Gloria Castrillón @gloricastri

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