La visita del papa es un mensaje de esperanza: Monseñor Héctor Fabio Henao

En la Semana por la Paz, el papa Francisco recordará que la verdad y la misericordia son los ejes fundamentales para conseguir la justicia y la paz.

Beatriz Valdés Correa @beatrijelena
25 de agosto de 2017 - 09:20 p. m.
Monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Mauricio Alvarado, El Espectador
Monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Mauricio Alvarado, El Espectador

La reconciliación a la que llama la Semana por la Paz, en su trigésimo aniversario, es una en la que se pueda reconstruir la dignidad y encontrar en el otro ser humano un semejante que merece respeto. Monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, en entrevista con este diario defendió la importancia del cumplimiento del Acuerdo Final suscrito entre las Farc y el Gobierno y recalcó que debemos construir un camino hacia la reconciliación y el perdón. En este sentido, aseguró que la visita del papa Francisco es un mensaje de esperanza para todos.

La visita papal coincide con la Semana por la Paz, ¿cuál es su importancia?

La visita papal viene a animar y a acompañar el camino de la reconciliación. Además, va a estar enfocada en asegurar que el proceso de paz eche raíces, sea de largo plazo y que tenga una larga participación de toda la sociedad. Pero, por otra parte, el papa Francisco va a escuchar y va a encontrarse con quienes han sufrido el conflicto y, en ese sentido, va a ser una voz de esperanza. El papa viene en una misión eminentemente pastoral para anunciarnos el evangelio de la reconciliación y de la paz; que sea una construcción de la paz desde una capacidad de comprometernos seriamente con no volver a la violencia del pasado.

¿Cómo se articulan las actividades de la visita del papa con las de la Semana por la Paz?

Lo principal va a ser la celebración en torno a la paz. El papa va a entroncar trayendo un mensaje, dándole una dimensión de espiritualidad, de lo que es el contenido más profundo de la reconciliación, y nos va a decir que hay que dar pasos. Entonces, demos un primer paso hacia la reconciliación. Indudablemente, los eventos más importantes serán en los que estará el santo padre. El primero tendrá énfasis en la reconciliación con la naturaleza. Y en la tarde estará en la celebración dedicada plenamente al tema de la reconciliación social.

La Pastoral Social hace un llamado también al respeto, a la tolerancia y a la diversidad. ¿Cómo se ha conciliado este mensaje en una sociedad como la colombiana, que está tratando de pasar de la guerra a la paz?

En lo que se ha insistido mucho a lo largo de la historia y con esos llamados es en la necesidad del diálogo, de escuchar al otro y sobre todo del reconocimiento de la dignidad humana. En el pasado mucha violencia se hizo por ideas, por posiciones, a veces muy distantes, pero que no justificaban de ninguna manera la violencia. Por muchas cosas se asesinó mucha gente. Y lo que se quiere es crear una capacidad de encuentro. Entonces, bajo una filosofía y una reflexión de lo que significa el encuentro, hemos promovido también una superación del conflicto y de tener una sociedad donde el encuentro sea posible.

Usted defiende la importancia de reparar a las víctimas de los crímenes de Estado. En este proceso de paz se incluye buscar la verdad y la reparación para todas las víctimas de distintos actores del conflicto...

Sí, en la reparación de las víctimas hemos insistido en que debe ser para todas las víctimas. Las víctimas no pueden ser de distintas categorías, porque tienen que ser reconocidas en su dolor, en su sufrimiento. Todas reclaman, necesitan respeto y deben ser reparadas.

¿Cuál es el papel de la Iglesia en los diálogos de paz con el Eln?

Se ha insistido en que se llegue a una solución definitiva en el conflicto con el Eln. Esperamos que esta visita del santo padre anime ese proceso, le dé dinámica y permita avanzar en el cese bilateral y definitivo del fuego. El país necesita que cesen las hostilidades, los enfrentamientos y, por lo tanto, el papel de la Iglesia ha sido de animar, de acompañar y de insistir en la necesidad de que el proceso avance hacia la firma. Pero la mayor urgencia es el cese bilateral de hostilidades.

En las actividades de la Semana por la Paz hay una en la que se incluye la siembra de árboles. ¿Cómo ha trabajado la Iglesia en la construcción de paz a partir del cuidado del medio ambiente?

Uno de los ejes de la visita del papa va a ser una celebración en la que se va a hablar de la reconciliación con la naturaleza, del cuidado de la creación y de revisar nuestros hábitos de consumo. En este sentido me parece que la siembra de árboles va a ser muy significativa, porque nos va a ayudar a todos a recordar que hemos deforestado una parte muy importante del mundo. Y hoy hay un desafío en Colombia relacionado con la Amazonia. Una parte de esa zona está en Colombia y estamos creando una red panamazónica. En esa red ya están todas las diócesis de la cuenca de la Amazonia y la Orinoquia, y dentro de ese ejercicio estamos motivando diálogos, construcciones comunes (de significados) y estamos trabajando con pueblos indígenas.

Para intentar reconstruir hay que perdonar. ¿Cuál es la importancia del perdón?

Sí, el perdón es una dimensión muy importante en una sociedad como la nuestra. Hay un desafío muy grande y es cómo lidiar con el pasado. Requiere del involucramiento de todas las partes. En la medida en que se va ganando en la capacidad de ver el mundo con otros ojos, se es capaz de reconocer sus responsabilidades y de descargar sentimientos negativos a un pasado en el que hubo un gran sufrimiento. El pedir perdón siempre es sanador. El papa Juan Pablo II decía: “Ofrece el perdón y recibe la paz”

Paralelas a la Semana por la Paz hay otras iniciativas de reconciliación, ¿cuáles son?

Sí, hay unas celebraciones relacionadas con el tema de la reconciliación. La reconciliación tiene que ver con todos los ambientes de la vida social, pasa por la familia, la escuela, la comunidad, hasta llegar a la sociedad. La sociedad se divide y se fractura desde muchos ángulos y lo que hemos procurado es que en las escuelas y en las parroquias se hagan ejercicios de reconciliación, que se hagan ejercicios efectivos de reencuentro. El papa nos va a recordar que hay unos componentes que son la verdad y la misericordia, la justicia y la paz. Si no hay misericordia, si no hay capacidad de abrir la puerta a quienes cometieron errores y atrocidades, si no hay una capacidad de superar el miedo que crea prevenciones, vamos a tener mucho sufrimiento.

Por Beatriz Valdés Correa @beatrijelena

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