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“Para la gente los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (Etcr) sigue siendo el centro”, respondió Pastor Alape, delegado de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común ante el Consejo Nacional de Reincorporación. Se refería a que para los excombatientes de la guerrilla esos espacios siguen siendo importantes en su proceso de reincorporación a la sociedad civil.
Durante el lanzamiento de la plataforma periodística La Paz en el Terreno, un proyecto de Rutas del Conflicto y Colombia2020 de El Espectador, se reveló que hay 32 nuevos asentamientos de excombatientes. Sobre ese fenómeno Alape explicó que muchas de las personas que dejaron las armas han decidido migrar hacia otras zonas en busca de entornos que los reciban. Por ejemplo, van donde están sus entornos familiares.
El exjefe guerrillero ejemplificó diciendo que el Etcr de Vidrí (Chocó) se ha ido despoblando porque los excombatientes han decidido instalarse en municipios como Pueblo Rico (Risaralda), Urrao (Antioquia), Frontino (Antioquia) y la cuenca del río Jiguamiandó (Chocó). Explicó que tomaron esa decisión “porque ahí tienen los apoyos”.
A pesar de esa migración hacia otras regiones, Alape cuenta que los excombatientes siguen yendo a los Etcr a capacitarse en diversas labores. Por ejemplo, en Antioquia se están recibiendo capacitaciones en ciencias de la salud, a las cuales asisten excombatientes que han salido del Etcr.
A pesar de eso, Raúl Rosende, jefe de la Misión de Verificación de la Onu en Colombia, recordó que esos nuevos asentamientos crean nuevos desafíos para la reincorporación. Alape mencionó uno de ellos, que llegue el abastecimiento a esos puntos. Dijo que esa es “la pelea” la están tendiendo la Farc y el Gobierno. Por ahora, los excombatientes van hasta el Etcr y recogen los enseres.
A su vez, Alape también reconoció que Farc no tiene cómo saber dónde está cada una de las 12.482 que según sus cálculos dejaron las armas. “No tenemos recursos para las actividades de seguimiento”, enfatizó. El exlíder guerrillero afirmó que las cifras de excombatientes asesinados que tiene Farc superan los 50, mientras que la Misión de Verificación de la Onu registra 44.
Las críticas de Pastor Alape a la reincorporación
La manera como se está adelantando la reincorporación fue objeto de críticas por parte de Alape. “El tema central es que en el Estado no se estableció una estrategia de paz ni de la implementación del acuerdo”, recalcó. Criticó, por ejemplo, los cambios que en el Congreso se le hicieron a la Jurisdicción Especial de Paz, el hundimiento de la reforma política y el de la reforma rural.
Gran parte de las críticas de Alape se focalizaron en la reincorporación económica. Contó, por ejemplo, que en la zona veredal de Colinas, Guaviare, los excombatientes tuvieron que botar más de tres toneladas de pepino porque “no tuvimos quién nos ayudara a comercializar”. Destacó que en los distintos Etcr se han creado 150 proyectos de iniciativa de las personas que dejaron las armas.
Alape resaltó la voluntad de “algunos funcionarios” estatales. Sin embargo, señaló que en muchas ocasiones no tenían las capacidades institucionales para actuar. “No encontramos una articulación y ahí está el problema grave”, dijo. Ejemplificó con el proceso de sustitución de cultivos de uso ilícito del que dijo que “ha quedado en que la gente ha arrancado la mata, pero no hemos sembrado la primera matica en la sustitución”.
Contó también que el programa de educación para los excombatientes estuvo en vilo por cuenta de la falta de recursos. Sin embargo, aseguró que en los últimos días tuvieron una reunión con el Ministerio de Educación que garatizaría que más de 2.000 personas que dejaron las armas terminen el bachillerato.
La intervención de Alape terminó diciendo que a pesar de que el acuerdo de paz le ha devuelto la esperanza a Colombia hay riesgo que se ciñen sobre la implementación. Concluyó hablando de la seguridad jurídica de los excombatientes diciendo que “el caso Santrich ha generado incertidumbre en el colectivo”.