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A finales de 2022 el sopor de la tarde bajo el cerro Ingrumá se vio interrumpido por un tropel de motocicletas y jovencitos escuálidos que, empuñando lo que parecían armas, intentaban realizar algo que parecía un atraco en la vereda Sipirra, del resguardo Cañamomo y Lomaprieta, en Caldas.
Dos guardaespaldas de la Unidad Nacional de Protección que por pura casualidad se encontraban ese día en la vereda prestando seguridad a un líder de la comunidad indígena reaccionaron desenfundando sus pistolas, a un movimiento de apretar el gatillo.
“Nos tocó para inmediatamente la escena y decirle a los escoltas: ‘qué pena con ustedes, pero esto no es real’. La vida de nuestros actores estaba en riesgo”, recuerda hoy el profesor Freider Trejos: “esto es una filmación, les dijimos, tenemos los permisos de la Policía. Cuando nos acercamos al escolta él nos respondió: ‘tranquilos, yo los conozco a ustedes y los sigo en redes sociales’.
La anécdota ocurrió durante la grabación de Alucinógeno y aunque hoy causa gracia, pudo terminar en tragedia. Es sólo una de las muchas historias que tienen los jóvenes del proyecto Líricas de la Montaña, una iniciativa impulsada por dos maestros rurales de la Institución Educativa Cañamomo y Lomaprieta, en el resguardo indígena del mismo nombre, un territorio cafetero de montañas afiladas entre Supía y Riosucio.
En contexto: Cañamomo y Lomaprieta, el resguardo que fue declarado territorio de vida
Líricas de la Montaña nació como un proyecto transversal de aula impulsado por los docentes Freider Trejos y Víctor Manuel Hernández en 2017, pero según Trejos, “ya no es sólo un proyecto institucional, sino que es un proyecto de vida para los muchachos” que participan, que son una veintena de jóvenes desde grado sexto hasta once, además de egresados que ya se graduaron de la institución.
Al principio empezaron como un grupo de jóvenes que con sus celulares grababan cortometrajes y pequeñas piezas audiovisuales para los trabajos del colegio, pero muy pronto se convirtieron en un grupo de apasionados por el cine comuniario y alternativo, a tal punto que grabaron una primera película, Alucinógeno, la historia de “seis chicos que por circunstancias se ven enfrentados a muchas situaciones difíciles, pero a través del arte cambian su vida”, dice Freider Trejos.
Ahora están emitiendo una serie web por redes sociales llamada Mujeres, Futbol y Amores. Algunos de estos productos alcanzaron más de 60 mil reproducciones en la página de Facebook del proyecto.
“Grabamos con los dispositivos que tenemos a la mano”, asegura el profesor Trejos, “tenemos un chico que es el redactor y ha compuesto seis piezas musicales de rap que dan a conocer la historia de nuestro territorio”.
Líricas de la Montaña ha participado ya de importantes eventos como el Festival de Cine de Marmato, el Festival Internacional de Cine de Terror y el Encuentro Internacional de Cine Comunitario. Aunque han recibido algunos apoyos, como los del veterano director antioqueño Víctor Gaviria, casi toda su trayectoria la ha logrado con recursos propios, además, en un territorio que sufrió como pocos el conflicto armado en el eje cafetero. “
“No es lo mismo tener cámaras réflex de 800, que un celular”, admite el docente, “cuando nos enfrentamos a competir con celular, nos dimos cuenta que había gente con elementos técnicos muy poderosos”, concluye el profesor Trejos.
Rescatar los saberes ancestrales
La propia dinámica del proyecto terminó por desbordar el campo audiovisual y ahora Líricas de la Montaña tiene también una línea de inteligencia artificial con la que han rescatado los saberes ancestrales de su territorio.
Con lenguaje de programación los jóvenes crearon un asistente virtual que recopila los saberes de los ancianos indígenas del territorio sobre el valor y los usos de las plantas medicinales. “Van al campo a hacerle consulta a las personas mayores y entrevistándolas con nuestros móviles empezamos a recolectar toda esa información”, asegura el profesor Freider Trejos, apuntando que estos datos recopilados sobre más de 200 plantas medicinales sin incorporados en un asistente virtual al que “uno le pregunta qué sirve para determinado dolor y este asistente está programado para que te responda”.
En fotos: Este es el resguardo indígena de Cañamomo y Lomaprieta
Por estas propuestas innovadoras fue que el proyecto Líricas de la Montaña terminó seleccionado como una de las 15 experiencias significativas que participaron del Teacher Tech Summit Latam 2023, la cumbre tecnológica educativa más importante del continente, realizada el pasado 26 de abril de manera virtual con auspicio del Banco Mundial y la organización T4 Education.
“Queremos inspirar a otros maestros de Latinoamérica para que cuenten su historia como la estamos contando nosotros”, sostiene el docente Víctor Manuel Hernández. Participar en este evento les ofreció, de acuerdo con Trejos, una visibilidad que no habían tenido hasta ahora, incluso el diario El Mercurio de Chile los reseñó por su participación en el evento. “Hay chicos que si no fuera por el proyecto hoy estarían pidiendo limosna, o perdidos en la droga. Transformar vidas, eso es lo que buscamos con el proyecto”, sostiene, por su parte, Freider Trejos.
“Esto ya no es solo un proyecto institucional, sino que es un proyecto de vida para los muchachos”, concluye Trejos, quien busca reunir los recursos necesarios para que estos jóvenes, en los que cada día se “gesta ese amor por el arte y la tecnología”, puedan viajar al Festival de Cine de Berlín en 2024. Esperan que allá los confundan con lo que quieren ser, cineastas de verdad, no con asaltantes de vereda, como les ocurrió en el rodaje de su primera película.
