“Este país se escandaliza porque uno dice hijueputa en televisión,
pero no se escandaliza cuando hay niños limpiando
vidrios y pidiendo limosnas. Eso sí no, eso es folklore”.
Jaime Garzón
Por Juan David Cabrera Arocha*
Un documento emitido por el Programa de las Naciones para el Desarrollo, plantea un argumento según el cual los medios (medios tradicionales y redes sociales), pueden ser un instrumento para la paz en escenarios proclives al conflicto. El argumento central del texto, es que el contenido de los medios puede afectar de manera positiva la actitud de la población frente al “otro”, mejorando la cohesión social. En esta columna, lo que sugiero es que la paz no solo es la ausencia de conflicto armado, sino también el trabajo activo por construir una sociedad más justa. A esto es a lo que se refiere el concepto de “paz justa”, y en el propósito de alcanzar dicha paz, los medios tienen un papel muy importante.
El concepto de “paz justa” descrito por Akum Longchari, indígena y académico de la India, nos dice que una verdadera paz implica la cesación (o al menos la disminución) de las contradicciones sociales, en las cuales algunos grupos salen ganando y otros perdiendo. Esta “paz justa”, significaría pues, el fin de la violencia estructural, la cual como expliqué en otra columna, tiene que ver con el hecho de que en la sociedad hay grupos privilegiados y grupos vulnerados, normalmente caracterizados en términos de clase, raza y género.
Así, los medios de comunicación podrían constituirse en instrumentos para la paz, si sus contenidos contribuyen a generar sentimientos de empatía y de deseo de justicia en sentido amplio. Está empatía y deseo de justicia, debe partir del hecho de que hay grupos que pierden en el juego social, y que su sufrimiento y circunstancias de subalternidad históricas ameritan una sensibilización frente al dolor del otro, frente a su situación histórica de opresión. Los medios, como creadores de discurso, pueden reproducir una ideología racista, clasista y machista, o podrían optar por desafiarla. Esto sin duda puede contribuir a que en la vida cotidiana se reconozca a los demás seres humanos como pares, e incluso a reconocer que hay algunos grupos que necesitan especial protección.
Con esto en mente, quisiera plantear algunas reflexiones. Hasta qué punto:
¿Los medios de comunicación contribuyen a generar visiones estereotipadas, de algunos grupos tradicionalmente subordinados?
¿Se presenta a los afrocolombianos, como asociados exclusivamente a actividades físicas, de folclor o a trabajos mal remunerados?
¿Los medios esencializan y incluso ridiculizan a la población LGBTI?
¿Se presenta a la mujer asociada a roles más de cuidado y servicio, y a los hombres a roles más relacionados con lo público?
¿Contribuye a la paz justa, el hecho de que los medios hayan dejado de publicar noticias sobre la relación del Fiscal Néstor Humberto Martínez, con el mayor escándalo de corrupción de los últimos años?
¿ Los medios presentan una idea según la cual, con el trabajo duro es posible que alguien cambie su estado socio-económico, en un país en el que se requieren 11 generaciones para que una familia pobre llegue al ingreso medio?
Por supuesto no todo es blanco y negro, y dentro del contenido que publican los medios es posible ver perspectivas que contribuyen a la paz justa, a la empatía entre los seres. Como lo dice el pensador italiano Antonio Gramsci: la hegemonía nunca es absoluta.
¿Qué están haciendo los medios para contribuir a la paz?
*Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad –Dejusticia.
“Este país se escandaliza porque uno dice hijueputa en televisión,
pero no se escandaliza cuando hay niños limpiando
vidrios y pidiendo limosnas. Eso sí no, eso es folklore”.
Jaime Garzón
Por Juan David Cabrera Arocha*
Un documento emitido por el Programa de las Naciones para el Desarrollo, plantea un argumento según el cual los medios (medios tradicionales y redes sociales), pueden ser un instrumento para la paz en escenarios proclives al conflicto. El argumento central del texto, es que el contenido de los medios puede afectar de manera positiva la actitud de la población frente al “otro”, mejorando la cohesión social. En esta columna, lo que sugiero es que la paz no solo es la ausencia de conflicto armado, sino también el trabajo activo por construir una sociedad más justa. A esto es a lo que se refiere el concepto de “paz justa”, y en el propósito de alcanzar dicha paz, los medios tienen un papel muy importante.
El concepto de “paz justa” descrito por Akum Longchari, indígena y académico de la India, nos dice que una verdadera paz implica la cesación (o al menos la disminución) de las contradicciones sociales, en las cuales algunos grupos salen ganando y otros perdiendo. Esta “paz justa”, significaría pues, el fin de la violencia estructural, la cual como expliqué en otra columna, tiene que ver con el hecho de que en la sociedad hay grupos privilegiados y grupos vulnerados, normalmente caracterizados en términos de clase, raza y género.
Así, los medios de comunicación podrían constituirse en instrumentos para la paz, si sus contenidos contribuyen a generar sentimientos de empatía y de deseo de justicia en sentido amplio. Está empatía y deseo de justicia, debe partir del hecho de que hay grupos que pierden en el juego social, y que su sufrimiento y circunstancias de subalternidad históricas ameritan una sensibilización frente al dolor del otro, frente a su situación histórica de opresión. Los medios, como creadores de discurso, pueden reproducir una ideología racista, clasista y machista, o podrían optar por desafiarla. Esto sin duda puede contribuir a que en la vida cotidiana se reconozca a los demás seres humanos como pares, e incluso a reconocer que hay algunos grupos que necesitan especial protección.
Con esto en mente, quisiera plantear algunas reflexiones. Hasta qué punto:
¿Los medios de comunicación contribuyen a generar visiones estereotipadas, de algunos grupos tradicionalmente subordinados?
¿Se presenta a los afrocolombianos, como asociados exclusivamente a actividades físicas, de folclor o a trabajos mal remunerados?
¿Los medios esencializan y incluso ridiculizan a la población LGBTI?
¿Se presenta a la mujer asociada a roles más de cuidado y servicio, y a los hombres a roles más relacionados con lo público?
¿Contribuye a la paz justa, el hecho de que los medios hayan dejado de publicar noticias sobre la relación del Fiscal Néstor Humberto Martínez, con el mayor escándalo de corrupción de los últimos años?
¿ Los medios presentan una idea según la cual, con el trabajo duro es posible que alguien cambie su estado socio-económico, en un país en el que se requieren 11 generaciones para que una familia pobre llegue al ingreso medio?
Por supuesto no todo es blanco y negro, y dentro del contenido que publican los medios es posible ver perspectivas que contribuyen a la paz justa, a la empatía entre los seres. Como lo dice el pensador italiano Antonio Gramsci: la hegemonía nunca es absoluta.
¿Qué están haciendo los medios para contribuir a la paz?
*Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad –Dejusticia.