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El comisionado de paz, Otty Patiño, reconoció en entrevista con Colombia+20 que uno de los recientes eventos del presidente Gustavo Petro en Medellín para hablar de paz urbana fue una “acción interesante”, pero incompleta.
Se trata del espacio que se denominó “tarimazo”, en el que el mandatario compartió escenario con los principales jefes de las bandas criminales de la ciudad, quienes fueron trasladados desde la cárcel de máxima seguridad de Itagüí hasta La Alpujarra, centro de poder de la capital antioqueña.
Si bien en la tarima desde la que el presidente Petro dio un discurso sobre paz urbana y reforma laboral también participaron víctimas y organizaciones sociales que han seguido el proceso, la presencia de los cabecillas opacó esa participación y se generó una polémica.
La presencia de estos jefes criminales es el centro de la polémica porque, para muchos fue un acto revictimizante, y “blanqueó” la figura de estas figuras que son responsables de graves crímenes como homicidios, desplazamientos forzados y desapariciones entre otras.
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Esa fue precisamente una de las principales críticas del comisionado Patiño. “Fue una acción interesante, pero desde luego incompleta, en el sentido en que lo principal en ese tarimazo debía haber sido la presencia de las víctimas y no de la gente que estaba en las cárceles, que fue lo más visible. Pero yo he estado en Medellín en otros procesos y en otros momentos, y desde luego han aparecido las comunidades con mucha claridad”, dijo.
En ese contexto, más allá de considerar el evento como un error, como fue tildado desde varios sectores políticos y sociales, para Patiño fue una acción poco planeada.
“Pienso que fue una acción un poco precipitada, pero desde luego eso también puede significar un mayor compromiso de ellos en el desmonte de esas estructuras”, señaló el comisionado.
¿Qué fue el tarimazo y por qué participaron jefes criminales de Medellín?
Petro fue a Medellín para participar en un evento citado por las bases y la delegación del Gobierno en el proceso de paz urbana con las bandas criminales de la ciudad. La convocatoria contó con el apoyo del Dapre y la Casa de Nariño. Desde allí el presidente habló de los diálogo de paz con las bandas de Medellín que completó el pasado 4 de junio dos años y que se ha hecho con cabecillas de estructuras armadas como La Terraza, Caicedo, El Mesa y La Oficina.
Dado que el evento era para hablar de paz urbana y del proceso que se adelanta con las bandas de esas ciudad, varios jefes de esas estructuras criminales de Medellín —como José Muñoz (conocido como Douglas) y Freyner Ramírez (Pesebre) — fueron al evento.
Junto a ellos también estuvieron Juan Carlos Mesa o “Tom”; Juan Fernando Álvarez, “Juan 23″; Wálter Jiménez, “El Tigre” o “Ramón Chaqueta”; Jorge de Jesús Vallejo, conocido como “Vallejo”; Albert Henao, conocido como “Albert”; Dayron Alberto Muñoz Torres o “El Indio”; y Juan Camilo Rendón, “El Saya”.
Lo que se ha conocido es que la solicitud del traslado que se dio desde la cárcel de Itagüi, donde están privados de la libertad, fue un pedido expreso de la Oficina del Consejero Comisionado de Paz al Instituto Nacional Penitenciario (INPEC) que se dio varios días antes del evento.
¿En qué van los tableros de paz urbana?
En la entrevista, el comisionado Patiño también entregó un balance sobre los procesos de diálogo con las bandas criminales de Buenaventura, Quibdó y Medellín, siendo este último tablero como uno de los más destacados por los avances.
“En Medellín se logró disminuir el número de homicidios a una sola cifra; antes el número de homicidios estaba en dos cifras. De tal manera que sí ha habido un mejoramiento de la superación de la violencia. Por supuesto que la superación de la violencia, que es un tema también de combate contra el delito, depende de otras entidades que no es solamente la Consejería: depende de la Policía, de la acción de la justicia, de la acción de las Fuerzas Militares y de la fuerza pública en general en esos territorios. De tal manera que cargarle a la Consejería todos los elementos de seguridad y justicia es absolutamente injusto, pero siempre estamos tratando de hacerlo de manera coordinada con organismos de justicia y de seguridad”, señaló.
Uno de los acuerdos de los que se esperaban mayores resultados fue el piloto de barrios libres de extorsión que se aplicó en Medellín y Valle de Aburrá. Para el comisionado Patiño se han logrado cosas importantes en ese fenómeno.
“Esas son lecturas que se hacen sobre ese tema. Pero, indudablemente, cuando se habla de acabar con la extorsión, también tenemos que hablar de los compromisos que tiene que tener la gente y de generar unas alternativas distintas para que esos muchachos de las barriadas abandonen los caminos del delito y se metan en otro tipo de economía. Nosotros gestionamos al máximo, y creo que en Medellín se han hecho logros muy importantes, pese a las críticas que hay, porque, desde luego, la afinidad nuestra con el alcalde ni con el gobernador de allá nos ha permitido comprometer más a las entidades territoriales, que es absolutamente necesario hacerlo en este esfuerzo de paz”, explicó.
Sin embargo, los recientes informes han dado cuenta que no hay resultados tangibles que permitan entregar logros en materia de frenar la extorsión en la capital antioqueña, tanto así que la senadora Isabel Zuleta, quien además coordina el espacio de diálogo con las bandas criminales en esa ciudad, reconoció que todavía falta mucho para erradicar ese fenómeno. Hasta ahora el piloto está suspendido.
En estos procesos de diálogo urbano, una de las principales críticas ha sido la escasa presencia del comisionado Patiño en los espacios. Muchas veces fue reclamado para darle celeridad y continuidad a los diálogos. Al respecto, Patiño señaló que siempre ha estado aunque a través de los delegados.
“En Medellín, en el Valle de Aburrá, está Isabel Zuleta, digamos que es como si estuviera yo allí en ese espacio. En Buenaventura está Fabio Cardozo, que es una persona que ha venido trabajando estos temas desde hace casi más de 30 años. En Quibdó, en este momento, está como delegado nuestro una persona que tiene una alta experiencia en paz, que es el general William Rincón. Es decir, en cada parte no es necesario que esté yo. Por supuesto, cuando toca estar, voy a estar, y he estado también”, dijo Patiño.
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