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La visita que hará hoy el presidente Gustavo Petro a Medellín tiene muchas aristas. Lo primero es que no es una plaza fácil para el mandatario. La capital antioqueña es el fortín político del Centro Democrático y, por tanto, de gran parte de la oposición, entre ellas el mismo alcalde de la ciudad, Federico ‘Fico’ Gutiérrez.
El anuncio de su arribo generó de inmediato una reacción de Gutiérrez, quien dijo que Petro llegaba a la ciudad a “agitar y no a ayudar”. Otros políticos como Sebastián López, presidente del Concejo de Medellín, y otros opositores han empezado una campaña por redes sociales para desincentivar a la población de asistir al evento.
“Petro quiere convertir La Alpujarra en tarima de su demagogia. Desde el Centro Democrático y como presidente del Concejo de Medellín, decimos: ¡No a su farsa! No asistas. No le sigas el juego“, escribió López en su cuenta de X.
Petro llegará a Medellín para participar en un evento citado por las bases y la delegación del Gobierno en el proceso de paz urbana con las bandas criminales de la ciudad.
Según conoció Colombia+20 en el evento, que tendrá lugar a las 2 de la tarde en la plazoleta del centro administrativo La Alpujarra, sede del poder de la capital antioqueña, se expondrán los resultados de ese diálogo de paz que completó el pasado 4 de junio dos años y que se ha hecho con cabecillas de estructuras armadas del Valle de Aburrá que están en la cárcel de Itagüí como La Terraza, Caicedo, El Mesa y La Oficina.
Se prevé que a la convocatoria asistan congresistas del Pacto Histórico, la senadora Isabel Zuleta, coordinadora de ese proceso de paz, organizaciones sociales, entre otros.
Además: Tregua, plan de no extorsión y la llegada de Don Berna: así va diálogo con bandas de Medellín
Este sábado 21 de junio acompañamos este pacto por La Paz urbana en Medellín junto a nuestro Presidente Gustavo Petro Desde la Plazoleta de la Alpujarra💪🏼
Publicada por DAPRE Departamento Administrativo de la Presidencia de la República en Jueves, 19 de junio de 2025
¿En qué va el proceso con las bandas del Valle de Aburrá?
En dos años el espacio ha mostrado algunos avances importantes. Uno de los mayores logros ha sido la disminución de homicidios, del que no tenía Medellín un registro tan bajo desde hace casi tres décadas.
No obstante, en los últimos meses en la ciudad camina un fantasma que amenaza con poner a tambalear ese gran logro. Según datos del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de la Alcaldía de Medellín, en lo que va del año se han registrado 144 homicidios, mientras que para el mismo periodo, pero de 2024, se habían contabilizado 125 casos. Sobre este último punto, varios expertos y autoridades han dicho que las razones de la disminución no se debe solo a ese diálogo.
Además, en la mesa se ha pactado el compromiso contra la explotación sexual infantil en zonas de turismo sección.
El proceso, ha dado, además, giros claves como la llegada de Diego Fernando Murillo Bejarano, conocido como “Don Berna”, quien se unió al proceso en calidad de gestor de paz. Varios investigadores le han explicado a este diario que si bien “Don Berna” ya no tiene la misma autoridad sobre las bandas criminales, su influencia en el proceso podría ser la información que podría aportar, aunque sea desde la distancia. Actualmente está recluido en una cárcel de Estados Unidos, donde paga una condena de 31 años tras su extradición en 2008.
Además, se implementó una hoja de ruta con cinco ejes, que incluyen prevención de la violencia, equidad territorial y desarme de las estructuras armadas.
A eso se suma, que en octubre de 2024 se estableció una agenda con 60 organizaciones civiles para garantizar una participación real y vinculante en los diálogos urbanos, que incluye seguimiento comunitario en barrios estratégicos.
Otro punto, del que todavía no se ha hecho una verificación rigurosa es el compromiso de las bandas de frenar la venta de fentanilo y heroína en zonas escolares, y colaborar con las autoridades para identificar redes de drogas.
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El plan de no extorsión, el otro avance
El otro tema grande de la mesa y del que seguramente hablará el presidente es el plan piloto de no extorsión que termina justamente este sábado.
El plan piloto de no extorsión se extendió el pasado 21 de marzo sobre 45 barrios del Valle de Aburrá, Itagüí y Bello y, ahora se está a la espera de que se entregue el informe de seguimiento.
Esta medida para desescalar la violencia en la capital antioqueña se ha perfilado como uno de los grandes logros en la mesa que lleva el Gobierno con las bandas de esa región.
El plazo que se cumplió este sábado fue el de la extensión del plan que en realidad se puso en marcha a finales del año pasado y era inicialmente en 25 de barrios de Medellín y el Valle de Aburrá. Sobre ese primer piloto, la Comisión de Observación de Seguimiento entregó su primer balance el pasado 13 de febrero.
En el documento se mencionaron las dificultades para hacerles seguimiento a los compromisos de las bandas, debido a la escasez de registros confiables y un subregistro sobre el delito de extorsión, lo que dificultó dimensionar la problemática.
En una reciente entrevista, la senadora y jefe de la delegación le dijo a Colombia+20 que esperan extender el piloto de no extorsión en tiempo y sobre más barrios de la ciudad. Además, explicó que están trabajando en pilotos en otras cárceles de Medellín, principalmente para acercarse a las mujeres que hicieron parte de las bandas criminales y abrir espacios de diálogo con otros miembros de las estructuras.
En contexto: Bandas criminales de Medellín extienden plan piloto de no extorsión hasta junio
La Asamblea Constituyente, podría estar entre los temas del ‘Plazoletazo’
La visita de Petro a Medellín, tal como lo ha hecho en Cali y Barranquilla, es seguir apostándole al lugar donde mejor sabe moverse el presidente: las calles.
Los plazoletazos en esas dos ciudades lo ponen cara a cara con la gente y en la plaza pública para mejorar su caudal político de cara a las próximas elecciones, cuya campaña empezó hace rato y que ahora se refuerza con la propuesta del mandatario de incluir una papeleta en las próximas elecciones para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
Por eso, el paso de Petro por Medellín puede ayudarle para ir ambientando ambos escenarios. Aunque el presidente no ha dicho que se referirá al tema de la Asamblea, en el trino donde dio a conocer la iniciativa daba algunas luces. También dijo celebraría la aprobación de la reforma laboral, que el viernes logró la conciliación en el Congreso.
“El pueblo ha despertado. El pueblo ha visto en directo, quienes están con él, quienes lo abofetean y condenan, quienes prohíben que hable, ahora ese saber popular debe expresarse en donde el pueblo es rey, en las urnas. Por eso será entregada una papeleta para convocar la asamblea nacional constituyente en las próximas elecciones. Espero la decisión de millones para que el próximo gobierno y congreso tengan el mandato imperativo de construir el estado social de derecho, la justicia social, la democracia profunda con las gentes, la paz. El sábado, con el pueblo trabajador de Antioquia, celebraremos esta gran victoria. La ley de la reforma laboral“, dijo en un largo mensaje en su cuenta de X (antes Twitter).
El pueblo trabajador de Colombia ha ganado su primera victoria después de 34 años, cuando en la constitución se ordenó hacer una ley del estatuto del trabajo, orden desde entonces incumplida.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 20, 2025
Se que falta mucho, pero le he cumplido a la clase trabajadora, en la que me crie como…
La visita de Petro subraya que la paz urbana en Medellín es una prioridad en la agenda nacional. La estrategia ha generado resultados tangibles: menos homicidios, freno parcial a la extorsión y compromisos activos contra el narcotráfico y la violencia sexual.
Sin embargo, la paz aún es frágil en muchos sectores, y el éxito del experimento urbano dependerá de consolidar una presencia estatal efectiva, institucionalizar los acuerdos en leyes y mantener un control comunitario permanente para que estos avances no sean momentáneos.
Más allá del balance técnico del proceso de paz urbana, la visita de Petro a Medellín también respondió a un interés político estratégico: ganar terreno en una de las regiones más adversas para su proyecto político.
En una ciudad donde el uribismo ha tenido históricamente un fuerte arraigo y donde su gobierno no ha logrado consolidar una base sólida de apoyo, Petro apostó por mostrar resultados concretos como forma de disputar el relato de seguridad y gobernabilidad. Al poner en vitrina el piloto de diálogo con bandas, el presidente busca no solo defender su política de Paz Total, sino también ensanchar su margen electoral en un territorio clave y reacio, pensando ya en el pulso de 2026.
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