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Este lunes 10 de octubre, un total de 37 personas en Pereira consultaron a centros médicos por complicaciones en la salud tras haber ingerido alimentos que obtuvieron en una panadería ubicada en el sector de Cuba, y que al parecer, estaban contaminados con una sustancia aún por identificar. Aunque algunas continúan en observación y en Unidad de Cuidados Intensivos, otras ya fueron dadas de alta.
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Las autoridades de salud en la capital de Risaralda informaron que 15 personas ya se encuentran con sus familias nuevamente. Sin embargo, 13 están todavía en Unidad de Cuidados Intensivos, de las cuales 6 están sin soporte ventilatorio y 7 están con soporte ventilatorio, presentando mejoría. Los 9 ciudadanos restantes siguen en observación médica.
“Los síntomas fueron muy similares, caracterizados principalmente por diarrea, vómito, malestar general, mareos y dificultad respiratoria. Las personas consultaron con servicio de urgencias con estos síntomas asociados a broncorrea, broncoespasmo y bradicardia importante”, le dijo a El Espectador uno de los médicos encargados en la atención del caso, quien además advirtió que los pacientes también presentaron un síndrome colinérgico.
Dicho síndrome, que se manifiesta en alteraciones de la conciencia, debilidad muscular y una excesiva actividad secretora está asociado a la intoxicación por organofosforados, compuestos que hacen parte de insecticidas y herbicidas.
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Para determinar la sustancia que pudo haber afectado a los 37 pacientes reportados, se envió una muestra del alimento a Bogotá: “Nuestro equipo de vigilancia epidemiológica sigue con las investigaciones y en entrevista con los afectados y sus familiares. Además, las muestras de la fuente de la intoxicación se encuentra en análisis por parte del laboratorio del Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima)”, aseguró este 10 de octubre Ana Yolima Sánchez Gutiérrez, secretaria de Salud Pública y Seguridad Social de Pereira.
Por otro lado, luego de conocerse el caso, las autoridades de Pereira llegaron hasta el lugar donde se comercializaron los alimentos. El dueño del establecimiento aseguró que las empanadas que vendía no eran fabricadas por él, sino que las compraba a un proveedor que las fabricaba en una casa.
No obstante, el establecimiento fue sellado, pues se encontraron irregularidades como deficientes procesos de limpieza y desinfección y presencia de plagas como cucarachas. Por su parte, la Policía investigará la procedencia de las empanadas.