Según explican los mamus, Kaku Bunkwakukwi (el padre Sol) en esta época del año está sentado en su akunkawu (asiento sagrado) esperando recibir los tributos y ofrendas de sus hijos. El pueblo iku (arhuaco) cumple con el deber de retribuir a la naturaleza por cada elemento al que afecta, lo cual, según la ley de origen, garantiza el equilibrio de la vida.
Explica el mayor Paulo Torres, de la comunidad de Gunaruwun, que estos deberes consisten en pagar nuestros impuestos a la naturaleza.
Los hijos de Bunkwakukwi tenemos el deber natural de sanar el universo a través de los mamus (guías espirituales); por esta razón en cada comunidad¹ del pueblo arhuaco en consulta con la Zaku (madre Tierra) y determinan cuáles son los elementos tangibles de la madre Tierra necesarios para realizar este trabajo espiritual. Los materiales pueden ser piedras, algodón o hilos, entre otros, los cuales funcionan como canastos donde se deposita el pensamiento, y toda la riqueza espiritual que tenemos desde que nacemos; esto es oro, alimentos y dinero.
Es muy importante que las familias que conforman las comunidades se pongan de acuerdo para realizar el trabajo; para lo cual usan el material que determinaron los mamus. Se trata, entonces, de un espacio en el que se reúnen, se concentran y con movimientos de las manos limpian cada elemento de la naturaleza.
De acuerdo con la consulta del mamu a la Zaku se profundiza en aspectos en los que sea necesario fortalecer a la comunidad, el pueblo y el mundo de generación en generación. Estos trabajos convocan a todos los integrantes de las comunidades: mujeres, niñas, niños, jóvenes y mayores, y de esta manera se han sostenido en el tiempo los trabajos espirituales.
Posterior al desarrollo de los trabajos espirituales, las comunidades guiadas por los mamus delegan a emisarios para que entreguen o depositen el a’buru en los distintos sitios sagrados que se hallan en nuestro territorio ancestral, y la Zaku determina el lugar exacto donde se debe poner.
Con eso se da por terminado este trabajo, al que en el lenguaje cotidiano se le llama zownu (ofrenda) de fin de año.
¿Qué continúa después del “zownu”?
El ciclo de la permanencia cultural de nuestras comunidades se realiza de acuerdo con los recorridos del Sol durante el año. En el solsticio de junio y diciembre se reúnen los mamus en los kadukwu (espacio sagrado) y kunkurwas (casa sagrada), y allí consultan las afectaciones y reparaciones que se le deben hacer a la madre Tierra. A partir de lo que salga en la consulta se debe hacer el trabajo en todas las comunidades del territorio ancestral, y los mamus se encargan de que todos al final realicen sus ofrendas o pagos a la naturaleza.
La ley de origen interpretada por los mamus señala que cada año es un ciclo y cada momento requiere una preparación. Estos dependen del recorrido del Sol, el primer semestre del año se debe comprender como la jornada de la mañana y el segundo semestre del año es como la jornada de la tarde. Así los pagamentos no solo se realizan durante diciembre sino también en otros meses, por ejemplo abril, junio y agosto.
Explica el mayor Paulo Torres que durante los meses de enero, febrero y marzo la Tierra se agrieta y en el ámbito espiritual inicia el ciclo de la vida, empiezan las semillas a fecundar la tierra.
Las semillas germinan durante marzo hasta llegar a junio; espiritualmente nos encontramos en el centro del ciclo del año, es como si el Sol se encontrara en el centro de la Tierra y empezara a caer, representación del segundo semestre del año.
Por ello el zownu es una forma de estar a paz y salvo con la madre Tierra. Es necesario que la humanidad, en particular el pueblo arhuaco, cumpla con estos pagamentos. De esta manera se garantizará que la alimentación abunde, las semillas germinen y las cosechas sean prósperas.
1. En total, 60 comunidades conforman el pueblo arhuaco.
*Pueblo arhuaco, investigadora del Centro Intercultural de la Universidad del Rosario.
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Sierra Nevada
El pueblo arhuaco o ika vive en las cuencas altas de los ríos Aracataca, Fundación y Ariguaní, sobre la zona occidental de la Sierra Nevada de Santa Marta, así como a la falda del resguardo que entra en jurisdicción de Cesar y Magdalena. El territorio lo comparten con las comunidades kogui y wiwa, las cuales se distribuyen en por lo menos 20 asentamientos, en las que se estima que habitan cerca de 200.000 indígenas de las tres comunidades.
¿Qué es el solsticio de invierno?
Cada año tienen lugar dos solsticios, uno en junio y otro en diciembre. El de diciembre marca el día más corto en los países que se encuentran al norte de la línea del Ecuador, es decir, en el hemisferio norte. También será el día más largo en el hemisferio sur.
¿Por qué ocurre este fenómeno? El solsticio de diciembre es el momento en el que el Sol alcanza su punto más al sur de la Tierra, la latitud más austral que alcanza durante el año, y se encuentra directamente sobre el Trópico del Capricornio.
Como sabemos, el eje de la Tierra se encuentra ligeramente inclinado en un ángulo de 23,4°. En diciembre, dado que el hemisferio norte está más lejos del Sol, recibe menos luz solar durante el transcurso de un día. Entonces, durante el solsticio, la inclinación del Polo Norte en dirección contraria al Sol alcanza su punto máximo, por lo que tiene lugar el día más corto del año al norte del Ecuador.
El solsticio ocurre en un momento en específico, cuando el Sol se ubica sobre el Trópico de Capricornio. En Colombia, ocurrió el 22 de diciembre a las 10:59 a.m.