Tras el apagón que se registró el pasado martes 17 de junio en Barranquilla y que dejó a aproximadamente 200.000 usuarios afectados, Air-e, la empresa encargada de prestar el servicio, señaló que la emergencia se habría ocasionado por una falla técnica en un equipo de un tercero.
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En comunicado, la compañía, que se encuentra intervenida y en crisis financiera, detalló que el daño se registró en la subestación Oasis, en el norte de Barranquilla, “en un componente del sistema eléctrico de alta tensión de propiedad particular”.
Como consecuencia de esto, se “provocó la activación de los esquemas automáticos de protección, ocasionando la desconexión preventiva en cadena, de las subestaciones Puerta de Oro, Las Flores, Riomar, Silencio, Centro y Oasis, afectando el suministro de energía en varios sectores de Barranquilla y del municipio de Puerto Colombia”, añadió Air-e en comunicado.
Ante esto, explicaron que desplegaron personal técnico y especialista, que junto con la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, pudieron comenzar a restablecer el servicio dos horas después de que se registró el apagón “de manera controlada, segura y antes de lo previsto”.
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Sobre lo ocurrido, Sandra Fonseca, directora de Asoenergía, indicó a El Heraldo que aunque el equipo fuera de un tercero, se debe garantizar que cuentes con todas las protecciones técnicas exigidas, incluida la línea puesta a tierra. “Si los sistemas de protección no actuaron, hay que investigar y exigir que se corrijan para evitar que vuelva a ocurrir”.
El apagón que se presentó en Barranquilla no solo causó caos en la movilidad, sino también graves afectaciones económicas, que según la Cámara de Comercio de Barranquilla, rondarían los 23 millones de pesos, por las afectaciones a centros comerciales, restaurantes y hoteles, entre otros negocios. Por esto, pidieron explicaciones a Air-e de lo que ocurrió, así como acciones que eviten que un nuevo apagón se vuelva a registrar.