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Desde hace 20 días, la capital de Atlántico empezó la reactivación gradual de la economía. Artesanías, restaurantes, actividades físicas al aire libre, peluquerías, entre otros negocios reabrieron sus puertas. Ahora, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, anunció que desde el primero de septiembre se levantan las restricciones de movilidad como el pico y cédula y comienza el aislamiento selectivo. Uno de los retos es recuperar los 150.000 empleos perdidos desde marzo.
Sin embargo, la nueva modalidad de aislamiento no contempla las aglomeraciones con más de 50 personas o donde no se pueda garantizar el distanciamiento social. Solo están autorizados para operar las iglesias, casinos, gimnasios y zoológico, empresas de transporte e instituciones de formación para el trabajo, con previa aprobación de protocolos.
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“No podemos relajarnos, no hemos ganado nada. La responsabilidad individual será lo más importante”, dijo Pumarejo, quien invitó a seguir practicando las medidas como el lavado de manos, el tapabocas y el distanciamiento social.
Así operó el pico y cédula en Barranquilla
El primer pico y cédula se decretó a partir del 1 de abril, una semana después de haber entrado en vigencia el aislamiento preventivo obligatorio decretado por el Gobierno nacional. Empezó un día para números pares y otro para los impares, podían salir cinco dígitos por día.
Desde el 13 de abril el pico y cédula pasó a tres dígitos diarios, para reducir la cantidad de población en las calles. Casi un mes después, el 7 de mayo, el pico y cédula pasó a un solo dígito por día.
El 15 de mayo empezó a regir un nuevo calendario de pico y cédula pasando nuevamente a dos dígitos. Esa modalidad se mantuvo en las medidas expedidas en fechas posteriores, cada 15 días.
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El 8 de agosto, con la superación del pico de la pandemia en Barranquilla, se habilitó un nuevo calendario de pico y cédula con números pares e impares para las salidas que necesariamente tengan que hacer los ciudadanos, hasta el 23 de agosto. El mismo calendario se extendió hasta el 31 de agosto cuando finaliza la cuarentena obligatoria.
Fortalecimiento del sistema de salud
Luego del primer pico por COVID-19, Barranquilla recibió una donación de 40 respiradores no invasivos desde Emiratos Árabes Unidos para la clínica Camino Adelita de Char.
“Los ventiladores que recibe el Distrito hoy no son para soporte vital e invasivo, son de ventilación no invasiva, es decir no amplían la capacidad de las UCI, son clave para la salud de los pacientes en la etapa actual y en la pospandemia. De acuerdo a los protocolos y guías médicas para pacientes con fallas respiratorias, incluido COVID-19, estos equipos pueden usarse para evitar intubación, asistir servicios en cuidados intermedios y hospitalización”, explicó el secretario distrital de Salud, Humberto Mendoza.
En marzo, Barranquilla inició la atención de la emergencia por COVID-19 con 411 Unidades de Cuidados Intensivos. En los siguientes meses, el Gobierno nacional apoyó a la ciudad con 111 ventiladores para la atención de la pandemia. Asimismo, la gestión de la administración distrital, a través de inversión propia y donaciones del sector privado, logró la entrega de 105 ventiladores adicionales para la ampliación de la red pública y privada de atención y servicios de salud.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, de los 35.859 casos de coronavirus registrados en Barranquilla, 31.977 personas se recuperaron, lo que equivale al 89%.