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El pasado domingo a las 10 de la noche, en el barrio Siete de Abril en Barranquilla (Atlántico), un niño murió, luego de que un habitante del sector empezara a disparar. La discusión inció cuando Sergio Ramírez Gutiérrez culpó a sus vecinos por la pérdida de un canario. Al ver que no recibía respuesta, Ramírez sacó un arma y comenzó a disparar. En el hecho resultaron heridos Sigilfredo Castro, tío del Manor, Socorra de Horta, abuela del niño y hasta su propio hijo, Andrés Ramírez. (Lea aquí:Armada encontró 35 migrantes irregulares en las aguas del Urabá antioqueño)
La policía Metropolitana de Barranquilla llegó al lugar y capturó a Ramírez Gutiérrez y lo trasladó a la URI de la Fiscalía de dicha ciudad. El menor murió en un centro hospitalario, donde intentaron tratarlo por el disparo que recibió en la cabeza.
A pesar de recibir un disparo en la pierna, Sigilfredo Castro le entregó declaraciones a los medios donde contó que el agresor “llegó el domingo a la casa borracho, me empujó y me dijo que dónde tenía el ‘chirrío’. Le dije que su hijo me lo había dado para que se lo amansara, pero me dio una cachetada. El hijo le dijo que se calmara, que era verdad lo que le decía, pero volvió a pegarme otra cachetada y enseguida sacó el revólver y me disparó “ sostuvo Castro.
El menor se encontraba durmiendo cuando fue impactado por la bala. Al escuchar los disparos, la mamá del niño alertó a las autoridades. Castro solamente se dio cuenta de que había recibido un disparo en la pierna cuando estaba en el hospital. El lunes un juez de garantías legalizó la captura de Sergio Ramírez. (Lea también:Asesinan a subdirectora científica de hospital de Palmira)