Dos muertos tras protestas en Barranquilla
Los desmanes se ocasionaron por la falta de energía eléctrica desde el pasado domingo en Barranquilla y Soledad.
Redacción Nacional
Javier Ardila, de 57 años, un vendedor informal que recibió una herida de bala durante los desmanes ocurridos en Soledad (Atlántico), falleció este miércoles. Así lo confirmó Ramón Quintero, gerente del Hospital de Alta Complejidad. Con él ya son dos las personas que mueren luego de las protestas registradas el pasado lunes en ese municipio y en Barranquilla por la emergencia que dejó alrededor de 90 barrios sin el servicio de energía eléctrica.
El deceso es materia de investigación, pues según los familiares de Ardila, él no estaba participando en los desmanes, por el contrario, se movilizaba por el sitio de los hechos en una motocicleta.
Ante el hecho, la Defensoría del Pueblo solicitó a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios que investigue si hubo una posible negligencia por parte de Electricaribe. La entidad recibió aproximadamente 20 quejas en su línea de atención telefónica durante las últimas 24 horas. Por lo cual, según esos reportes, la empresa prestadora del servicio no aplicó las medidas preventivas adecuadas para el mantenimiento de las redes, teniendo en cuenta el período de sequía y las lluvias esporádicas del domingo, las cuales ocasionaron cortos.
Patricia Duque, Superintendente de Servicios Público ordenó trasladar a la capital del Atlántico una comisión de alto nivel para examinar la situación. “Estamos en el terreno evaluando las causas de las fallas, pronto tomaremos medidas", señaló la superintendente, quien abogó ante las empresas prestadoras del servicio de energía por mejoras en sus estándares de calidad.
Igualmente, la Defensoría destacó que los inconvenientes por las fallas y cortes en el suministro no son nuevos. Pues entre el 1 de enero y el 30 de abril de este año la entidad ha recibido aproximadamente 60 quejas de los ciudadanos relacionadas con facturas de cobro anormales.
Las protestas dejaron dos muertos, 16 personas heridas (nueve adultos, cinco niños y dos policías), daños en entidades bancarias y 25 buses con panorámicos rotos. Frente a esto, Jorge Otálora Gómez, defensor del Pueblo, sostuvo que “más allá de medidas como el aumento de la Fuerza Pública, la instalación de plantas portátiles para suplir las carencias y las labores judiciales relacionadas con los disturbios, lo que necesitan Barranquilla, Soledad y la población del Atlántico en general, es una intervención eficaz del Estado que asegure la continuidad, oportunidad y calidad del fluido eléctrico en la región como un derecho básico de los habitantes”
Javier Ardila, de 57 años, un vendedor informal que recibió una herida de bala durante los desmanes ocurridos en Soledad (Atlántico), falleció este miércoles. Así lo confirmó Ramón Quintero, gerente del Hospital de Alta Complejidad. Con él ya son dos las personas que mueren luego de las protestas registradas el pasado lunes en ese municipio y en Barranquilla por la emergencia que dejó alrededor de 90 barrios sin el servicio de energía eléctrica.
El deceso es materia de investigación, pues según los familiares de Ardila, él no estaba participando en los desmanes, por el contrario, se movilizaba por el sitio de los hechos en una motocicleta.
Ante el hecho, la Defensoría del Pueblo solicitó a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios que investigue si hubo una posible negligencia por parte de Electricaribe. La entidad recibió aproximadamente 20 quejas en su línea de atención telefónica durante las últimas 24 horas. Por lo cual, según esos reportes, la empresa prestadora del servicio no aplicó las medidas preventivas adecuadas para el mantenimiento de las redes, teniendo en cuenta el período de sequía y las lluvias esporádicas del domingo, las cuales ocasionaron cortos.
Patricia Duque, Superintendente de Servicios Público ordenó trasladar a la capital del Atlántico una comisión de alto nivel para examinar la situación. “Estamos en el terreno evaluando las causas de las fallas, pronto tomaremos medidas", señaló la superintendente, quien abogó ante las empresas prestadoras del servicio de energía por mejoras en sus estándares de calidad.
Igualmente, la Defensoría destacó que los inconvenientes por las fallas y cortes en el suministro no son nuevos. Pues entre el 1 de enero y el 30 de abril de este año la entidad ha recibido aproximadamente 60 quejas de los ciudadanos relacionadas con facturas de cobro anormales.
Las protestas dejaron dos muertos, 16 personas heridas (nueve adultos, cinco niños y dos policías), daños en entidades bancarias y 25 buses con panorámicos rotos. Frente a esto, Jorge Otálora Gómez, defensor del Pueblo, sostuvo que “más allá de medidas como el aumento de la Fuerza Pública, la instalación de plantas portátiles para suplir las carencias y las labores judiciales relacionadas con los disturbios, lo que necesitan Barranquilla, Soledad y la población del Atlántico en general, es una intervención eficaz del Estado que asegure la continuidad, oportunidad y calidad del fluido eléctrico en la región como un derecho básico de los habitantes”