La Procuraduría formuló pliego de cargos a Carlos Javier Prasca, quien fue rector de la Universidad del Atlántico desde 2017 hasta 2019, por presuntamente haber utilizado su cargo para acosar sexualmente a estudiantes.
En contexto: Procuraduría suspende a rector de la UniAtlántico tras escándalo de acoso sexual (1 de marzo de 2019)
Según la Procurauría, Prasca habría incumplido con el deber de tratar con respeto, imparcialidad y rectitud a las estudiantes, al presuntamente usar las dependencias de la universidad para propiciar encuentros íntimos y generar acercamientos de alto contenido sexual a través de llamadas telefónicas. “Lo que haré es acatar la decisión y comenzar el proceso de defensa”, dijo Carlos Prasca a El Espectador sobre la citación de la cual dice no ha sido notificado formalmente.
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La Procuraduría se refiere a las capturas de pantalla de una conversación en Whastapp conocidas en enero de 2019 en las que Prasca habría intentado propiciar un encuentro sexual con una estudiante. En ese momento, el exrector dijo que las imágenes fueron sacadas ilegalmente del celular de su esposa con el fin de hacerlo renunciar a su cargo.
El 18 de febrero de 2019, durante un Consejo Superior de la Universidad del Atlántico, presidida por el entonces gobernador Eduardo Verano, se tocó este tema. Prasca dijo que tenía pruebas suficientes para demostrar que no era culpable. Sin embrago, las denuncias por acoso sexual comenzaron a ser investigadas por la Procuraduría y no por el Consejo Superior. La primera acción que tomó la entidad fue suspenderlo el 2 de marzo de 2019 por tres meses como medida cautelar. Faltando tres días para cumplirse el tiempo de su suspensión, la Procuraduría revocó la medida y ordenó a Prasca volver a su cargo.
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En septiembre de 2019, estudiantes de varias universidades del país realizaron jornadas de protestas por los actos de corrupción en centros educativos del país. Los estudiantes de la Universidad del Atlántico se sumaron a las manifestaciones como un acto de solidaridad con un plantón que terminó en disturbios con el Esmad. El 24 de octubre, durante otra manifestación estudiantil, Carlos Prasca autorizó el ingreso del Esmad a las instalaciones de la Universidad; lo que empeoró la situación y estudiantes y profesores acordaron que si Prasca no renunciaba entrarían en paro. Seis días después, Prasca anunció que renunciaría luego de culminar sus vacaciones el 16 de diciembre de ese año.
Ahora Prasca deberá demostrarle a la Procuraduría que no acosó sexualmente a estudiantes. La entidad de control ha calificado de manera provisional este hecho como una falta grave cometida a título de dolo, es decir, con intención. La entidad afirmó que aparentemente Prasca “estaba consciente de la gravedad de su comportamiento, y amparado en su cargo habría actuado para satisfacer sus deseos”.
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