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Un joven de 19 años perdió la vida en la mañana de este viernes tras ser arrollado por un vehículo particular en la avenida Circunvalar con carrera 51B, en el norte de Barranquilla, cuando la víctima, identificada como Juan David Ucros Cervantes, se dirigía a su lugar de trabajo.
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De acuerdo con el reporte preliminar de las autoridades de tránsito, el accidente se registró alrededor de las 7:00 a.m. El joven, quien era aprendiz en una empresa de créditos de libranza, caminaba por la acera, después de descender de un bus de srvicio público, cuando fue impactado por un automóvil marca Nissan, placas FRS 569.
El conductor del vehículo perdió el control, chocó contra un poste, una señal de tránsito y un árbol antes de atropellar al peatón. El impacto causó la muerte inmediata del joven en el lugar de los hechos. El conductor, identificado como Edwin Alberto Cataño Guevara y su acompañante, Carlos Antonio Díaz Torres, resultaron heridos y fueron trasladados a la Clínica Altos de San Vicente, donde reciben atención médica.
De acuerdo con uno de los videos que circulan en redes sociales de curiosos que registraron las imágenes, posterior al accidente, se ve una botella de licor en la parte trasera del vehículo. Las autoridades aún no han confirmado si el conductor se encontraba bajo los efectos del alcohol al momento del siniestro. El Heraldo indicó, según una fuente judicial, que Cataño Guevara estaría en estado de embriaguez.
El accidente provocó congestión vehicular en la zona durante varias horas, mientras unidades de criminalística realizaban la inspección técnica y el levantamiento del cuerpo. La vía fue habilitada nuevamente hacia el mediodía, tras el retiro del vehículo involucrado.
Familiares de la víctima exigieron a las autoridades justicia para que este caso no quede en la impunidad. Juan David Ucros Cervantes era un joven de 19 años que estudiaba Ingeniería Telemática en la Institución Universitaria de Barranquilla (IUB). Además, se encontraba realizando pasantías en una empresa llamada Kredit, dedicada a créditos de libranza.
“Mi hijo ya estaba terminando su tecnólogo en la IUB que funciona en el ITSA de Soledad, ya después iba a continuar con el profesional universitario, seguir trabajando y poder especializarse, su sueño siempre fue salir adelante... Me quitó lo que más quería, el asesino que pague lo que tenga que pagar, porque él no era culpable, solo era mi muchachito trabajador y querido”, le contó a El Heraldo Dinaris Cervantes, madre del las víctima.
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