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En el Hospital Universidad del Norte falleció Juan Carlos Peralta Estupiñán, de 50 años, luego de permanecer seis días hospitalizado tras ser herido en un ataque dentro de su vivienda, en el barrio La Fe del municipio de Soledad, en el que también murió su mamá.
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Lo que hace particular el caso es que las víctimas fueron la mamá, el hermano y el cuñado de Otón Alfredo Peralta Estupiñán, presunto cabecilla de Los Costeños, mientras que detrás del hecho las autoridades investigan si se trató de una nueva retaliación de Los Pepes.
El atentado, que se convirtió en masacre, se registró el pasado 3 de julio. Un sujeto armado ingresaron a la vivienda de la familia y disparó contra las tres personas que se encontraban allí: Esperanza Estupiñán de Peralta, de 69 años, quien recibió tres disparos; Otón Wilderson Enrique Hernández Ucrós, de 51 años, y Juan Carlos Peralta. Los dos primeros fallecieron en el lugar.
Días después, la Policía Metropolitana de Barranquilla indicó que apareció un video de un grupo de personas encapuchadas, autodenominado Mano Negra, que se adjudicó el crimen, según mencionaron los hombres, motivados por el asesinato de varios comerciantes en la región.
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Pero investigaciones de las autoridades señalan que el ataque estaría relacionado con el intento de asesinato contra Digno Palomino, líder de la banda delincuencial de Los Pepes, que se registró el pasado 20 de junio en la cárcel de La Dorada, en Caldas, en la que también se encuentra Otón Alfredo Peralta, quien habría participado del hecho.
La situación tiene en alerta a las autoridades y a la comunidad, debido a una posible nueva arremetida violenta entre las dos bandas delincuenciales que han mantenido en los últimos años disputas por las rentas ilegales en Barranquilla y su área metropolitana.