Después de que los habitantes alertaran sobre esta situación, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) planeó campañas de recolección de esta especie de caracol y capacitación a las comunidades de estas cinco localidades del centro del Valle.
La alerta se da por los efectos que estos caracoles pueden tener tanto en el medio ambiente en la salud humana, pues portan bacterias que desarrollan enfermedades como la meningitis.
Algunos de los efectos que ha tenido el aumento de la presencia del animal, los han manifestado los habitantes de Guacarí quienes, en una carta a la CVC, explican que su proliferación ha afectado los cultivos de uva y papaya. Además, en Chambimbal y Zanjón Hondo, corregimientos de Buga, ya iniciaron las capacitaciones y la recolección de los caracoles africanos.
Debido al peligro que suponen, la CVC recordó, en comunicado de prensa, las medidas preventivas para lidiar con esta especie: se debe evitar el contacto con su baba, por lo que es importante manipularlos con guantes de látex y tapabocas. No se pueden consumir, así como tampoco se recomienda arrojarlos en la basura. Y, en caso de que se presenten de forma masiva, se debe alertar a las autoridades ambientales para que se encarguen de recolectarlos.
No es la primera vez que este animal genera alerta, pues en el 2013 ya se había avisado de su presencia en el departamento de Cundinamarca y en la capital de Antioquia, Medellín.