Las denuncias por las prácticas empleadas en el centro de rehabilitación “Camino Real”, en el sector de Las Palmas, del barrio Terrón Colorado, de Cali, terminaron en la captura de su director César Estupiñán, de 56 años, a quien las autoridades acusan por los delitos de tortura, secuestro agravado y ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios.
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La historia comenzó hace aproximadamente mes y medio, cuando se conoció el caso de una mujer de 28 años, que murió dentro de un centro médico de la ciudad, al que llegó con aparentes signos de maltrato que habría recibido dentro de la fundación. Días después se conocieron imágenes de jóvenes con cadenas en sus pies, que huyeron del lugar y que aseguraron que dentro del centro de rehabilitación se torturaba a las más de 60 personas internadas allí.
Según indicó el personero de Cali, Gerardo Mendoza, a este medio en ese momento, “las condiciones del sitio se semejaban más a una prisión. Pude ver un sitio cruel, un espacio corto donde metían 12 personas a dormir en camarotes entre hombres y mujeres y era una celda con barrotes y candado. Cuando alguien gritaba muy duro, lo sacaban, lo metían al río o le echaban agua, manifiestan los testigos, y si seguía gritando, lo metía en un cuarto oscuro, húmedo, y ahí lo dejaban. De hecho, ahí donde dicen que murió la mujer”.
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Ante esto, el centro de rehabilitación fue clausurado y las autoridades iniciaron las investigaciones en las que se determinaron las malas prácticas y así como se evidenciaron las condiciones insalubres en las que operaba la fundación.
Según el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Carlos Oviedo, las investigaciones también revelan que la mujer que murió presentaba señales de asfixia mecánica y al parecer habría sido víctima de graves lesiones, por lo que se ordenó la captura del director del centro de rehabilitación.