Han pasado ocho días desde la masacre de Llano Verde, en la que cinco menores de edad fueron asesinados y sus cuerpos arrojados en un cañaduzal cercano a este barrio del distrito de Aguablanca. Las investigaciones sobre los autores y el modo de operar por parte del crimen organizado siguen activas e inconclusas, al tiempo que el dolor de las familias de las víctimas y el pedido de justicia es permanente.
Es por eso que en la tarde de este miércoles, cientos de ciudadanos, bajo la coordinación de miembros de la Asociación de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes), organización a la que pertenecen las familias afectadas y varios miembros del barrio y de la comuna, desde que fueron instalados en esa zona por el denominado ‘Plan Jarillón', ocuparon las calles para que el caso no quede en el olvido.
En estas manifestaciones, marcadas por la nostalgia y el clamor de justicia, comenzaron con un plantón en la Plazoleta de San Francisco y luego se dirigió a inmediaciones de la sede de la Fiscalía para exigir celeridad en las investigaciones.
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“Venimos a exigir justicia. Hasta el momento las investigaciones no han arrojado nada y no se ve el papel de la Policía”, exclamó uno de las manifestantes, en un video recogido por el grupo Ciudad en Movimiento.
La marcha de “Las 5 vidas negras importan” se movió por la tarde desde la Estación de Policía Los Mangos hasta el sector de Llano Verde.
Diferente a lo que reclamaron los manifestantes, las autoridades en Cali aseguran que las pesquisas van por buen camino. Por un lado, el mayor general Jorge Vargas, director de seguridad ciudadana de la Policía, dijo que “hay avances significativos”. Mientras que el alcalde Jorge Iván Ospina lleva cinco días diciendo que cada vez están más cerca de dar con el paradero de los responsables.
Ospina ofreció una recompensa de $200 millones de pesos para aquellos que den información del paradero de los asesinos.