Las limitaciones en el acceso a internet en el país rodean un debate inacabable sobre las brechas sociales que se han mantenido por mucho tiempo dentro de la sociedad. Durante el primer trimestre de 2020, el Ministerio de las TIC confirmó que 28,9 millones de colombianos (60% de la población total) cuenta con posibilidades móviles para estar interconectados. Las zonas rurales, como ha pasado históricamente, son los lugares en los que más se arraigan estas deficiencias.
En Cali, la tercera ciudad del país, la discusión sobre estas brechas digitales está más abierta que nunca. Este martes, por ejemplo, la Institución Educativa Santa Librada anunció que impugnará una tutela que había interpuesto contra la Secretaría de Educación de la ciudad por falta de garantías para acceder a la red.
Esto sucedió después de que un juez considerara improcedente la solicitud, luego de semanas en las que el colegio denunció que tanto dentro de su comunidad como a lo largo de otras instituciones de la capital valluna no había garantías para un óptimo acceso a la red, especialmente durante la cuarentena.
Esas quejas se extendieron a colegios en Siloé, comuna en la periferia oriental de Cali, que lleva décadas azotada por la inseguridad (especialmente por el pandillismo) y lugar en la que las brechas sociales de la ciudad se hacen evidentes en sus calles.
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Desde el Colegio La Fontaine, sus profesores aseguraron que entre sus 170 estudiantes, más de la mitad no han podido acceder a herramientas como Google Meets o Microsoft Teams para estar al tanto de sus clases y realizar las tareas correspondientes.
“La única solución posible de momento es que muchos de ellos se desplacen varios kilómetros a pie rumbo a un café internet. Esto les genera costos adicionales y no les permite tener la tranquilidad que se presupone debe haber en un periodo de pandemia, en el que todas las actividades deberían realizarse desde casa”, reiteró una profesora de la institución.
El panorama en Siloé es similar al de este colegio. La comunidad denuncia que estos problemas en el acceso al internet se presentan dentro de las familias de la mayoría de los niños que estudian en el Colegio Benjamín Herrera, en el Campestre Siloé y en el colegio Eustaquio Palacios.
Se estima que en esta red escolar 15 de cada 20 niños no cuentan con un acceso óptimo de internet, por lo que sus actividades académicas están permanentemente interrumpidas y mediadas por una negociación que parece interminable en torno al escalonamiento en presencialidad de los alumnos.
Como solución, de momento, la Alcaldía de Cali entregó el lunes 10 de agosto 50.000 tarjetas SIM para intentar mejorar la calidad en el acceso a internet de las zonas más vulnerables de la ciudad.
Mientras el alcance de este programa social se consolida, los niños en comunas como Siloé tendrán que seguir su educación remota con bajos estándares de calidad.