
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La alcaldía de Buga decretó tres días de luto en homenaje a la memoria de las cinco víctimas de la masacre ocurrida el 24 de enero en el corregimiento Cerro Rico. La medida fue establecida mediante decreto, firmado por Adolfo Rojas Monsalve, alcalde de Buga.
En contexto: Recompensa de $200 millones para hallar a responsables de masacre en Buga
Según lo que estipula la norma, todas las instituciones públicas deberán izar la bandera del municipio a media hasta o con una cinta negra como símbolo de luto. Las autoridades locales, en cabeza de la alcaldía, presentó condolencias a los familiares de las víctimas.
En contexto: Masacre en Buga: asesinan a cinco personas que departían en una finca
Los cinco jóvenes fueron asesinados en la madrugada del pasado domingo, en la finca del papá de Jacobo Pérez, una de las víctimas. Jacobo tenía 18 años y pertenecía a la liga de Hockey de Valle del Cauca; este año comenzaba su carrera universitaria, al igual que otra de las víctimas, Nicolás Suárez de la misma edad.
También le puede interesar: Emergencia por incendio en centro comercial Chipichape, en Cali
Las otras víctimas mortales fueron Sara Rodríguez y Juan Pablo Marín, ambos de 18 años, quienes se preparaban para comenzar su segundo semestre universitario. La quinta víctima fue Valentina Arias, de 17 años, que se graduó del colegio hace siete meses. Ramiro Martínez, de 60 años, quien trabajaba en la finca, y Santiago, de 17 años, resultaron heridos durante el ataque.
“A veces en Colombia se vuelve cultura estos hechos de violencia y lo que queremos nosotros con esto es que en la memoria histórica esto no desfallezca porque son jóvenes y niños”, dijo a la agencia Efe el que fue su rector en el Liceo de Los Andes, Robinson Lizcano Echeverry.
Hasta el momento se desconocen los motivos de la matanza y la primera hipótesis de la Fiscalía fue que al parecer intentaron secuestrar al hijo del propietario de la finca, que es un ingeniero. ”Se dan cuenta que no alcanzan a secuestrar a esta persona que se pensaban llevar y es donde ocurre el infortunado hecho del tiroteo”, dijo este domingo el secretario de Seguridad de Cali, Carlos Alberto Rojas, a Noticias Uno.
Los cinco jóvenes eran amigos de la infancia, fueron juntos al colegio y estaban en la finca, propiedad del padre de Jacobo, para despedir a Juan Pablo, que se iba a mudar a Medellín para estudiar, según medios locales.En los vídeos que publicaron esa misma noche en redes sociales se les podía ver riendo, festejando, mientras inflaban flotadores y jugaban a lanzar fichas a la rana.
”Nicolás, Jacobo, Juan Pablo, Sara y Valentina eran jóvenes con sueños, con disposición de trabajo... Eran jóvenes que estudiaban, se esforzaban, con familias de profesionales que todos los días trataban de hacer patria para que sus hijos tuvieran la mejor educación”, recordó Lizcano.
Dos de ellos, Nicolás y Jacobo, eran deportistas y representaron al colegio y al municipio en competiciones y ligas de hockey sobre patines; Valentina, la única menor, se acababa de graduar de bachillerato y Sara estaba comenzando el segundo semestre de medicina veterinaria.Nicolás, que acababa de cumplir 18 años, volvió hace poco de una estadía de estudios en Australia para empezar ingeniería mecánica en la universidad, y Jacobo de un intercambio en Canadá, y tenía que comenzar esta misma semana el primer semestre de ingeniería civil, como su padre.
Los compañeros de equipo de hockey de Jacobo recibieron su féretro hoy en la catedral de Buga, con la vestimenta deportiva, los sticks en alto y la mirada pesada al suelo, en homenaje a su amigo.