Carnaval democrático

Cartagena se alista para elecciones atípicas tras la muerte por un cáncer pulmonar de Campo Elías Téran

Si los resultados de las últimas encuestas publicadas sobre preferencias electorales, si el número de carteles pegados en postes y muros, y si el respaldo de los líderes políticos —comenzando por los concejales— por uno u otro candidato a la Alcaldía de Cartagena fueran reflejo del entusiasmo y el interés despertado en la ciudadanía, podría decirse que la actual campaña es un verdadero carnaval democrático y que el próximo 14 de julio los cartageneros le van a torcer el cuello a la abstención que históricamente ha habido en esta ciudad y el resto del país.

Sin embargo, ni las encuestas ni el derroche de publicidad por parte de algunos candidatos, ni el hecho de que la clase política local esté disputando en los distintos escenarios una verdadera batalla campal, en defensa de los intereses que cada grupo tiene a escasos siete meses de la elección de senadores y representantes, reflejan la apatía que logra sentirse entre los ciudadanos de a pie.

Ni siquiera el voto en blanco ha despertado en esta ocasión mayor entusiasmo, ya que, a pesar de que en las redes sociales varios grupos de activistas vienen insistiendo en que Bustamante y Vélez “son más de lo mismo”, por los respaldos políticos que ambos tienen, a menos de cinco días de la elección no se siente entre la ciudadanía que vaya a darse, como en oportunidades anteriores, una votación copiosa manifestando un deseo de un cambio más radical.

Lo que sí es claro es que, en materia de respaldos políticos, la dirigencia local está prácticamente dividida en dos campañas: al candidato liberal Dionisio Vélez lo respaldan nueve concejales; a la aspirante de Aforvides, María del Socorro Bustamante, la apoyan también nueve, y el restante cabildante votará por Wilson Borja, del Polo Democrático Alternativo.

Curiosamente, si el análisis se realiza con base en los respaldos de los partidos, en materia de sumas y restas las cuentas no darían. El conservatismo avaló al exgobernador Miguel Navas, pero es de vox populi que los miembros de su bancada: Rafael Meza, Andrés Betancourt y Antonio Salim Guerra acompañan a Vélez. Tampoco lo hace el único congresista bolivarense de la colectividad, el representante a la Cámara Pedrito Pereira, cuyos principales líderes han sido vistos en campaña con Bustamante. Por los lados de la Alianza Social Independiente (ASI), uno de sus dos concejales, Germán Zapata, respalda a Vélez mientras el otro, Américo Mendoza, hace lo propio con Bustamante. Algo similar ocurre en el Partido de la U: dos de sus concejales, Duvinia Torres y César Pión, apoyan a Bustamante; mientras que el tercero, William Pérez, respalda a Vélez. En el caso del Partido Liberal, dos concejales están abiertamente con Vélez: David Dáger y Hernando Trucco, mientras que de Boris Anaya, aunque no ha dicho a quién respalda, se le conoce bastante afinidad con Bustamante. Y en el caso de Cambio Radical, tres de los integrantes de su bancada: Pastor Jaramillo, Wilson Toncel y Antonio Salim Guerra, están con Bustamante, mientras que Vicente Blel está decididamente con Vélez. Entre tanto, los dos concejales del PIN, Alfredo Díaz y Lewis Montero, apoyan a Bustamante, y Saray Aguas, del Partido Verde, a Vélez.

Para algunos analistas, sin embargo, estos respaldos, en la práctica, lo único que indican es que la clase política está dividida, casi que por partes iguales, entre los dos candidatos que, asimismo, encabezan todas las encuestas.

Para el profesor universitario Mario Salvador Andrade, “en unas elecciones atípicas ello (los respaldos políticos) no necesariamente se refleja en las urnas, ya que los concejales, diputados y congresistas no se juegan directamente su pellejo y no exponen lo mismo que cuando ellos también están aspirando”.