La apuesta por La Heroica

Dicen que en las antípodas se encuentran. El viejo aforismo aplicado comúnmente a las estrategias o proclamas de dirigentes políticos pretenden significar que aun cuando el marketing electoral se esfuerce por hacerles creer a los votantes que son diferentes, en muchas ocasiones los candidatos se parecen entre sí más de lo que uno pueda llegar a imaginar.

Tal parece ser el escenario en la ciudad de Cartagena, la misma que acudirá a elegir alcalde el próximo domingo en medio de una crisis social, económica y política alimentada durante años de malas administraciones (con algunas treguas, hay que decirlo), incremento de los niveles de desigualdad y, para colmo de males, ausencia recurrente de timonel en el último período.

Los 666.000 ciudadanos aptos para votar en esa ciudad están convocados para escoger el relevo de Campo Elías Terán Dix (quien llegó al cargo con 160.000 votos, pero gobernó menos de un año como consecuencia de un cáncer de pulmón que acabó con su vida) y los candidatos a sucederlo son, curiosamente, los mismos a quienes casi triplicó en votos en la pasada elección: Dionisio Vélez y María del Socorro Bustamante.

Ambos proclaman ser el candidato ideal, contar con el respaldo popular y, ante todo, tener el programa de vanguardia y estructurado que la ciudad necesita.

La alianza informativa de El Espectador y Noticias Caracol los puso ayer cara a cara para establecer qué tan cierto es todo aquello y la sorpresas afloraron desde la primera pregunta. Cuestionados acerca de sus orígenes políticos o el respaldo a sus campañas por parte de polémicos dirigentes o empresarios locales, ambos dijeron ser víctimas de la desinformación o de personas malintencionadas que quieren enlodar su imagen. Bustamante negó tajantemente conocer a Enilce López —la controvertida empresaria del chance conocida como La Gata y condenada por homicidio— y escasamente admitió haber asistido a una reunión con el senador Héctor Julio Alfonso, hijo de aquélla. “Siempre me quieren macartizar, para qué lo recibieron entonces en el Senado”, se quejó.

Vélez también se sacudió de quienes señalan que el excongresista Vicente Blel (condenado por paramilitarismo) tiene injerencia en su campaña. “Mi campaña la financio yo”, respondió al respecto ante la pregunta de Luis Carlos Vélez, director de Noticias Caracol y moderador del debate.

Ambos dicen haber impuesto un tope de $20 millones para los aportes de privados a su campaña. Vélez, que Muebles El Bosque, el grupo Éxito y Colpatria le aportaran como máximo $20 millones. Bustamante, que la abogada Patricia Álvarez y el transportador Pedro Pereira son sus mayores patrocinadores. “El 90% de mi campaña lo pago yo, insiste Vélez. “Mi madre me financia”, complementa Bustamante.

A la hora de profundizar respecto a las propuestas concretas para sacar a la ciudad de problemas como el bajo índice de recaudo (que a penas llega al 40%) y la pobreza (33,4%), tampoco hubo muchas diferencias. Ambos pregonan la idea de que poco se podrá lograr sin un acuerdo ciudadano. Un asunto en el que tendrán mucho que ver los colectivos políticos de la ciudad, los mismos que parecen estar divididos en torno a esas dos candidaturas. Aunque formalmente Vélez es apoyado por una coalición liberal y del Partido Verde, y Bustamante cuenta con Afrovides, los medios locales dan cuenta de una polarización en el Concejo cartagenero frente a esos dos candidatos.

Un hecho que en materia ideológica tiene mucha diferencia entre ellos es que ambos son respaldados por políticos de extracción liberal, conservadora e independiente.

Pero ellos insisten en que son diferentes. Vélez saca pecho por provenir del sector privado y Bustamante, por su origen popular. Ojalá los cartageneros tengan buen ojo a la hora de elegir, pues todo indica que en esta ocasión el voto en blanco no será la alternativa decisiva en la ciudad.

Dicen que en las antípodas se encuentran. El viejo aforismo aplicado comúnmente a las estrategias o proclamas de dirigentes políticos pretenden significar que aun cuando el marketing electoral se esfuerce por hacerles creer a los votantes que son diferentes, en muchas ocasiones los candidatos se parecen entre sí más de lo que uno pueda llegar a imaginar.

Tal parece ser el escenario en la ciudad de Cartagena, la misma que acudirá a elegir alcalde el próximo domingo en medio de una crisis social, económica y política alimentada durante años de malas administraciones (con algunas treguas, hay que decirlo), incremento de los niveles de desigualdad y, para colmo de males, ausencia recurrente de timonel en el último período.

Los 666.000 ciudadanos aptos para votar en esa ciudad están convocados para escoger el relevo de Campo Elías Terán Dix (quien llegó al cargo con 160.000 votos, pero gobernó menos de un año como consecuencia de un cáncer de pulmón que acabó con su vida) y los candidatos a sucederlo son, curiosamente, los mismos a quienes casi triplicó en votos en la pasada elección: Dionisio Vélez y María del Socorro Bustamante.

Ambos proclaman ser el candidato ideal, contar con el respaldo popular y, ante todo, tener el programa de vanguardia y estructurado que la ciudad necesita.

La alianza informativa de El Espectador y Noticias Caracol los puso ayer cara a cara para establecer qué tan cierto es todo aquello y la sorpresas afloraron desde la primera pregunta. Cuestionados acerca de sus orígenes políticos o el respaldo a sus campañas por parte de polémicos dirigentes o empresarios locales, ambos dijeron ser víctimas de la desinformación o de personas malintencionadas que quieren enlodar su imagen. Bustamante negó tajantemente conocer a Enilce López —la controvertida empresaria del chance conocida como La Gata y condenada por homicidio— y escasamente admitió haber asistido a una reunión con el senador Héctor Julio Alfonso, hijo de aquélla. “Siempre me quieren macartizar, para qué lo recibieron entonces en el Senado”, se quejó.

Vélez también se sacudió de quienes señalan que el excongresista Vicente Blel (condenado por paramilitarismo) tiene injerencia en su campaña. “Mi campaña la financio yo”, respondió al respecto ante la pregunta de Luis Carlos Vélez, director de Noticias Caracol y moderador del debate.

Ambos dicen haber impuesto un tope de $20 millones para los aportes de privados a su campaña. Vélez, que Muebles El Bosque, el grupo Éxito y Colpatria le aportaran como máximo $20 millones. Bustamante, que la abogada Patricia Álvarez y el transportador Pedro Pereira son sus mayores patrocinadores. “El 90% de mi campaña lo pago yo, insiste Vélez. “Mi madre me financia”, complementa Bustamante.

A la hora de profundizar respecto a las propuestas concretas para sacar a la ciudad de problemas como el bajo índice de recaudo (que a penas llega al 40%) y la pobreza (33,4%), tampoco hubo muchas diferencias. Ambos pregonan la idea de que poco se podrá lograr sin un acuerdo ciudadano. Un asunto en el que tendrán mucho que ver los colectivos políticos de la ciudad, los mismos que parecen estar divididos en torno a esas dos candidaturas. Aunque formalmente Vélez es apoyado por una coalición liberal y del Partido Verde, y Bustamante cuenta con Afrovides, los medios locales dan cuenta de una polarización en el Concejo cartagenero frente a esos dos candidatos.

Un hecho que en materia ideológica tiene mucha diferencia entre ellos es que ambos son respaldados por políticos de extracción liberal, conservadora e independiente.

Pero ellos insisten en que son diferentes. Vélez saca pecho por provenir del sector privado y Bustamante, por su origen popular. Ojalá los cartageneros tengan buen ojo a la hora de elegir, pues todo indica que en esta ocasión el voto en blanco no será la alternativa decisiva en la ciudad.