Túnel de Crespo, en Cartagena, centro de críticas por filtraciones de agua

El pasado 20 de abril, con todos los bombos, el presidente Juan Manuel Santos, el vicepresidente Germán Vargas Lleras, la entonces ministra de Transporte, Natalia Abello, y las autoridades de Cartagena, desamarraron la cinta y pusieron a funcionar, después de cinco años y tras una dura oposición de los vecinos, una de las obras más esperadas y polémicas de la ciudad: el anillo vial de Crespo, al norte de Cartagena. La construcción, que contempló, entre otras cosas, un túnel de aproximadamente un kilómetro de que bordea el mar Caribe, se empezó en 2011 con la promesa de aliviar el tráfico vehicular por la calle 70 (la principal de ese barrio, a una cuadra del aeropuerto Rafael Núñez) y descongestionar el trayecto entre La Boquilla (a la entrada de Cartagena) y el centro de la heroica.

Tras su inauguración, ya había estado en boca de todos porque las autoridades obligaron a que los buses de servicio público que se dirigían desde La Boquilla hasta el Centro Histórico pasaran a través del túnel construido, siendo necesario que miles de ciudadanos tuvieran que caminar cientos de metros hasta la entrada el túnel para poder tomar el transporte público. Hoy, la llamada megaobra es el blanco de las críticas porque luego de una lluvia en la madrugada de este domingo, ha presentado filtraciones (en forma de chorros de agua) y se han inundado sus vías aledañas. Un hecho que ha puesto en entredicho, una vez más, la calidad de la obra cuya inversión rodea los $180.000 millones.

Las inundaciones tras las lluvias dificultaron el tráfico por el anillo vial de Crespo, en Cartagena.

Los sucedido es tan grave que las autoridades del distrito de Cartagena prevén restringir su uso y se convocó a una reunión para la tarde de este lunes a la que asistirán los representantes del consorcio Vía al Mar, que estuvieron a cargo de la obra, para buscar soluciones urgentes. En un comunicado difundido por la Alcaldía de Cartagena, Luz Stella Cáceres, secretaria general del distrito, señaló que “la ciudad necesita que este proyecto funcione con la calidad y eficiencia que se merece. No podemos llevar malestar a los cartageneros y mucho menos poner en riesgo la integridad física de ninguna persona”. No obstante, el tema de las filtraciones en el túnel, que fue inspeccionado en su momento por entidades como la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), no es nuevo y ya había sido discutido hace algún tiempo en las páginas del diario local.

A inicios de este año, por ejemplo, el ingeniero Ramón Carrasquillo, con amplia experiencia en estructuras y quien estuvo a cargo de una de las inspecciones al túnel de Crespo, le dijo a El Universal que las filtraciones en este tipo de construcciones eran normales. “Son inherentes a este tipo de obras (...) El deprimido está 4 metros por debajo del nivel freático, pero se construye en seco porque se le ponen bombas especiales que sacan el agua del área de construcción durante la obra, es lo que se llama ‘abatimiento’. Hay una subpresión enorme del agua del subsuelo, en este caso salada, contra el piso y paredes del deprimido. Al no tener abatimiento porque quitamos las bombas la estructura es como un barco de un kilómetro de largo tratando de flotar”, explicó el experto.

En contraste con estas declaraciones, en el mismo diario el ingeniero estructural Jorge Rocha criticó duramente el proyecto y señaló que al interior del túnel no debía entrar ni una sola gota de agua. “No supieron manejar los niveles freáticos. Esa primera estructura se pudrió. Vino la segunda intervención. Entonces, hicieron un túnel dentro del mismo túnel y siguieron con el mismo problema”, dijo Rocha, para quien ya existe tecnología para evitar estas situaciones y son conocidas por los ingenieros locales. Para este tipo de situaciones, en el proyecto “se construyeron dos estaciones de bombeo cada una con 5 bombas que tiene capacidad de evacuar no solo las aguas provenientes de las aguas lluvias, de infiltración, y del sistema contraincendios sino el derrame de líquidos peligrosos que puedan presentarse”.

Reunión entre la Alcaldía de Cartagena y el consorcio Via al Mar.

Por su parte, la Agencia Nacional de Infraestructura, en un comunicado, hizo énfasis en que “es importante destacar que el túnel de Crespo no se inundó en ningún momento, no ha tenido filtraciones de agua marina y ha mantenido su operación sin interrupción” y que el agua que ingresó al interior del túnel “se evacuó de manera normal por el sistema de bombeo dispuesto para este manejo". Se espera que en horas de la tarde se conozcan las decisiones que se tomaron en la reunión extraordinaria que se realiza en el despacho del alcalde Manuel Vicente Duque y saber cuál será el futuro próximo de una obra tan esperada como polémica.

ggomezp@elespectador.com

El pasado 20 de abril, con todos los bombos, el presidente Juan Manuel Santos, el vicepresidente Germán Vargas Lleras, la entonces ministra de Transporte, Natalia Abello, y las autoridades de Cartagena, desamarraron la cinta y pusieron a funcionar, después de cinco años y tras una dura oposición de los vecinos, una de las obras más esperadas y polémicas de la ciudad: el anillo vial de Crespo, al norte de Cartagena. La construcción, que contempló, entre otras cosas, un túnel de aproximadamente un kilómetro de que bordea el mar Caribe, se empezó en 2011 con la promesa de aliviar el tráfico vehicular por la calle 70 (la principal de ese barrio, a una cuadra del aeropuerto Rafael Núñez) y descongestionar el trayecto entre La Boquilla (a la entrada de Cartagena) y el centro de la heroica.

Tras su inauguración, ya había estado en boca de todos porque las autoridades obligaron a que los buses de servicio público que se dirigían desde La Boquilla hasta el Centro Histórico pasaran a través del túnel construido, siendo necesario que miles de ciudadanos tuvieran que caminar cientos de metros hasta la entrada el túnel para poder tomar el transporte público. Hoy, la llamada megaobra es el blanco de las críticas porque luego de una lluvia en la madrugada de este domingo, ha presentado filtraciones (en forma de chorros de agua) y se han inundado sus vías aledañas. Un hecho que ha puesto en entredicho, una vez más, la calidad de la obra cuya inversión rodea los $180.000 millones.

Las inundaciones tras las lluvias dificultaron el tráfico por el anillo vial de Crespo, en Cartagena.

Los sucedido es tan grave que las autoridades del distrito de Cartagena prevén restringir su uso y se convocó a una reunión para la tarde de este lunes a la que asistirán los representantes del consorcio Vía al Mar, que estuvieron a cargo de la obra, para buscar soluciones urgentes. En un comunicado difundido por la Alcaldía de Cartagena, Luz Stella Cáceres, secretaria general del distrito, señaló que “la ciudad necesita que este proyecto funcione con la calidad y eficiencia que se merece. No podemos llevar malestar a los cartageneros y mucho menos poner en riesgo la integridad física de ninguna persona”. No obstante, el tema de las filtraciones en el túnel, que fue inspeccionado en su momento por entidades como la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), no es nuevo y ya había sido discutido hace algún tiempo en las páginas del diario local.

A inicios de este año, por ejemplo, el ingeniero Ramón Carrasquillo, con amplia experiencia en estructuras y quien estuvo a cargo de una de las inspecciones al túnel de Crespo, le dijo a El Universal que las filtraciones en este tipo de construcciones eran normales. “Son inherentes a este tipo de obras (...) El deprimido está 4 metros por debajo del nivel freático, pero se construye en seco porque se le ponen bombas especiales que sacan el agua del área de construcción durante la obra, es lo que se llama ‘abatimiento’. Hay una subpresión enorme del agua del subsuelo, en este caso salada, contra el piso y paredes del deprimido. Al no tener abatimiento porque quitamos las bombas la estructura es como un barco de un kilómetro de largo tratando de flotar”, explicó el experto.

En contraste con estas declaraciones, en el mismo diario el ingeniero estructural Jorge Rocha criticó duramente el proyecto y señaló que al interior del túnel no debía entrar ni una sola gota de agua. “No supieron manejar los niveles freáticos. Esa primera estructura se pudrió. Vino la segunda intervención. Entonces, hicieron un túnel dentro del mismo túnel y siguieron con el mismo problema”, dijo Rocha, para quien ya existe tecnología para evitar estas situaciones y son conocidas por los ingenieros locales. Para este tipo de situaciones, en el proyecto “se construyeron dos estaciones de bombeo cada una con 5 bombas que tiene capacidad de evacuar no solo las aguas provenientes de las aguas lluvias, de infiltración, y del sistema contraincendios sino el derrame de líquidos peligrosos que puedan presentarse”.

Reunión entre la Alcaldía de Cartagena y el consorcio Via al Mar.

Por su parte, la Agencia Nacional de Infraestructura, en un comunicado, hizo énfasis en que “es importante destacar que el túnel de Crespo no se inundó en ningún momento, no ha tenido filtraciones de agua marina y ha mantenido su operación sin interrupción” y que el agua que ingresó al interior del túnel “se evacuó de manera normal por el sistema de bombeo dispuesto para este manejo". Se espera que en horas de la tarde se conozcan las decisiones que se tomaron en la reunión extraordinaria que se realiza en el despacho del alcalde Manuel Vicente Duque y saber cuál será el futuro próximo de una obra tan esperada como polémica.

ggomezp@elespectador.com