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Cundinamarca le apuesta a una estrategia que combina educación ambiental y restauración ecológica. La CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca) dio inicio a la construcción de 47 aulas ambientales forestales en distintos municipios del departamento, empezando por Carmen de Carupa y Zipaquirá.
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Los espacios funcionarán como viveros y centros educativos al mismo tiempo. Cada uno contará con zonas de germinación y crecimiento de especies nativas, áreas de almacenamiento de materiales, recolección de aguas lluvias, sistemas sépticos, puntos de agua y energía, además de un aula especialmente diseñada para talleres y jornadas de sensibilización ambiental.
El objetivo es doble: por un lado, producir material vegetal que apoye procesos de reforestación y restauración de ecosistemas; por el otro, formar a las comunidades en sostenibilidad, biodiversidad y cuidado del entorno natural.
“Con esta iniciativa estamos contribuyendo a que los municipios, no solo cuenten con viveros para la producción de material vegetal, que más adelante puedan utilizar en jornadas de plantación o procesos de reforestación, sino que también dispongan de este espacio como un entorno educativo que le permita a las comunidades aprender sobre sostenibilidad, biodiversidad y el cuidado de los ecosistemas”, indicó Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR.
En la @CAR_Cundi avanzamos en estrategias de adaptación al cambio climático. Hoy les cuento que iniciamos la construcción de 47 viveros municipales.🙌🏻
— Alfred Ballesteros Alarcón (@Alfred_Balle) September 24, 2025
Serán aulas forestales que nos permitirán:
🌳 Producir material vegetal
🤓 Educar a los niños y jóvenes sobre la importancia de… pic.twitter.com/r2179GoWXb
La inversión total del proyecto supera los $9 mil millones. Cada aula ambiental tendrá un costo estimado entre 180 y 205 millones, dependiendo de las condiciones del terreno y las necesidades técnicas de cada municipio.
Con esta iniciativa, se espera fortalecer el compromiso ambiental desde las comunidades locales, integrando el aprendizaje con acciones concretas frente a la crisis climática y la pérdida de biodiversidad.
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