Los efectos del cierre de Convida en Cundinamarca
La Superintendencia de Salud ordenó la liquidación de la EPS de Cundinamarca, que atiende a casi medio millón de personas. Como respuesta, la Gobernación ha interpuesto acciones para frenar el cierre. Pacientes y red hospitalaria también han sentido el coletazo.
La liquidación de la EPS Convida fue un baldado de agua fría para la gobernación de Cundinamarca. Luego de cinco años y medio de intervención, la Superintendencia de Salud indicó que la entidad presentaba insolvencia económica, por lo que se ordenó su cierre y en las últimas semanas se ha adelantado el proceso de traslado de sus 478.399 afiliados a otras ocho prestadoras de salud.
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La liquidación de la EPS Convida fue un baldado de agua fría para la gobernación de Cundinamarca. Luego de cinco años y medio de intervención, la Superintendencia de Salud indicó que la entidad presentaba insolvencia económica, por lo que se ordenó su cierre y en las últimas semanas se ha adelantado el proceso de traslado de sus 478.399 afiliados a otras ocho prestadoras de salud.
El paciente
Para César, de 58 años, las últimas semanas han sido un calvario. Le cancelaron una cita para el ortopedista, que tenía para el cambio de las prótesis de sus dos piernas. Al averiguar en Mesitas del Colegio, donde él vive, le dijeron que fue porque ya había sido trasladado a Famisanar.
La EPS no tiene sede en el municipio, por lo que tuvo que ir a la cabecera de la provincia, es decir, hasta La Mesa, tanto por la cita cancelada como por la autorización con la que le dan la insulina, que debe aplicarse a diario. Pero, al llegar, no apareció en el sistema y desde ahí lo que han venido son trabas, porque debe pedir citas para que le hagan valoraciones desde cero y la nueva prestadora no quiere cubrir los gastos de sus traslados fuera del municipio. Derecho que ya había obtenido a través de una tutela.
El hospital
A los hospitales de la Samaritana en Bogotá y Zipaquirá se han reducido los pacientes que son remitidos de otros centros asistenciales en Cundinamarca. La razón es que las ocho EPS que están recibiendo a los pacientes de Convida tienen sus propias redes y clínicas.
Eso no quiere decir que no haya negociaciones, de hecho Édgar Silvio Sánchez, gerente del Hospital Universitario de la Samaritana, asegura que han tenido avances con Sanitas y Famisanar, así como ya se sentaron a negociar con la Nueva EPS, “pero algunas como Compensar tienen red propia y, por ejemplo, en Zipaquirá, están mandando a todos sus pacientes del régimen contributivo y subsidiado a sus centros, pese a que tienen la obligatoriedad de contratar el 60 % con la red pública, es decir, con nosotros”.
La preocupación es la liquidez. “Bien o mal Convida nos venía pagando”, dice Sánchez; pero también está de por medio su carácter universitario acreditado, ya que en ambos hospitales hay estudiantes todo el tiempo analizando, estudiando y comprendiendo las diferentes especialidades, ahora con una tasa más reducida de pacientes.
La Samaritana ofrece el 100 % de las atenciones de tercer y cuarto nivel, por lo que era el lugar al que llegaban la mayoría de los pacientes de la red de 52 hospitales del departamento. Esto importante a la hora de resaltar que Convida quedó con una deuda de $96.000 millones con el Hospital, por lo que Sánchez pide ayuda a la Gobernación.
“En lugar de cerrar, era importante que primero sanearan a los hospitales, porque con el cierre de las EPS también se están llevando a las IPS. Lo importante para nosotros ahora es pedir ayuda al gobernador y al secretario de Salud de Cundinamarca para que nos apoyen exigiendo a las EPS que contraten con el Estado”, indicó el gerente de la Samaritana.
La Gobernación
Cundinamarca ha iniciado todas las acciones que han estado en sus manos, para tratar de detener la liquidación de Convida. Entre ellas hay una recusación contra el Superintendente de Salud por opiniones en blogs digitales y a medios de comunicación, que dio antes de ocupar el cargo y por las que, aseguran, se tuvo declarar impedido. Por esto, la Gobernación solicitó medidas cautelares, pero como no se aplicaron, también pusieron la semana pasada una tutela, alegando que se violó el debido proceso.
Sumado a esto, Freddy Orjuela, secretario Jurídico de Cundinamarca, señala que tienen argumentos para pedir la nulidad de la decisión de la Superintendencia ante el Tribunal de Cundinamarca, porque, por ejemplo, los 17 hallazgos en los que se basa la resolución se basaron en datos recopilados hasta 2021 y no se tuvieron en cuenta los de la vigencia de este año, ni acciones como el aumento de tamizajes para determinadas enfermedades.
“Además, la Gobernación había hecho una recapitalización de $40.000 millones, en 2021, y en agosto de este año la Supersalud avaló una nueva por el mismo monto, de la que ya habíamos girado $33.000 millones. Eso es una contradicción, porque a los 20 días después ordenaron la liquidación. Otro argumento que nos llama la atención es el de las PQRS y las acciones de tutela, que dicen que han aumentado, pero no sustentan cuántas se respondieron a término o cuáles acciones perdimos o ganamos”, señaló Orjuela.
Mientras avanzan las investigaciones, el secretario señala que han pedido los datos reales de traslados por municipio, porque así como se replican los casos como el de César, en El Colegio, los usuarios también han interpuesto múltiples tutelas, porque ahora les toca desplazarse hasta Bogotá, generando más gastos, para recibir atención médica.
La Superintendencia
“La situación a la que llegó Convida es un ejemplo más de cómo se ha desvirtuado el rol de protección de la salud por parte de estas entidades que manejan los recursos públicos; colocando en grave riesgo la salud y vida de los ciudadanos, quienes son los verdaderos dueños del sistema”, dijo Ulahi Beltrán López, Superintendente de Salud, el día que se anunció la liquidación.
La resolución especifica que la entidad estuvo en vigilancia especial desde el 31 de marzo de 2017, la cual fue prorrogada en 10 ocasiones, por lo que la intervención se hizo por cinco años y medio.
En este tiempo las cifras no mejoraron, ya que señalan que el endeudamiento pasó de 1,7 en 2017 a 3,2 al cierre de 2021, mientras que para junio de este año se ubicó en 2,8, por lo que declararon su insolvencia. De la misma forma, la Superintendencia resalta que en el primer semestre de este año se recibieron 5.850 peticiones y que Convida es la tercera EPS del régimen subsidiado con más quejas.
“La calificación más reciente que obtuvo su modelo de salud fue de 52,7 puntos de 100 posibles, dado que no abordada de forma completa los siete elementos evaluados, entre los que se encuentran el modelo de contratación, las redes integrales de prestadores de servicios de salud, la regulación de rutas integrales de atención en salud y los requerimientos y procesos del sistema de información”, afirmó Beltrán.
Por último, están los indicadores de salud. El ente de control indica que Convida tenía una de las tasas más altas de mortalidad materno perinatal y un incremento en sífilis congénita, así como deficiencias en la detección temprana de cáncer de cérvix y de mama.
Ante todo esto, se terminó ordenando la liquidación y el traslado de los pacientes a Famisanar, Sanitas, Compensar, Nueva EPS, Salud Total, Coosalud, Sura y Capital Salud.