Mujer es atacada brutalmente por su pareja sentimental en La Mesa, Cundinamarca

“La voy a matar. La voy a degollar”. Esas fueron las palabras que escuchó Milian Lorena Lozano mientras su pareja sentimental le destrozaba el rostro con trozos de vidrio.

El sujeto se le abalanzó por sorpresa y la tumbó. Ella cuenta que “sentía que le iba a sacar el ojo y que todo pasó muy rápido”. En ese momento estaba en compañía de su hermana y de una amiga, quienes lograron detener al agresor. Luego la trasladaron hasta el hospital de La Mesa (Cundinamarca).

El caso se conoció a través de redes sociales y fue Alejandra Camacho Lozano, hija de la víctima, quien promovió la publicación describiendo el hecho. En busca de apoyo compartió las fotografías de su madre con el rostro suturado. El Espectador habló con la joven, quien dio los detalles del hecho.

Según afirma Alejandra Camacho, en  dos años de relación no es la primera vez que Jesús Octavio Castellanos Velandia golpea a su madre, de 50 años. En otras ocasiones la agredió pero la escondió para que nadie la viera. No la dejó salir de la casa o se la llevó de viaje para impedir que Alejandra y su hermano Fredy tuvieran contacto con ella.

“Mi madre duraba hasta un mes sin hablarnos y luego aparecía. A veces le quedaban secuelas en la cara y nosotros le hablábamos para que lo denunciara, pero a ella le daba miedo hacerlo porque el tipo la amenazaba con hacernos daño. Una vez le dijo que nos iba a poner una bomba en la casa”, contó Alejandra, quien vive en el barrio San Blas, suroriente de Bogotá.

Entre un golpe y otro llegó la madrugada del sábado 3 de febrero. Ese día la pareja decidió salir a tomar cerveza a una tienda, acompañados por una hermana y una amiga de Milian. Eran aproximadamente las 3:00 a.m. cuando Castellanos sufrió un ataque de celos y decidió irse. “No me quedo más con ese tipo,  me quiero separar”, fueron las palabras de Milian antes de retirarse del lugar, acompañada por las otras dos mujeres.

Mientras caminaban, súbitamente el hombre les salió al paso y se le abalanzó con fuerza. La tiró al suelo y con un vidrio le cortó el rostro. Las heridas fueron graves. Milian tuvo que ser remitida al Hospital San José de Bogotá, donde le hicieron una cirugía para reconstruirle el rostro. Le cogieron 132 puntos y le retiraron las esquirlas de vidrio que le quedaron incrustadas en la piel.

A las seis de la mañana del domingo 4, a Milian le sonó el celular. “Mi amor qué pasó, yo estaba mal de la cabeza”, le dijo Octavio Castellanos con voz de arrepentido. “Estoy en el hospital, por favor ven, tenemos que irnos de aquí”, respondió Milian, fingiendo que todo estaba bien.

Minutos después, el hombre llegó al centro hospitalario, donde lo esperaban uniformados de la Policía que procedieron a capturarlo. Desde entonces permanece detenido en la Estación de Policía de La Mesa. Sin embargo, sigue utilizando sus artimañas para comunicarse con Milian y Alejandra para infundirles terror y amenazarlas.

“Yo me acerqué el domingo en la noche a la estación a preguntar cómo era posible que dejaran que Castellanos nos llamara a amenazarnos. Los uniformados me respondieron que él pidió el celular argumentando que lo necesitaba para solicitar implementos de aseo”, explicó Alejandra.

Finalmente, Milian Lozano interpuso denuncia ante la Fiscalía. Ella quería hacerlo por tentativa de feminicidio, pero no fue posible por este delito. Entonces lo hizo por violencia intrafamiliar. Acudió a Medicina Legal para ser valorada, pero aún no le definen los días de incapacidad por la complejidad de sus heridas.

El proceso judicial ya arrojó resultados. El Espectador pudo conocer que la Sijín de La Mesa asumió inicialmente el caso y entregó sus pruebas a la Fiscalía. Tras una larga audiencia, el martes 6 de febrero el juez imputó cargos por intento de feminicidio contra Castellanos quien los aceptó y tedrá que cumplir una condena de 94 meses en la cárcel La Modelo.

“La voy a matar. La voy a degollar”. Esas fueron las palabras que escuchó Milian Lorena Lozano mientras su pareja sentimental le destrozaba el rostro con trozos de vidrio.

El sujeto se le abalanzó por sorpresa y la tumbó. Ella cuenta que “sentía que le iba a sacar el ojo y que todo pasó muy rápido”. En ese momento estaba en compañía de su hermana y de una amiga, quienes lograron detener al agresor. Luego la trasladaron hasta el hospital de La Mesa (Cundinamarca).

El caso se conoció a través de redes sociales y fue Alejandra Camacho Lozano, hija de la víctima, quien promovió la publicación describiendo el hecho. En busca de apoyo compartió las fotografías de su madre con el rostro suturado. El Espectador habló con la joven, quien dio los detalles del hecho.

Según afirma Alejandra Camacho, en  dos años de relación no es la primera vez que Jesús Octavio Castellanos Velandia golpea a su madre, de 50 años. En otras ocasiones la agredió pero la escondió para que nadie la viera. No la dejó salir de la casa o se la llevó de viaje para impedir que Alejandra y su hermano Fredy tuvieran contacto con ella.

“Mi madre duraba hasta un mes sin hablarnos y luego aparecía. A veces le quedaban secuelas en la cara y nosotros le hablábamos para que lo denunciara, pero a ella le daba miedo hacerlo porque el tipo la amenazaba con hacernos daño. Una vez le dijo que nos iba a poner una bomba en la casa”, contó Alejandra, quien vive en el barrio San Blas, suroriente de Bogotá.

Entre un golpe y otro llegó la madrugada del sábado 3 de febrero. Ese día la pareja decidió salir a tomar cerveza a una tienda, acompañados por una hermana y una amiga de Milian. Eran aproximadamente las 3:00 a.m. cuando Castellanos sufrió un ataque de celos y decidió irse. “No me quedo más con ese tipo,  me quiero separar”, fueron las palabras de Milian antes de retirarse del lugar, acompañada por las otras dos mujeres.

Mientras caminaban, súbitamente el hombre les salió al paso y se le abalanzó con fuerza. La tiró al suelo y con un vidrio le cortó el rostro. Las heridas fueron graves. Milian tuvo que ser remitida al Hospital San José de Bogotá, donde le hicieron una cirugía para reconstruirle el rostro. Le cogieron 132 puntos y le retiraron las esquirlas de vidrio que le quedaron incrustadas en la piel.

A las seis de la mañana del domingo 4, a Milian le sonó el celular. “Mi amor qué pasó, yo estaba mal de la cabeza”, le dijo Octavio Castellanos con voz de arrepentido. “Estoy en el hospital, por favor ven, tenemos que irnos de aquí”, respondió Milian, fingiendo que todo estaba bien.

Minutos después, el hombre llegó al centro hospitalario, donde lo esperaban uniformados de la Policía que procedieron a capturarlo. Desde entonces permanece detenido en la Estación de Policía de La Mesa. Sin embargo, sigue utilizando sus artimañas para comunicarse con Milian y Alejandra para infundirles terror y amenazarlas.

“Yo me acerqué el domingo en la noche a la estación a preguntar cómo era posible que dejaran que Castellanos nos llamara a amenazarnos. Los uniformados me respondieron que él pidió el celular argumentando que lo necesitaba para solicitar implementos de aseo”, explicó Alejandra.

Finalmente, Milian Lozano interpuso denuncia ante la Fiscalía. Ella quería hacerlo por tentativa de feminicidio, pero no fue posible por este delito. Entonces lo hizo por violencia intrafamiliar. Acudió a Medicina Legal para ser valorada, pero aún no le definen los días de incapacidad por la complejidad de sus heridas.

El proceso judicial ya arrojó resultados. El Espectador pudo conocer que la Sijín de La Mesa asumió inicialmente el caso y entregó sus pruebas a la Fiscalía. Tras una larga audiencia, el martes 6 de febrero el juez imputó cargos por intento de feminicidio contra Castellanos quien los aceptó y tedrá que cumplir una condena de 94 meses en la cárcel La Modelo.