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El Regiotram de Occidente, uno de los proyectos más ambiciosos en la historia de Cundinamarca, no es solo una promesa de movilidad, sino un motor de desarrollo social y económico para el departamento desde sus fases iniciales. Hoy cuenta con 532 trabajadores vinculados directamente en las labores de construcción y casi 60 dedicados a actividades de interventoría. Esta cifra es solo el comienzo de un beneficio que crecerá exponencialmente, pues se estima que, en su punto máximo de ejecución, generará hasta 4.000 empleos directos, incluyendo tanto personal calificado como no calificado.
Acá, la vinculación de talento local es prioridad, como se nota en la actual planta de personal que integran 204 trabajadores oriundos de Bogotá, 189 de Facatativá, 60 de Madrid, 43 de Mosquera, 16 de Funza y otros 20 de municipios aledaños, lo que prueba el impacto regional de la obra. Para garantizar que siga siendo así, el departamento realizó dos ferias de empleo: una fue el 30 de julio, en la Plazoleta de la Gobernación, donde ofrecieron 400 vacantes para profesionales, y otra en el sector de El Corzo, que llevó la oferta a las comunidades próximas al trazado del proyecto.
Ahora, el departamento alista cuatro ferias más, que se desarrollarán en los municipios del área de influencia del proyecto, para cubrir 400 empleos a corto plazo y cerca de 1.000 antes de finalizar 2025. Los aspirantes son suficientes: a la fecha se han registrado 2.471 hojas de vida, con una amplia variedad de perfiles: el 55,8 % son profesionales; el 22,8 %, especialización; el 6,5 %, tecnólogos; el 5,9 %, magísteres; el 5,2 %, técnicos, y el 3,8 %, bachilleres. Entre los profesionales con mayor interés están los ingenieros civiles, con 323 candidatos, y arquitectos, con 230.
Este panorama le permite al departamento decir que esta obra es una apuesta, que trasciende la infraestructura, para ser una palanca de oportunidades, con un impacto que va más allá de las cifras de empleo, “siendo una inversión estratégica que impulsa el bienestar social, económico y cultural de Cundinamarca. La creación de empleos fortalece el tejido social al ofrecer ingresos estables, reducir la pobreza y brindar mayor estabilidad comunitaria”, resalta la Gobernación.
Un viaje hacia el futuro: más allá del empleo
El gobernador Jorge Rey, quien ha impulsado este proyecto por al menos una década, ha destacado cómo esta obra ferroviaria revolucionará la movilidad y la calidad de vida a partir de 2027. Para empezar, el principal beneficio será una reducción en los tiempos de desplazamiento para los usuarios, como Mariana Sánchez, una estudiante de psicología que viaja a diario de Facatativá a Bogotá. Ella dedica hasta seis horas al día a movilizarse, lo que equivale a que el 25 % de su día pasa en el transporte público. Con el tren, se estima que las cinco horas promedio que gasta un habitante en ir y volver entre su municipio y Bogotá se reducirán casi 60 %, con lo que ganarán tiempo y calidad de vida.
A esto se suma la mejora en la conectividad de la región con la capital y una crucial integración con el sistema de transporte de Bogotá, incluyendo el SITP, Transmilenio y, a partir de 2028, con la primera línea del metro en la estación central, ubicada en la calle 26 con avenida Caracas, lo cual se traduce en un ahorro de dinero en pasajes. Personas como Mariana, quien actualmente gasta hasta tres pasajes en un solo trayecto, se ahorrarán al menos uno de esos pagos. Si se tiene en cuenta que el tren movilizará hasta 40 millones de pasajaros al año y un viaje en Transmilenio cuesta $3.200, se calcula que el ahorro general podría ascender a un mínimo de $128.000 millones anuales. Este “efecto dominó” beneficiará no solo a los usuarios directos, sino que dinamizará la economía de los municipios.
Otros beneficios
Y está un impacto igual de valioso: el ambiental. Al lograr transportar 40 millones de pasajeros, serán ciudadanos que dejarán en casa el carro o la moto, lo que diminuirá la congestión vehicular y, de paso, al ser un tren 100 % eléctrico, las emisiones de gases de efecto invernadero, haciendo un aporte a la lucha contra el cambio climático. Se estima una reducción de 165.000 toneladas de CO2 entre 2027 y 2048.
El gobernador Rey subraya que el Regiotram “beneficiará la vida en todas sus dimensiones: desde el desplazamiento hasta el acceso a mínimos como la educación, la salud o las finanzas”. Al mejorar la movilidad y la conectividad, las personas tendrán un acceso más fácil a oportunidades de estudio y trabajo en la capital, lo que les permitirá “ascender en la escala de ingresos”.
El proyecto, que marca un hito al dejar atrás casi 50 años de abandono de las redes ferroviarias del país, ha recibido el respaldo de la academia. La Facultad de Finanzas y Gobierno de la Universidad Externado ha elogiado la apuesta de la Gobernación por un medio de transporte que beneficiará a los habitantes y funcionará con energías limpias.
De igual manera, en 2021, el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional calificó al RegioTram como una “apuesta de avanzada que soluciona problemas reales en Bogotá y Cundinamarca”. Un estudio destacó que, a diferencia de esfuerzos previos centrados solo en la ampliación de vías, el Regiotram ofrece una propuesta alternativa basada en tecnologías innovadoras que resuelve necesidades apremiantes.
En síntesis, el RegioTram de Occidente es una realidad que transformará positivamente a Cundinamarca. No solo generará una base sólida de empleo y desarrollo económico, sino que revolucionará la movilidad, mejorará la calidad de vida y contribuirá a un futuro más sostenible y conectado para miles de cundinamarqueses. Mariana, y muchos otros como ella, pronto experimentarán los beneficios de este tren que, sin duda, cambiará vidas.
