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Dylan, un milagro en Piedecuesta

En Piedecuesta, las precipitaciones ocasionaron el desbordamiento de tres afluentes y una avalancha que dejó tres víctimas fatales. En Chinchiná, el saldo fue de cinco personas muertas.

El Espectador
27 de febrero de 2020 - 03:02 a. m.
 Los primeros cuerpos de la tragedia de Chinchiná fueron hallados el martes en la noche. / UNGRD
Los primeros cuerpos de la tragedia de Chinchiná fueron hallados el martes en la noche. / UNGRD

Cinco horas de fuertes lluvias en el municipio de Piedecuesta (Santander) derivaron en una tragedia que hoy tiene al municipio con declaratoria de calamidad pública. Las quebradas San Francisco y la Grande y el río Manco se desbordaron y provocaron grandes deslizamientos de tierra en los sectores Los Curos, Pescadero, Bocagrande, Las Acacias y El Guamo. El balance al caer la noche de este miércoles hablaba de seis personas desaparecidas, tres cuerpos recuperados en la vereda San Francisco y tres personas rescatadas.

En medio de la tragedia sobresalió la historia de Dylan Matías Jaimes, un bebé de ocho meses que, luego de permanecer seis horas desaparecido, fue sacado del barro y los escombros por la misma comunidad de la vereda El Guamo y llevado posteriormente a la clínica de Piedecuesta para evaluar su estado de salud. Sus dos hermanos, de dos y cinco años, y su mamá de 22, figuraban todavía ayer entre las personas desaparecidas. “Pudimos conocer la situación de Dylan. Se encuentra muy bien de salud y el parte médico es bastante favorable”, manifestó la secretaria de Desarrollo Social, Zulay Velandia.

Más de 150 integrantes del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres se trasladaron a cinco puntos del desastre y las autoridades dispusieron un Puesto de Mando Unificado para coordinar las acciones. Se estableció, por ejemplo, una zona en la plaza de mercado campesino para reubicar de manera provisional a las familias damnificadas. También se habilitaron la iglesia del Perpetuo Socorro y el salón parroquial San Ignacio para la recolección de ayudas humanitarias y alimentos no perecederos.

Asismismo, el director de Gestión del Riesgo de Santander, César García, explicó que tres puntos de la vía a San Gil tienen graves afectaciones y que la vía que de Bucaramanga conduce a Bogotá estará cerrada por lo menos una semana.

Las precipitaciones que se registran en varias regiones del país también dejaron este miércoles cinco víctimas mortales en el municipio de Chinchiná (Caldas), en donde un derrumbe cubrió dos viviendas en el barrio San Martín, sector Los Mangos. De acuerdo con Jorge Cárdenas, coordinador municipal de Gestión del Riesgo de Chinchiná, en la zona se iniciará un proceso de “mitigación con respecto a la lluvia. Vamos a gestionar el proceso de un plástico para la impermeabilización de la zona, evitando así que la emergencia se nos pueda aumentar”.

En Cundinamarca y la capital, entretanto, tras casi dos meses de sequías y heladas, las lluvias regresaron generando estragos y emergencia. En la tarde del pasado martes se registraron inundaciones y caídas de árboles, que provocaron emergencias especialmente en el nororiente, centro y suroriente de la ciudad. Las localidades más afectadas fueron Sumapaz, Chapinero, Suba y Barrios Unidos. No obstante, otros municipios del departamento también reportaron emergencias. Las fuertes lluvias, por ejemplo, ocasionaron una emergencia en la vía al municipio de La Calera, donde se reportaron deslizamientos que bloquearon la vía principal.

De igual forma, el martes se presentaron 102 eventos relacionados con tormentas eléctricas en la región, de los cuales 52 fueron en Sumapaz, sin dejar víctimas. Caso contrario se vivió en Guaduas, donde nueve soldados resultaron heridos por un rayo. Según el reporte de Bomberos de Cundinamarca, los nueve uniformados custodiaban una torre de comunicaciones en la vereda de El Balú.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) aseguró que las precipitaciones seguirán tres días más y que el país está a punto de terminar la temporada seca para dar paso a las lluvias. “Los bogotanos tenemos que prepararnos, porque tendremos lluvias hasta el sábado y muy intensas. Lo que estamos viendo es fruto del cambio climático, de nuestras propias acciones, de vivir deforestando los cerros.

“Hay que entender que lo que causa estas emergencias climáticas es nuestro propio comportamiento. Si dejamos de deforestar y reforestamos, si dejamos de quemar diésel y usamos transporte público limpio, si dejamos de producir 7.000 toneladas de basura diarias, cambiando nuestros comportamientos realmente vamos a mitigar estas emergencias ambientales”, dijo la alcaldesa Claudia López.

Ante el panorama, Bomberos de Cundinamarca envió un mensaje a todos los socorristas del departamento para estar atentos y en alistamiento permanente, debido a los riesgos asociados a la temporada de lluvia, como inundaciones, crecientes, deslizamientos, caídas de árboles, vendavales y descargas eléctricas. “Es importante tener sus consejos municipales de gestión del riesgo activos y con plena claridad sobre cuáles deberán ser sus estrategias de respuesta y articulación para cada caso. Desde la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo y la Delegación Departamental de Bomberos de Cundinamarca estaremos muy atentos a sus requerimientos”.

Por El Espectador

 

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