
William Ospina dice: "Colombia es todavía de una exuberancia asombrosa. Cómo sería cuando el río Magdalena estaba dentado de caimanes". El Magdalena a la altura de Barrancabermeja.
Foto: GUSTAVO TORRIJOS/EL ESPECTADOR - GUSTAVO TORRIJOS
En Las mil y una noches hay un río mágico que corre toda la semana, pero descansa los sábados. Ese día no corre el agua, y los viajeros pueden pasar caminando por el lecho de piedras hasta la ciudad que está al otro lado. Los ríos aquí no son tan arbitrarios, pero tienen también sus caprichos, y una de las primeras cosas que nos deberían enseñar en la escuela es que Colombia es un país donde los ríos cambian de costumbres.
Visité una vez la finca de un amigo en Útica, y lo primero que hicimos fue dejar el equipaje en la casa y bajar una cuesta...