El pasado jueves en la noche el alcalde Leonardo Siágama, la Personería Municipal, la inspección de Policía y demás instituciones acordaron con los indígenas su regreso voluntario al territorio. La administración municipal se comprometió a gestionar recursos y garantizar la logística necesaria para efectuar el retorno.
El verdadero reto de la alcaldía es conseguir los recursos puesto que no cuenta con los suficientes para atender la emergencia humanitaria. La Gobernación de Risaralda tampoco cuenta con ellos, su presupuesto de emergencias está siendo usado para atender a los damnificados de las inundaciones en el municipio de La Virginia. Por tanto, le pidieron paciencia a la comunidad mientras los consiguen.
El alcalde dijo que los indígenas llegaron desplazados en busca de protección, porque decían estar amenazados pon la guerrilla del Eln. “A estas comunidades las tenemos albergadas en el aula máxima de la escuela Simón Bolívar de la localidad, por lo cual la situación es complicada en este momento”, informó el mandatario a RCN Radio.
La comunidad indígena de Canchidó, Pueblo Rico (Risaralda) se desplazó y solicitó dicha ayuda humanitaria debido al peligro que corrían en sus territorios. Allí llegaron los actores armados encapuchados y días después los amenazaron e intimidaron.
La alcaldía del municipio risaraldense ha tenido que atender a varios pueblos indígenas que se desplazan y van allí en búsqueda de ayuda. Una de ellas fue la comunidad de Cevedé del resguardo Indígena Tahamí, en Bagadó (Chocó), a principios de marzo, luego de que miembros del Eln incursionaron en la zona del Alto Andáguedad donde ellos estaban.
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