Crímenes selectivos de dirigentes políticos, atentados terroristas con carros bombas y asesinatos de jueces, magistrados, gobernadores y policías, fueron en 1989 el detonante de la cruenta guerra que paramilitares y carteles de la droga le declararon al Estado. Una ofensiva criminal que dejó centenas de muertos y una huella imborrable en la memoria de una generación de colombianos que creció en medio del pánico colectivo.
18 DE ENERO:
En el corregimiento de La Rochela, municipio de Simacota (Santander), doce funcionarios judiciales que investigaban la desaparición de 19 comerciantes, perpetrada por las autodefensas en el Magdalena Medio en 1987, fueron asesinados por paramilitares, presuntamente en alianza con algunos miembros del Ejército. Por estos hechos el Estado colombiano aceptó su responsabilidad ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y pidió perdón a los familiares de las víctimas.
27 DE FEBRERO:
Teófilo Forero Castro, dirigente sindicalista oriundo de Natagaima, Tolima, fue asesinado en el sur de Bogotá junto a su esposa Leonilde Mora y su conductor. Forero había llegado en los años 50 a la capital del país huyendo de la violencia de su departamento y desde entonces se había convertido en dirigente del Partido Comunista Colombiano.
3 DE MARZO:
Asesinado en el aeropuerto El Dorado de Bogotá el líder de la Unión Patriótica, José Antequera, quien también ocupó el cargo de secretario nacional del Partido Comunista. Había denunciado los crímenes cometidos por grupos paramilitares y los vínculos de estos últimos con estructuras de las Fuerzas Militares. En el atentado resultó gravemente herido Ernesto Samper.
29 DE MARZO:
El abogado Héctor Giraldo Gálvez, apoderado de la familia Cano en el proceso por el asesinato del director de El Espectador Guillermo Cano Isaza, fue acribillado por dos sicarios motorizados que lo interceptaron en una calle en el norte Bogotá. Con notable disciplina, Giraldo Gálvez se había dedicado por entero a realizar su propia investigación sobre el caso y gracias a sus averiguaciones la justicia pudo vincular a los altos mandos del cartel de Medellín en el crimen.
4 DE MAYO:
Frente al Parque Nacional de Bogotá, sicarios acabaron con la vida del exgobernador de Boyacá, Álvaro González Santana, padre de la jueza segunda de orden público, Martha Lucía González Rodríguez, quien había ordenado investigar a los jefes del cartel de Medellín, Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha, y al jefe paramilitar, Fidel Castaño, por varias masacres perpetradas en 1988 en Urabá y Córdoba. La jueza González se enteró de la noticia en el exilio.
1º DE JUNIO:
A sus 49 años, fue asesinado el sacerdote jesuita Sergio Restrepo Jaramillo, vicario de la parroquia de San José de Tierralta (Córdoba). El clérigo llevaba 10 años trabajando con la comunidad de la zona, que era víctima de violaciones a derechos humanos por parte de grupos paramilitares.
4 DE JULIO:
A las 7:45 de la mañana estalló un carro bomba en el sector del Estadio en Medellín, ocasionando la muerte del gobernador de Antioquia, Antonio Roldán Betancur, quien se desplazaba en un carro oficial hacia su despacho. Tras varias investigaciones se conoció que el gobernador había sido asesinado por error: sicarios del cartel de Medellín confundieron la caravana de carros de Roldán con la del director de la Policía de Antioquia, coronel Valdemar Franklin Quintero, el verdadero blanco del atentado.
28 DE JULIO:
En el barrio Santa Mónica, de Medellín, fue acribillada a tiros la jueza tercera de Orden Público, María Helena Díaz Pérez. Sus dos escoltas también perdieron la vida. La asesinaron por develar la maquinaria criminal del narcotráfico y confirmar las medidas de aseguramiento que había expedido su colega Martha Lucía González contra Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha y Fidel Castaño. En su memoria, 20.000 funcionarios del Poder Judicial entraron en paro.
16 DE AGOSTO:
El magistrado de la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá Carlos Valencia García fue asesinado por cuatro sicarios que en dos motocicletas lo interceptaron en el centro de la capital. Ese mismo día Valencia había confirmado el llamamiento de Pablo Escobar y sus secuaces por el crimen del periodista Guillermo Cano. Días atrás había ordenado la captura de Gonzalo Rodríguez Gacha por el asesinato del candidato presidencial de la Unión Patriótica Jaime Pardo Leal.
18 DE AGOSTO:
A las 6:20 de la mañana, en un concurrido sitio de la capital de Antioquia, fue asesinado el comandante de la policía de Antioquia, coronel Valdemar Franklin Quintero. El crimen se registró cuando el vehículo oficial en que se movilizaba el coronel se detuvo en un semáforo en rojo, instante que aprovecharon los sicarios para acribillarlo a tiros. En los siete meses que duró el oficial en el cargo, asestó los mayores golpes a la mafia del narcotráfico en este departamento.
18 DE AGOSTO:
Hacia las 8:45 de la noche, en una tarima situada en la plaza central de Soacha (Cundinamarca), fue asesinado el entonces precandidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento. Con más del 60% de favorabilidad en las encuestas, estaba a nueve meses de convertirse en el sucesor de Virgilio Barco en la Casa de Nariño. Sin embargo, el narcotráfico frustró su ascenso al poder, causando de paso un dolor colectivo a Colombia.
2 DE SEPTIEMBRE:
A las 6:43 minutos de la mañana, un camión cargado con 60 kilos de dinamita explotó junto a la sede del periódico El Espectador en Bogotá. Por fortuna la detonación no causó víctimas mortales, pero sí 73 personas heridas y serios destrozos en varias edificaciones a la redonda. Aun así el periódico circuló al día siguiente con el titular “¡Seguimos adelante!”. El Espectador no declinó en sus informaciones contra Pablo Escobar y sus socios, por eso el cartel de Medellín sostuvo su ofensiva criminal contra el periódico.
10 DE OCTUBRE:
En dos sitios de Medellín fueron asesinados Martha Luz López y Miguel Soler, gerentes administrativo y de circulación del diario El Espectador en la capital antioqueña. Marta Luz fue acribillada a mediodía por dos hombres que le dispararon cuando se disponía a salir de su residencia, en el sector de El Poblado. Miguel Soler murió a manos de dos sicarios cuando se dirigía a las oficinas del periódico después de conocer la noticia de la muerte de la gerente administrativa.
16 DE OCTUBRE:
Un Renault 4 amarillo cargado con 50 kilos de dinamita explotó frente a las instalaciones del periódico ‘Vanguardia Liberal’ de Bucaramanga. Murieron un vigilante, un ayudante de rotativa, otro empleado de impresión y un transeúnte. Con una edición de 20 páginas y bajo el título “Duelo y destrucción”, los directivos y periodistas de ‘Vanguardia Liberal’ decidieron circular al día siguiente con un mensaje de resistencia.
17 DE OCTUBRE:
En momentos en que abordaba el vehículo de un colega para desplazarse juntos a la Universidad de Antioquia, sicarios del narcotráfico asesinaron al magistrado de la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín Héctor Jiménez Rodríguez. Jiménez se había desempeñado como juez en varios municipios del nordeste antioqueño y desde 1979 ejercía en el Tribunal Superior de Medellín. Varias veces fue postulado para asumir una magistratura en la Corte Suprema de Justicia, pero prefirió quedarse en la capital antioqueña, donde encontró la muerte.
26 DE OCTUBRE:
Asesinado el diputado por la Unión Patriótica (UP) a la Asamblea del departamento de Antioquia Gabriel Jaime Santamaría. De acuerdo con declaraciones entregadas por el extraditado jefe paramilitar alias 'Don Berna', el plan para matar al dirigente político fue orquestado por Carlos Castaño Gil y en él participó un grupo de agentes del DAS que ese mismo día dio muerte al sicario que ejecutó el crimen.
29 DE OCTUBRE:
Hacia la 1:45 de la tarde, minutos después de concluir la emisión de su noticiero de televisión, ‘Mundo Visión’, sicarios que se movilizaban en una moto atentaron contra el director del informativo, Jorge Enrique Pulido. En el atentado resultó herida la presentadora del noticiero, María Jimena Godoy. El periodista falleció días después y con su muerte, la mafia de Pablo Escobar Gaviria se quitó de encima a otro de sus principales enemigos, pues Pulido nunca ahorró palabras para señalar al cartel de Medellín como el causante de la crisis en Colombia.
15 DE NOVIEMBRE:
Luego de oficiar como juez de línea en el partido de fútbol entre Medellín y América, el árbitro Álvaro Ortega fue acribillado con seis impactos de bala en inmediaciones del hotel Nutibara de la capital antioqueña, al cual se dirigía en compañía de su colega Jesús Díaz. A los dos días del asesinato del bolivarense de 32 años, las directivas de la Federación Colombiana de Fútbol y la Dimayor decidieron suspender el torneo de fútbol colombiano. Fue el único año que no hubo campeón.
27 DE NOVIEMBRE:
A las 7:19 de la mañana un avión Boeing 727 de la empresa Avianca explotó en el aire en inmediaciones del municipio de Soacha (Cundinamarca). Aunque desde el principio las autoridades aeronáuticas creían que se había tratado de un accidente por razones técnicas, con el curso de las horas y la comprobación días después, se concretó la verdad del caso. Una vez más, el narcoterrorismo del cartel de Medellín había perpetrado un atentado, que dejó 107 personas muertas. La organización terrorista creía que en ese avión iba a estar el candidato presidencial César Gaviria. Esa fue la razón del atentado.
6 DE DICIEMBRE:
Cuando el país aún no se reponía de la explosión del avión de Avianca, se materializó otro cruento ataque. A las 7:33 de la mañana, un bus cargado con al menos 500 kilos de dinamita explotó junto al costado oriental de la sede del DAS en Bogotá, situada en el sector de Paloquemao, causando la muerte de 60 personas y al menos 600 entre heridos, lesionados y mutilados. Fue tal la violencia del atentado terrorista contra el DAS, que causó destrozos en tres kilómetros a la redonda.