20 liberados luego de invasión de indígenas arhuacos a kankuamos

El sitio se ha convertido en una disputa histórica entre arhuacos y kankuamos.

Foto: Radio Guatapurí

Una invasión de indígenas arhuacos a kankuamos, que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, se registró a las afueras de Valledupar, específicamente en el predio Montesión. El conflicto involucró a cerca de 500 indígenas y dejó como saldo veinte personas retenidas, entre ellos menores de edad, que fueron liberados gracias al engranaje entre autoridades locales.

“Desde el primer momento atendimos el conflicto interno entre estas dos etnias con la institucionalidad, y reiteramos algunas soluciones, por las cuales hoy se tomarán acciones”, indicó Jorge Pérez Peralta, secretario de Gobierno de Valledupar, quien indicó que se adelantan conversaciones con el Ministerio de Interior y la Agencia Nacional de Tierras para llegar a una negociación.

La invasión se dio el pasado lunes debido a una disputa histórica de un predio de 24 hectáreas en el que los indígenas arhuacos reclama que les pertenece. Mientras que el pueblo kankuamo sostiene que el predio Montesión es de su propiedad ancestral y exige respeto por las decisiones de los gobiernos indígenas, responsabilizando a líderes arhuacos por la irrupción y las agresiones.

Por su parte, las autoridades arhuacas argumentan que el predio hace parte de la ampliación del resguardo propio de la Sierra Nevada y que históricamente han intentado resolver las disputas territoriales mediante el diálogo. Señalan que la falta de cumplimiento por parte de los kankuamos los llevó a activar mecanismos de recuperación territorial, amparados en el Decreto 1500 de 2018, y niegan que sus acciones sean violentas, llamando a la intervención de autoridades nacionales y a la búsqueda de una solución pacífica.

Sin embargo, según denuncias de las autoridades kankuamas, durante las primeras horas de la mañana del lunes 28 de abril, un grupo numeroso de arhuacos ingresó al predio Montesión, destruyendo viviendas y enseres, reteniendo a los habitantes y provocando el desplazamiento forzado de las familias kankuamas.

En la tarde, cuando líderes kankuamos intentaban establecer un diálogo, se produjeron nuevas agresiones con piedras y disparos, agravando la situación humanitaria.

Inicialmente, se reportaron más de 15 personas heridas, ocho niños desaparecidos y dos maestros retenidos, además de daños a viviendas, centros comunitarios y otras estructuras en las que vivían más de 100 indígenas kankuamos. Las autoridades de Valledupar indicaron que eran 20 las personas retenidas y que ya se encuentran liberadas.

El Puesto de Mando Unificado (PMU), que se realizó desde las instalaciones de la Policía Metropolitana de Valledupar, participaron diversas entidades, entre ellas las secretarías de Gobierno y Seguridad municipal, la Personería, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, la Unidad de Víctimas, el Ejército Nacional, la Policía Nacional, el CTI de la Fiscalía, la Fiscalía General de la Nación y el ICBF.