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Irregularidades en materia de calidad y estado de algunos alimentos, así como en la distribución de las porciones y los horarios de suministro denunciaron varios colombianos deportados de Venezuela que actualmente se encuentran en albergues de Cúcuta.
Los reclamos fueron recogidos por la Contraloría General de la República durante una visita de seguimiento a dos albergues y un hotel de Cúcuta, en la que los deportados pusieron de manifiesto sus reparos respecto al servicio de alimentación que reciben por parte de los contratistas asignados por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
De acuerdo con el órgano de control, las denuncias recibidas serán evaluadas y puestas en conocimiento de las entidades competentes.
“La Contraloría brindó información a los compatriotas deportados en relación con la forma cómo pueden apoyar, en este caso, el cuidado y vigilancia que ejerce el órgano de control sobre los recursos públicos asignados para su atención”, sostuvo la entidad a través de un comunicado de prensa.
Adicionalmente, la Controlaría instó a los ciudadanos inconformes a organizar Veedurías Ciudadanas como mecanismo de seguimiento a la correcta inversión de estos recursos y la adecuada gestión de las entidades del Estado.
“Hoy mismo se tramita la conformación de las dos primeras Veedurías Ciudadanas conformadas por deportados”, anunció la gerencia departamental de la Contraloría en Norte de Santander.
La actividad de seguimiento contó con la participación del presidente de la Colegiatura Norte de Santander, Edgar Villamizar, el gerente departamental, Libardo Álvarez, y dos funcionarios del equipo de trabajo de Promoción y Desarrollo del Control Ciudadano.