Alejandro Char, el mejor alcalde del país

Alejandro Char, alcalde de la capital del Atlántico, ha mantenido en la cima la aprobación de su gestión desde que inició su segundo mandato en enero. El 86% de los encuestados en esa ciudad está contento con la labor que ha desempeñado el ingeniero civil, según la última encuesta de Gallup Poll, que preguntó sobre el tema a 1.200 personas de forma telefónica entre el 21 de junio y el 2 de julio. (Ver ficha técnica)

La cifra de favorabilidad es la más alta de las cinco principales ciudades del país (Medellín, Bucaramanga, Cali, Barranquilla, y Bogotá) y la única que se sostuvo. Enrique Peñalosa, en Bogotá;  Federico Gutiérrez, en la capital de Antioquia; y Maurice Armitage, en Cali; bajaron puntos frente a la ciudadanía. Aunque el mandatario bumangués, Rodolfo Hernández, subió 9 puntos de aprobación (ubicándose en 81%), no le alcanzó para superar en favorabilidad a Char.

Durante estos primeros seis meses de mandato, uno de los propósitos de Char ha estado enfocado en luchar contra el mal servicio de Electricaribe. Le ha solicitado en repetidas ocasiones al Ministerio de Minas evaluar a la empresa e intervenirla. Tras su arremetida, gobernadores y alcaldes de la región Caribe se unieron para pedirle al Gobierno que se cambie el operador de la energía ante los repetidos cortes de luz y la pésima atención.

En infraestructura, las iniciativas se concentran en controlar los siete arroyos más peligrosos en la ciudad a través de la canalización de corrientes pluviables y la terminación del Centro de Eventos Puerta de Oro. La capital del Atlántico también tiene el mejor colegio público de primaria del país: el Instituto Técnico de Comercio.

Char acumula otro récord. En las últimas dos décadas es el alcalde de Barranquilla que mayor aprobación de su gestión ha obtenido. El 97% de los barranquilleros aseguró estar a gusto con su primer mandato en abril de 2010.

Al visto bueno de su gestión se suma que más de la mitad de la población que participó en la encuesta (57%) es optimista y cree que las cosas están mejorando en la ciudad. Mientras que el 37% considera que las cosas están empeorando, una cifra que aumentó cinco puntos desde mayo hasta julio.

El mayor nivel de negativismo en la urbe se registró entre abril y junio de 2013, cuando llegó al 67% en el mandato de Elsa Noguera, hoy ministra de Vivienda. Un altibajo que la exalcaldesa logró superar porque terminó su gestión tan solo con un 20% de pesimismo de los ciudadanos.  

El gobernador Eduardo Verano de la Rosa también salió bien librado en la encuesta. El 71% de las personas aprueba su gestión, un indicador que aumentó 20 puntos en los últimos dos meses.

Verano ha tenido un papel activo en el proceso de paz que el Gobierno adelanta con las Farc, en La Habana, Cuba. Desde la isla, el gobernador, quien fue comisionado por la Federación Nacional de Departamentos ante la mesa de negociación, propuso una Asamblea Nacional Constituyente. Ha sido enfático en decir que la regionalización ofrece al país un nuevo modelo de Estado “para garantizar que la guerra no vuelva a resucitar”.

Alejandro Char, alcalde de la capital del Atlántico, ha mantenido en la cima la aprobación de su gestión desde que inició su segundo mandato en enero. El 86% de los encuestados en esa ciudad está contento con la labor que ha desempeñado el ingeniero civil, según la última encuesta de Gallup Poll, que preguntó sobre el tema a 1.200 personas de forma telefónica entre el 21 de junio y el 2 de julio. (Ver ficha técnica)

La cifra de favorabilidad es la más alta de las cinco principales ciudades del país (Medellín, Bucaramanga, Cali, Barranquilla, y Bogotá) y la única que se sostuvo. Enrique Peñalosa, en Bogotá;  Federico Gutiérrez, en la capital de Antioquia; y Maurice Armitage, en Cali; bajaron puntos frente a la ciudadanía. Aunque el mandatario bumangués, Rodolfo Hernández, subió 9 puntos de aprobación (ubicándose en 81%), no le alcanzó para superar en favorabilidad a Char.

Durante estos primeros seis meses de mandato, uno de los propósitos de Char ha estado enfocado en luchar contra el mal servicio de Electricaribe. Le ha solicitado en repetidas ocasiones al Ministerio de Minas evaluar a la empresa e intervenirla. Tras su arremetida, gobernadores y alcaldes de la región Caribe se unieron para pedirle al Gobierno que se cambie el operador de la energía ante los repetidos cortes de luz y la pésima atención.

En infraestructura, las iniciativas se concentran en controlar los siete arroyos más peligrosos en la ciudad a través de la canalización de corrientes pluviables y la terminación del Centro de Eventos Puerta de Oro. La capital del Atlántico también tiene el mejor colegio público de primaria del país: el Instituto Técnico de Comercio.

Char acumula otro récord. En las últimas dos décadas es el alcalde de Barranquilla que mayor aprobación de su gestión ha obtenido. El 97% de los barranquilleros aseguró estar a gusto con su primer mandato en abril de 2010.

Al visto bueno de su gestión se suma que más de la mitad de la población que participó en la encuesta (57%) es optimista y cree que las cosas están mejorando en la ciudad. Mientras que el 37% considera que las cosas están empeorando, una cifra que aumentó cinco puntos desde mayo hasta julio.

El mayor nivel de negativismo en la urbe se registró entre abril y junio de 2013, cuando llegó al 67% en el mandato de Elsa Noguera, hoy ministra de Vivienda. Un altibajo que la exalcaldesa logró superar porque terminó su gestión tan solo con un 20% de pesimismo de los ciudadanos.  

El gobernador Eduardo Verano de la Rosa también salió bien librado en la encuesta. El 71% de las personas aprueba su gestión, un indicador que aumentó 20 puntos en los últimos dos meses.

Verano ha tenido un papel activo en el proceso de paz que el Gobierno adelanta con las Farc, en La Habana, Cuba. Desde la isla, el gobernador, quien fue comisionado por la Federación Nacional de Departamentos ante la mesa de negociación, propuso una Asamblea Nacional Constituyente. Ha sido enfático en decir que la regionalización ofrece al país un nuevo modelo de Estado “para garantizar que la guerra no vuelva a resucitar”.