La violencia contra los periodistas es uno de los temas más recurrentes a la hora de hablar de libertad de expresión en Colombia. Desde 1977, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) ha registrado el asesinato de 165 comunicadores por razones de oficio, mientras que las agresiones y amenazas de grupos armados y la estigmatización de políticos han sido constantes en los últimos años.
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De acuerdo con el informe anual de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras (RSF), el país se encuentra en el puesto 139 de 180 países, por lo que están en el grupo en que se considera que la situación es muy grave, y aunque la organización destaca que el país ha mejorado de posición, sigue entre los cinco más peligrosos para ejercer el periodismo en América Latina.
Las cifras lo corroboran. El informe anual de la Flip de 2022 señala que en ese año la violencia contra la prensa no cambió y, pero sí se ha venido enfrentando a una creciente violencia de actores armados, a lo que se suma la estigmatización a medios y periodistas por parte de líderes políticos.
“En los últimos años, hemos visto un aumento de las amenazas. En el 2020 fueron 152, en el 2021, 172 y el año pasado registramos 280 amenazas. Hay un aumento y la amenaza sigue siendo un actor oscuro porque muchas veces son desconocidos y últimamente la amenaza no solo está dirigida a los periodistas sino también a su núcleo familiar. También pasa que son enviadas a través de algún hijo, hermana o padre de el o la periodista, lo que termina teniendo un impacto más grande en el ejercicio y trae unas cargas emocionales más altas porque se afecta al entorno”, asegura Daniel Chaparro, asesor de dirección de la Flip.
Este año se ha registrado 130 agresiones, entre las cuales se destacan 40 amenazas, la mayoría de las cuales se registraron en Bogotá, Antioquia y Barranquilla, así como en zonas como Putumayo o los departamentos del Pacífico, donde se registran presiones de grupos armados que se disputan el territorio. “Esto habla del poder de algunas estructuras armadas. El ejercicio del periodismo en estas zonas es muy difícil y se asumen muchos riesgos, pero también, por la coyuntura, hay unos grupos que buscan visibilidad dentro de la posible negociación de la paz total y vemos que la falta de claridad de un diseño de política de comunicaciones de lo que se va a negociar o unas vocerías claras de los actores armados, terminan siendo un factor de riesgo para los periodistas”, explica Chaparro
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En otras regiones se ha visto como están carnetizando o restringiendo el acceso de la prensa a determinadas zonas en las que no se permite entrar cámaras o celulares, mientras que en grandes ciudades hay otros riesgos como agresiones de funcionarios públicos o sociedad civil, en especial en medio de cubrimientos como manifestaciones. La Flip también alerta el crecimiento de la polarización y estigmatización al oficio por parte de figuras públicas, lo que está abriendo otros escenarios peligros para los periodistas.
“Lo que le podemos decir a la sociedad es que hay diversidad, que los periodistas no son buenos ni son malos y que hay periodismo de mejor y peor calidad, pero que esas miradas simplificadoras de la realidad y los ecosistemas mediáticos no le hacen un favor a una mirada mucho más acompasada y reflexiva que debería hacer la ciudadanía a un universo más complejo y diverso. En el país se ofrecen muchas posibilidades y la gente solo se está quedando en mirar si el periodismo es bueno o malo”, dijo Chaparro.
El temor está en lo que vendrá en las elecciones regionales. El año pasado se vio un ambiente hostil y violento en el cubrimiento, mientras que en lo que está corrido del año ya se han visto presiones en medio de la campaña preelectoral. “Se espera en estas elecciones del segundo semestre haya un aumento en el registro de casos, por lo que queda es hacer un llamado a las autoridades para que comprendan que la labor de información es importante en los procesos electorales y a los políticos que no sigan metiendo en la espiral de estigmatización a los periodistas”.