Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              12 de noviembre de 2015 - 07:28 a. m.

                                                                                                                              Armero, crónica de una tragedia amenazada por el olvido

                                                                                                                              A 300km/h por el cañón del Lagunilla, el río que baña a Armero, una avalancha de barro de 40 metros de altura se vertió sobre el valle.

                                                                                                                              AFP

                                                                                                                              AFP / AFP

                                                                                                                              De la catástrofe de Armero, tragada por el lodo en 1985, queda la mirada de Omaira Sánchez, cuya agonía fue registrada por medios del mundo entero, aunque las ruinas de esta próspera ciudad de Colombia se hundan hoy en el olvido.

                                                                                                                              "Treinta años después, aún tengo pesadillas", dice Olga Villalobo, quien para entonces aún no había cumplido 13 años, la edad de Omaira, símbolo de una tragedia que dejó más de 25.000 muertos y casi el mismo número de damnificados.

                                                                                                                              Como Omaira, cuyas fotos marcan un hito del desastre, Olga permaneció atrapada durante horas en el alud provocado por la erupción del volcán Nevado del Ruiz y el derretimiento de sus nieves perpetuas.

                                                                                                                              Atascada entre escombros, con una barra de metal clavada en su cadera, Omaira murió tras agonizar tres días. Olga sobrevivió.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              La noche del 13 de noviembre de 1985 dice haber estado preocupada. "Llovían cenizas y piedras", relata a la AFP. Su familia intentó huir en coche, pero no tuvo tiempo.

                                                                                                                              A 300km/h por el cañón del Lagunilla, el río que baña a Armero, una avalancha de barro de 40 metros de altura, el equivalente a un edificio de 12 pisos, se vertió sobre el valle, inundando todo en olas que se elevaron hasta 10 metros.

                                                                                                                              El despertar del "León dormido"

                                                                                                                              "Hubo un ruido fuerte, como un trueno. Y el agua, el lodo, entraron en el carro", explica Olga.

                                                                                                                              Recuerda haberse sofocado, creerse muerta. "Solté a mi mamá, a mi hermanito y esto me salvó", suspira al evocarlo. Con 43 años, traductora y madre de dos hijos, del horror no le ha quedado físicamente sino una minúscula cicatriz cerca de un ojo. Pero aún escucha "el canto de los gallos" que anunciaban el desastre.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El Nevado del Ruiz, apodado el "León dormido" y ubicado a unos 45 km de Armero y de 5.321 metros de altura, se había despertado hacía varios meses. "Había temblores, las cenizas cubrían todo, el agua estaba contaminada. Pero la alcaldía solo decía de taparse la nariz", asegura Alma Landínez, de 56 años.

                                                                                                                              Cada año, esta mujer, con 14 parientes muertos por la fatídica erupción, vuelve para despejar el lugar donde supuestamente estaba la casa familiar, en la parte más devastada de la zona. Allí no queda ni un muro. El fango lo cubrió todo y a lo largo de los años, la vegetación tropical se tomó el terreno.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              "No teníamos las capacidades de hoy. Esta tragedia sirvió de ejemplo, y no solo para Colombia", subraya el médico Harold Trujillo, de 50 años, entonces socorrista de la Cruz Roja y quien perdió a 70 de sus 90 colegas.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Cuando el Nevado del Ruiz rugió, los colombianos todavía se reponían de la sangrienta recuperación del Palacio de Justicia por parte de las fuerzas armadas, luego de que la sede de la Corte Suprema, en pleno centro de Bogotá y a solo 160 km de Armero, hubiera sido tomada por la guerrilla del M-19.

                                                                                                                              Tumbas de cuerpos sin sepultura

                                                                                                                              En la entrada de Armero, los árboles destriparon los pocos edificios que quedan en pie. El último piso del hospital, una ferretería y un restaurante se extienden sobre la ruta como fantasmas: vestigios de la "ciudad blanca", otrora famosa por sus plantaciones de algodón y arroz.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El resto no es sino una inmensidad desolada e infestada de mosquitos. Lápidas y cruces corroídas por la humedad marcan, entre algunas rocas volcánicas, los sitios donde los sobrevivientes piensan que descansan sus muertos.

                                                                                                                              Algunos de quienes lograron escapar fueron reubicados en localidades vecinas como Guayabal. Otros no recibieron nada después de agotar, en dos años, los fondos públicos otorgados.

                                                                                                                              Hoy sobre el valle, donde vacas huesudas pastan a la sombra, flota un pesado aire de abandono y, como una isla, emerge la tumba de Omaira.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Cientos de devotos le rinden homenaje como si fuera una santa. "Uno le deja una nota para agradecerle o pedirle favores", confía July Amezquita, de 29 años, cuyo marido dobla cuidadosamente un papel que deja entre las velas, juguetes y flores que acompañan la lápida.

                                                                                                                              En lo que era el centro de la ciudad, se dibuja en el cielo un arco de cemento de tres secciones, "símbolo de los que no están más", explica su autor, Hernán Diario Nova.

                                                                                                                              Muy cerca, al pie de una cruz levantada durante la visita del papa Juan Pablo II en julio de 1986, este artista oriundo de Armero dejó 25.000 piedras, tantas como los desaparecidos.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              En la antigua plaza pública, el único espacio liberado de la coraza de lodo, se aprecia la catedral y su campanario destrozado, recuperado 2km más lejos.

                                                                                                                              Es allí donde cada 13 de noviembre una lluvia de flores cae desde helicópteros sobre ese cementerio de tumbas de muertos sin sepultura para conmemorar lo ocurrido. 

                                                                                                                              AFP / AFP

                                                                                                                              De la catástrofe de Armero, tragada por el lodo en 1985, queda la mirada de Omaira Sánchez, cuya agonía fue registrada por medios del mundo entero, aunque las ruinas de esta próspera ciudad de Colombia se hundan hoy en el olvido.

                                                                                                                              "Treinta años después, aún tengo pesadillas", dice Olga Villalobo, quien para entonces aún no había cumplido 13 años, la edad de Omaira, símbolo de una tragedia que dejó más de 25.000 muertos y casi el mismo número de damnificados.

                                                                                                                              Como Omaira, cuyas fotos marcan un hito del desastre, Olga permaneció atrapada durante horas en el alud provocado por la erupción del volcán Nevado del Ruiz y el derretimiento de sus nieves perpetuas.

                                                                                                                              Atascada entre escombros, con una barra de metal clavada en su cadera, Omaira murió tras agonizar tres días. Olga sobrevivió.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              La noche del 13 de noviembre de 1985 dice haber estado preocupada. "Llovían cenizas y piedras", relata a la AFP. Su familia intentó huir en coche, pero no tuvo tiempo.

                                                                                                                              A 300km/h por el cañón del Lagunilla, el río que baña a Armero, una avalancha de barro de 40 metros de altura, el equivalente a un edificio de 12 pisos, se vertió sobre el valle, inundando todo en olas que se elevaron hasta 10 metros.

                                                                                                                              El despertar del "León dormido"

                                                                                                                              "Hubo un ruido fuerte, como un trueno. Y el agua, el lodo, entraron en el carro", explica Olga.

                                                                                                                              Recuerda haberse sofocado, creerse muerta. "Solté a mi mamá, a mi hermanito y esto me salvó", suspira al evocarlo. Con 43 años, traductora y madre de dos hijos, del horror no le ha quedado físicamente sino una minúscula cicatriz cerca de un ojo. Pero aún escucha "el canto de los gallos" que anunciaban el desastre.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El Nevado del Ruiz, apodado el "León dormido" y ubicado a unos 45 km de Armero y de 5.321 metros de altura, se había despertado hacía varios meses. "Había temblores, las cenizas cubrían todo, el agua estaba contaminada. Pero la alcaldía solo decía de taparse la nariz", asegura Alma Landínez, de 56 años.

                                                                                                                              Cada año, esta mujer, con 14 parientes muertos por la fatídica erupción, vuelve para despejar el lugar donde supuestamente estaba la casa familiar, en la parte más devastada de la zona. Allí no queda ni un muro. El fango lo cubrió todo y a lo largo de los años, la vegetación tropical se tomó el terreno.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              "No teníamos las capacidades de hoy. Esta tragedia sirvió de ejemplo, y no solo para Colombia", subraya el médico Harold Trujillo, de 50 años, entonces socorrista de la Cruz Roja y quien perdió a 70 de sus 90 colegas.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Cuando el Nevado del Ruiz rugió, los colombianos todavía se reponían de la sangrienta recuperación del Palacio de Justicia por parte de las fuerzas armadas, luego de que la sede de la Corte Suprema, en pleno centro de Bogotá y a solo 160 km de Armero, hubiera sido tomada por la guerrilla del M-19.

                                                                                                                              Tumbas de cuerpos sin sepultura

                                                                                                                              En la entrada de Armero, los árboles destriparon los pocos edificios que quedan en pie. El último piso del hospital, una ferretería y un restaurante se extienden sobre la ruta como fantasmas: vestigios de la "ciudad blanca", otrora famosa por sus plantaciones de algodón y arroz.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El resto no es sino una inmensidad desolada e infestada de mosquitos. Lápidas y cruces corroídas por la humedad marcan, entre algunas rocas volcánicas, los sitios donde los sobrevivientes piensan que descansan sus muertos.

                                                                                                                              Algunos de quienes lograron escapar fueron reubicados en localidades vecinas como Guayabal. Otros no recibieron nada después de agotar, en dos años, los fondos públicos otorgados.

                                                                                                                              Hoy sobre el valle, donde vacas huesudas pastan a la sombra, flota un pesado aire de abandono y, como una isla, emerge la tumba de Omaira.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Cientos de devotos le rinden homenaje como si fuera una santa. "Uno le deja una nota para agradecerle o pedirle favores", confía July Amezquita, de 29 años, cuyo marido dobla cuidadosamente un papel que deja entre las velas, juguetes y flores que acompañan la lápida.

                                                                                                                              En lo que era el centro de la ciudad, se dibuja en el cielo un arco de cemento de tres secciones, "símbolo de los que no están más", explica su autor, Hernán Diario Nova.

                                                                                                                              Muy cerca, al pie de una cruz levantada durante la visita del papa Juan Pablo II en julio de 1986, este artista oriundo de Armero dejó 25.000 piedras, tantas como los desaparecidos.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              En la antigua plaza pública, el único espacio liberado de la coraza de lodo, se aprecia la catedral y su campanario destrozado, recuperado 2km más lejos.

                                                                                                                              Es allí donde cada 13 de noviembre una lluvia de flores cae desde helicópteros sobre ese cementerio de tumbas de muertos sin sepultura para conmemorar lo ocurrido. 

                                                                                                                              Por AFP

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar