Arrancó en Medellín la feria que cuenta la historia detrás de los artesanos

En su octava versión, “Expoartesano, la memoria” presenta artesanías con diferentes materiales y técnicas en joyería, cerámica, metales, tejidos y vidrios. Además, habrá un espacio dedicado al “Encuentro de saberes”, en el que los asistentes podrán aprender acerca de la historia que hay detrás de cada creación.

Por ejemplo, en la cultura wayuu, la mujer aprende la técnica ancestral del arte de tejer dibujo luego de que le llega su primera menstruación. Cuando pasan de niña a mujer son encerradas durante tres años y se dedican a aprender el arte de la sabiduría wayuu que es tejer. Durante su aislamiento la mujer debe aprender a tejer chinchorros con hilaza de algodón, para que cuando salga pueda encontrar esposo y sea una mujer respetable y digna de construir una familia.

En el Centro de Eventos Plaza Mayor se reunieran las etnias Arhuaco, Cocama, Cubeo, Embera Chamí, Eperara Siapidara, Inga, Kamentsá, Kankuama, Koreguaje, Guna Dule, Misak, Nasa, Pastos, Piarora, Tikuna, Wayúu, Wounaan y Yurema para mostrar su trabajo y compartir sus tradiciones. Los asistentes podrán conocer la cultura de quienes están detrás de las artesanías.

 “Este año el eje central de la feria siguen siendo los artesanos, pero una de las novedades es el concepto, que en esta oportunidad estará basado en los mitos de origen y la cosmogonía de los pueblos indígenas destacando, especialmente, la simbología de los objetos, el poder cultural que esconden.  La idea es que, además de comprar productos artesanales de la más alta calidad, quien asista también adquiera conocimiento.  Se trata de una feria comercial que beneficia directamente a los Artesanos colombianos, pero también de un encuentro del saber ancestral con el cual celebramos nuestro origen”, dijo Ana Maria Fries, gerente de Artesanías de Colombia.

Durante estos siete días los asistentes podrán encontrar una muestra gastronómica de varios departamentos del país con comida como encurtidos, café y dulces tradicionales. Igualmente habrá presencia de mercados campesinos con el fin de mostrar la diversidad cultural de nuestro país.

Se espera que la feria tenga 28.000 asistentes y que las ventas sean mayores a los 3.500 millones de pesos que registró la feria en ventas el año pasado. “Detrás de esos 400 artesanos hay 5000 personas que se benefician, sus comunidades, sus talleres y eso es hermoso que lo tengamos en nuestra ciudad por una semana. Queremos que valoren esta feria, que apoyemos, compremos y que no pidamos descuentos, porque a los artesanos no se les pide descuento, pero sobre todo que seamos los anfitriones”, dijo Natalia Martínez, directora de “Expoartesano, la memoria”.

En su octava versión, “Expoartesano, la memoria” presenta artesanías con diferentes materiales y técnicas en joyería, cerámica, metales, tejidos y vidrios. Además, habrá un espacio dedicado al “Encuentro de saberes”, en el que los asistentes podrán aprender acerca de la historia que hay detrás de cada creación.

Por ejemplo, en la cultura wayuu, la mujer aprende la técnica ancestral del arte de tejer dibujo luego de que le llega su primera menstruación. Cuando pasan de niña a mujer son encerradas durante tres años y se dedican a aprender el arte de la sabiduría wayuu que es tejer. Durante su aislamiento la mujer debe aprender a tejer chinchorros con hilaza de algodón, para que cuando salga pueda encontrar esposo y sea una mujer respetable y digna de construir una familia.

En el Centro de Eventos Plaza Mayor se reunieran las etnias Arhuaco, Cocama, Cubeo, Embera Chamí, Eperara Siapidara, Inga, Kamentsá, Kankuama, Koreguaje, Guna Dule, Misak, Nasa, Pastos, Piarora, Tikuna, Wayúu, Wounaan y Yurema para mostrar su trabajo y compartir sus tradiciones. Los asistentes podrán conocer la cultura de quienes están detrás de las artesanías.

 “Este año el eje central de la feria siguen siendo los artesanos, pero una de las novedades es el concepto, que en esta oportunidad estará basado en los mitos de origen y la cosmogonía de los pueblos indígenas destacando, especialmente, la simbología de los objetos, el poder cultural que esconden.  La idea es que, además de comprar productos artesanales de la más alta calidad, quien asista también adquiera conocimiento.  Se trata de una feria comercial que beneficia directamente a los Artesanos colombianos, pero también de un encuentro del saber ancestral con el cual celebramos nuestro origen”, dijo Ana Maria Fries, gerente de Artesanías de Colombia.

Durante estos siete días los asistentes podrán encontrar una muestra gastronómica de varios departamentos del país con comida como encurtidos, café y dulces tradicionales. Igualmente habrá presencia de mercados campesinos con el fin de mostrar la diversidad cultural de nuestro país.

Se espera que la feria tenga 28.000 asistentes y que las ventas sean mayores a los 3.500 millones de pesos que registró la feria en ventas el año pasado. “Detrás de esos 400 artesanos hay 5000 personas que se benefician, sus comunidades, sus talleres y eso es hermoso que lo tengamos en nuestra ciudad por una semana. Queremos que valoren esta feria, que apoyemos, compremos y que no pidamos descuentos, porque a los artesanos no se les pide descuento, pero sobre todo que seamos los anfitriones”, dijo Natalia Martínez, directora de “Expoartesano, la memoria”.