
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Superada la controversia por la tala de un centenar de árboles en el barrio Milán de Manizales, la Alcaldía de la capital de Caldas inició esta semana los trabajos para retirar una porción de los urapanes que le darán paso a obras del bulevar de la Zona G de la ciudad.
Aunque inicialmente se dijo que iban a ser talados los 99 árboles, la administración municipal aseguró a mediados de agosto que serían 65 los urapanes que se retirarían; no obstante, el movimiento ciudadano que se ha opuesto desde el principio a la medida sostuvo que solo serán talados 30 árboles, cuyos problemas fitosanitarios han deteriorado andenes, redes de servicios públicos y la infraestructura del sector. (Lea: Al menos 65 árboles serán talados en Manizales para darle paso a bulevar)
“De los 99 urapanes estudiados por el equipo no a la tala, con tres estudios por especialistas, se identificó que de los 99 se pueden salvar 69, los otros 30 serán talados por afectación en viviendas y porque están muertos o en proceso de pudrición y muerte evidente”, explicó el colectivo ‘No a la tala de árboles en Milán’.
De acuerdo con la Alcaldía, se preservarán 69 urapanes que se enmarcarán en un proyecto de renovación del espacio urbano, teniendo en cuenta además que los árboles, según la administración, tienen cerca de 75 años y su periodo de vida no supera los 100.
“La zona que buscamos intervenir está muy degradada en materia de andenes, zonas verdes y espacio público. Tras adelantar estudios y diseños que contemplan un análisis estructural de todo el sector, concluimos que ya está finalizando el proceso de vida de los árboles”, aseguró recientemente a El Espectador el secretario de Obras Públicas de Manizales, Jorge Eliécer Rivillas.
Según el funcionario, el proyecto del bulevar de la Zona G –cuya inversión asciende a los $5.500 millones–comprende la optimización del espacio público, la ampliación de andenes y la construcción de parqueaderos de cara a potenciar la zona como un referente gastronómico de la capital de Caldas.
Adicionalmente, la administración municipal ideó una sustitución que comprende el remplazo de los urapanes por guayacanes amarillos, que se adaptan mejor a las zonas urbanas y que no afectan las redes de servicios públicos.
“La sustitución que se planteó comprende una compensación uno a cinco (…) Son guayacanes amarillos, menos corpulentos y a los cuales se les puede controlar el crecimiento de sus raíces, para que sea hacia abajo y no hacia los lados, lo que afecta las redes de servicios”, precisó Rivillas.
Entretanto, el colectivo ‘No a la tala de árboles en Milán’ anunció que hará presencia en el sector para asegurarse de que la tala cumpla estrictamente con los acuerdos alcanzados: “tal cual están procediendo los funcionarios encargados”, admitió el movimiento.