Así sería el protocolo para el regreso a las playas en Colombia
Se plantea que cada persona ocupe, por lo menos, 10 metros cuadrados para garantizar el distanciamiento físico.
Como parte de la reactivación económica que avanza en medio de la pandemia del nuevo coronavirus en el país, la Dirección General Marítima (Dimar) le presentó el Ministerio de Salud la propuesta de un protocolo para la reapertura de las playas en el país. Uno de los puntos clave, por ejemplo, será la determinación de que cada usuario ocupe al menos 10 metros cuadrados para garantizar el distanciamiento físico y evitar el contagio en estos lugares.
En una reunión que se realizó el pasado martes, el capitán Leonardo Marriaga, subdirector de Desarrollo Marítimo de la Dimar, explicó que se propuso un proceso de cinco etapas para que los ciudadanos vuelvan a las playas del país. “Generamos una estrategia a nivel nacional a través de las capitanías de puertos y las áreas litorales. Es muy importante que, a nivel local, los comités locales de plata sean los encargados de que se operativicen los protocolos de bioseguridad”, dijo.
El primer paso será evaluar las playas que tenga la capacidad y la infraestructura para poner en marcha el protocolo de manera integral. Es decir, determinar el recurso humano, financiero y técnico para asegurar su control. “Si las playas no cuentan con la destinación de recursos e infraestructura, será difícil abrirlas”, comentó Marriaga.
Una vez cumplido con este paso, se prepararán los diversos actores que estarán encargados de aplicar el protocolo. Esta segunda etapa será la de la coordinación, socialización y sensibilización de la estrategia con los trabajadores y usuarios que asistirán a estos espacios.
En la tercera etapa se realizaría un estudio de carga, que normalmente están condicionados por factores ambientales, pero que esta vez tendrá en cuenta elementos para evitar el contagio. “En esta etapa vamos a tener en cuenta elementos adicionales, como garantizar el distanciamiento físico en las playas. 10 metros cuadrados de ocupación por cada persona que las visite. Ese es un número importante”, explicó Marriaga.
El cuarto paso será la aprobación de esos cálculos de carga y el quinto será la revisión de las etapas anteriores por parte de un comité que estará integrado por representantes de salud, planeación, secretaría de gobierno, turismo, capitanía de puerto, Policía Nacional y Parques Nacionales, en caso de que la playa en cuestión esté dentro de estos espacios.
En ese sentido, se advirtió que debe haber un factor de gradualidad en la apertura. Es decir, en las regiones en donde hay varias playas con vocación turística se tomará la determinación de no abrir todas al tiempo. Por el momento se está a la espera de que el Minsalud le dé el visto bueno al protocolo presentado para que entre en funcionamiento lo más pronto posible.
Como parte de la reactivación económica que avanza en medio de la pandemia del nuevo coronavirus en el país, la Dirección General Marítima (Dimar) le presentó el Ministerio de Salud la propuesta de un protocolo para la reapertura de las playas en el país. Uno de los puntos clave, por ejemplo, será la determinación de que cada usuario ocupe al menos 10 metros cuadrados para garantizar el distanciamiento físico y evitar el contagio en estos lugares.
En una reunión que se realizó el pasado martes, el capitán Leonardo Marriaga, subdirector de Desarrollo Marítimo de la Dimar, explicó que se propuso un proceso de cinco etapas para que los ciudadanos vuelvan a las playas del país. “Generamos una estrategia a nivel nacional a través de las capitanías de puertos y las áreas litorales. Es muy importante que, a nivel local, los comités locales de plata sean los encargados de que se operativicen los protocolos de bioseguridad”, dijo.
El primer paso será evaluar las playas que tenga la capacidad y la infraestructura para poner en marcha el protocolo de manera integral. Es decir, determinar el recurso humano, financiero y técnico para asegurar su control. “Si las playas no cuentan con la destinación de recursos e infraestructura, será difícil abrirlas”, comentó Marriaga.
Una vez cumplido con este paso, se prepararán los diversos actores que estarán encargados de aplicar el protocolo. Esta segunda etapa será la de la coordinación, socialización y sensibilización de la estrategia con los trabajadores y usuarios que asistirán a estos espacios.
En la tercera etapa se realizaría un estudio de carga, que normalmente están condicionados por factores ambientales, pero que esta vez tendrá en cuenta elementos para evitar el contagio. “En esta etapa vamos a tener en cuenta elementos adicionales, como garantizar el distanciamiento físico en las playas. 10 metros cuadrados de ocupación por cada persona que las visite. Ese es un número importante”, explicó Marriaga.
El cuarto paso será la aprobación de esos cálculos de carga y el quinto será la revisión de las etapas anteriores por parte de un comité que estará integrado por representantes de salud, planeación, secretaría de gobierno, turismo, capitanía de puerto, Policía Nacional y Parques Nacionales, en caso de que la playa en cuestión esté dentro de estos espacios.
En ese sentido, se advirtió que debe haber un factor de gradualidad en la apertura. Es decir, en las regiones en donde hay varias playas con vocación turística se tomará la determinación de no abrir todas al tiempo. Por el momento se está a la espera de que el Minsalud le dé el visto bueno al protocolo presentado para que entre en funcionamiento lo más pronto posible.