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Un balance entregó la gobernación de Norte de Santander sobre la crisis humanitaria que se registra por los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y el ELN, y que por el momento deja un estimado de 80 personas muertas, 20 heridas y alrededor de 5.000 desplazadas.
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Según indicó el gobernador William Villamizar, desde su administración se activó el plan de emergencia con organizaciones internacionales, privados y Gobierno Nacional, así como con las alcaldías de los municipios de Tibú, Ocaña y Cúcuta, a donde han llegado la mayoría de las personas desplazadas, muchas de las cuales salieron con lo que tenían puesto.
“Lo único que saqué fue la ropa y la familia. Fue lo único. El resto tocó botarlo. Eso le da dolor a uno; tanta tristeza de ver a gente aquí desplazada del Catatumbo. Tengo un dolor en el alma. Llevo 25 años aquí”, dijo a Noticias Caracol Wilson Quintero, una de las personas desplazadas, que llegó al casco urbano de Tibú.
Algo similar se ve en Cúcuta, a donde comenzaron a llegar centenares de familias a la alcaldía de la ciudad, por lo que, para evitar el colapso, se habilitó el estadio General Santander para dar ayuda humanitaria a los desplazados.
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“Necesitamos la solidaridad del pueblo cucuteño. Necesitamos pañales, ropa, alimentos no perecederos, alimentos para mascotas; las personas del Catatumbo necesitan de nuestra ayuda de manera urgente”, dijo el alcalde Jorge Acevedo, recordando la campaña “Unidos por el Catatumbo”, que se mantiene activa para dar ayudas.
Medidas en el Catatumbo
Sumado a esto, se suspendieron las clases en la región del Catatumbo, para garantizar la seguridad de los niños, así como se dispuso del Colegio La Esperanza en Tibú y el Coliseo Argelino Durán Quintero en Ocaña, donde se instalaron albergues temporales, mientras que la fundación Pies Descalzos señaló que adapta espacios adicionales para acoger a nuevas personas que lleguen a estas zonas.
Desde la gobernación, se declaró la alerta naranja en hospitales, para la atención de heridos, y el Instituto Departamental de Salud coordina acciones en terreno para garantizar la atención en las zonas donde se registran las confrontaciones.
Finalmente, se enviaron 10 camiones con alimentos, colchonetas, agua potable, insumos médicos y otros elementos esenciales hacia Tibú y Ocaña.
“Desde la Gobernación de Norte de Santander hacemos un llamado al ELN y a las FARC para que cesen los enfrentamientos, respeten los derechos humanos y habiliten corredores humanitarios que permitan a las familias desplazarse sin poner en riesgo sus vidas”, dijo el gobernador, William Villamizar.