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La alcaldía de Bucaramanga volvió a poner los ojos sobre los lugares de rumba de la ciudad. Bajo la estrategia integral “Operación Candado”, la administración intensificó los operativos en los bares, no solo por la serie de hechos violentos que se han presentado en los últimos meses, sino además por el incumplimiento de medidas como el control del ruido por los que se mantienen, específicamente en el sector de Cuadra Play, constantes discusiones con los vecinos.
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“El alcalde pidió garantizar condiciones seguras y devolver la tranquilidad a la comunidad. Este trabajo coordinado demuestra el compromiso de la Administración con la legalidad”, dijo Gildardo Rayo, secretario del Interior, quien añadió que se han concentrado las acciones en la señalada zona de rumba ante la cantidad de personas que llegan al lugar y el exceso de ruido.
Por ello, a los operativos que han realizado con Migración, Policía y secretarías de la alcaldía, se suman nuevas inspecciones para verificar antecedentes, condiciones de vehículos y conductores en puntos estratégicos de las vías y visitas a bares para revisar la documentación sanitaria, uso de suelo, licencias y la operación bajo las condiciones que se han impuesto.
El funcionario aseguró que estas acciones se continuarán en el segundo semestre del año para reducir la accidentalidad y los hechos de violencia en Cuadra Play, así como para atender las solicitudes de los habitantes de la zona.
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Estos controles se suman a las tomadas hace unas semanas, que incluyen la reducción del horario de la rumba, tras el asesinato del ingeniero Jhon Jairo Gamboa. Entre las restricciones también se prohibió el consumo de bebidas alcohólicas desde los jueves a las 6 de la tarde hasta los lunes a las 6 de la mañana.
“No podemos permitir que la intolerancia y la violencia en medio de la diversión termine empañando la tranquilidad de muchas familias que viven en nuestra ciudad”, indicó en ese momento el alcalde Jaime Andrés Beltrán.