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Barranca, el río te quiere

Barrancabermeja cumple 99 años como municipio cuando su principal renglón económico la supervivencia del planeta reclama terminar en las próximas décadas. ¿Cuáles son las salidas?

Álvaro Fernández Laguna, especial para El Espectador
28 de abril de 2021 - 06:31 p. m.
Barrancabermeja, puerto sobre el río Magdalena.
Gustavo Torrijos/EL ESPECTADOR
Barrancabermeja, puerto sobre el río Magdalena. Gustavo Torrijos/EL ESPECTADOR
Foto: GUSTAVO TORRIJOS/EL ESPECTADOR - GUSTAVO TORRIJOS

Santa María la Antigua del Darién fue la primera ciudad continental de América. Y ya no está en los mapas.

Sí. Desapareció. Eso es posible que ocurra. Por qué las aglomeraciones humanas dependen de una serie de factores, entre los cuales el económico es sumamente preponderante.

Barrancabermeja, que hoy está de celebración, es una ciudad que siempre ha luchado por su supervivencia. Hoy sus desafíos son cuestiones de años. Su principal renglón económico debe ser transformado. En ese sentido el presidente Biden señaló una hoja de ruta para su país, que debe ser mundial.

A la ribera del río llegan por diversas circunstancias todos los acumulados culturales del país, creando uno propio, un resumen que podría ser muy cercano a lo que podríamos considerar la colombianidad en construcción.

La capital del petróleo ha sido ejemplo de esa simbiosis que se da a lo largo del Magdalena. Son muchas las representaciones de las artes en este sentido. La más notable la creación de la Pollera Colorá, una de las melodías de mayor valor simbólico del país.

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Fue en la conquista el puerto más importante. También el lugar de trabajo de muchos que tenían sus domicilios en las zonas más frescas del departamento. Seguramente las comodidades o la mejor posibilidad de afrontar las enfermedades tropicales, en épocas cuando no existían el hielo, los refrigeradores, los ventiladores o los aires acondicionados.

La Tocca, lugar de la fortaleza que domina el río, se constituyó en un lugar de paso. De hecho fue también el lugar donde comenzó el descubrimiento del interior del país. Aquí pararon Gonzalo Jiménez de Quesada y Diego Hernández de Gallegos, en su camino rumbo al Dorado. Se realizó la primera misa en tierra firme. 400 años después, ¿no debería comenzar un proceso a la inversa, para acercarnos a las costas y volvernos un país competitivo, en el mismo lugar? Rescatar el río y sus comunidades también debe estar en la agenda.

Solo el empecinamiento de dos hombres de negocios de finales del siglo 19 y comienzos de 20 como Roberto de Mares y José Joaquín Bohórquez cambiaron este signo. Los precursores de la actividad petrolera que lograron convencer al gran capital extranjero que invirtiera en algo que por momentos parecía una quimera.

Y se convirtió en el lugar de llegada de personas de todo el mundo en sus primeras épocas. Vino la prosperidad, y miles de historias que son gratos recuerdos en personas de todos lados. Y también los problemas sociales. Y con eso válidas luchas ambientadas con la observación de primer orden de las dos Barrancabermejas, la colombiana y la americana. Que si uno mira con detenimiento, es la posibilidad de mirar el mundo desarrollado y el subdesarrollado separado por unos metros.

El 26 de abril de 1922, hace exactamente 99 años, la Asamblea de Santander decidió crear el municipio de Barrancabermeja. Fue la respuesta a una comisión de la Cámara de Representantes que visitó la ciudad y quería constituir la concesión en un distrito nacional. Nuevamente, el petróleo como detonante de sus pasos históricos.

Actividad que, justamente, la supervivencia del planeta reclama terminar en las próximas décadas. ¿Estamos preparados para ese declinar, de pronto lento, pero inexorable? Injusto con una ciudad y una región que le han entregado todo al país, por supuesto que sí. Solo que es una visión objetiva.

(Tambien puede leer: Presentan plan de inversión para la Refinería de Barrancabermeja en sus 99 años)

¿Hay soluciones? Sí. Las empresas energéticas, y por supuesto Ecopetrol, han iniciado esa transición. El presidente López Michelsen intentó en su momento poner en marcha la desconcentración, que es el camino paralelo de la descentralización. Ubicar algunas actividades estratégicas del Estado en ciudades diferentes a Bogotá. Como una forma de descongestionar la capital e impulsar al resto.

El congresista Lorduy, actualmente, trata de impulsar algunas medidas similares. El proceso de globalización que vive el mundo está trayendo una deslocalización que afecta a las ciudades pequeñas, hay que ser proactivos en adelantarnos a ello y buscar las soluciones antes.

La administración, la casa de Ecopetrol, tiene que estar en Barranca. La ciudad que la vio nacer lo necesita. Son miles de funcionarios que llegarían a fortalecer la economía local. Quienes además potencialicen y optimicen los procesos de producción (ahora secundarios y fracking) de refinación y transporte. Y que sobre todo realicen esa transición a las energías limpias en uno de los lugares con mayor luminosidad en el país.

Barranca, el río te quiere tanto que hizo que los fósiles prehistóricos coincidieran con tus territorios, para que fueras más allá que un siempre lugar de paso. Igual de importante que el café para la economía del país. ¡Feliz Cumpleaños!

Por Álvaro Fernández Laguna, especial para El Espectador

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Gonzalo(9938)28 de abril de 2021 - 07:58 p. m.
Estupendo artículo, lo felicito, que orgulloso estaría el viejo Rafa, a quien tuve de Jefe en FEDAGRO como Almacenista y luego director ejecutivo.
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