Colombia es un ejemplo para la comunidad internacional: jefe de Misión de la ONU

Jean Arnault afirmó, durante el informe final, que el Gobierno y las Farc cumplieron lo acordado en cuanto al proceso de dejación de armas y del cese al fuego bilateral. Aseguró que “las enseñanzas de las experiencias en Colombia podrán aplicarse en otras partes del mundo”.

Redacción Politíca
27 de junio de 2017 - 05:07 p. m.
AFP
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Durante el acto protocolario de la dejación de armas de las Farc, Jean Arnault, el jefe de la Misión de la ONU en Colombia, dio el informe final de la dejación de armas individuales de los miembros de las Farc, un proceso que terminó este lunes y que dejó en los contenedores de las zonas  de concentración 7.132 armas, a excepción de 700 que se mantendrán en las zonas veredales para garantizar la seguridad de los guerrilleros.

Arnault se encargó de decirle tanto a colombianos como a la comunidad internacional que “el compromiso de la dejación de armas adquirido por las Farc-EP ha sido honrado en conformidad con la hoja de ruta aprobada el 29 de mayo”. Además, aseguró que, a diferencia de “muchos otros procesos verificados internacionalmente”, en este fueron más las armas que los guerrilleros, pues en total se registraron 6.803 miembros de las Farc en las zonas veredales.

El jefe de la Misión de la ONU en Colombia también recalcó que este proceso se pudo llevar a buen término, gracias al respeto del cese al fuego instaurado desde el 29 de agosto del año pasado, “con pocas excepciones, que no reflejan un patrón de violaciones deliberadas o de decisiones de alto nivel”. En ese punto, también resaltó el papel del Mecanismo Tripartito de Monitoreo y Verificación, recomendándolo para que se “recoja las enseñanzas de las experiencias en Colombia para aplicarlas en otras partes del mundo”.

De esta forma, Arnault afirmó que “el éxito del proceso de paz es el éxito de la sociedad colombiana para preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra”.

Lea aquí el discurso completo de Jean Arnault:

"En ocasión de este acto de celebración de la conclusión de la dejación de armas individuales, tengo el privilegio de compartir el avance final de la verificación realizada por la Misión de la ONU en Colombia desde el 26 de septiembre de 2016, en cumplimiento con el mandato del Consejo de Seguridad.

El cese al fuego bilateral del 29 de agosto de 2016, ha sido respetado por ambas partes y ha contribuido a la disminución de los indicadores de violencia. Las reglas del cese al fuego han sido cumplidas con pocas excepciones. Es importante decir que ninguno de los incumplimientos refleja un patrón de violaciones deliberadas o de decisiones de alto nivel. Recalcamos que las obligaciones del Gobierno y de las Farc-EP y el respeto a la población civil durante la fase de preagrupación, han sido observadas.

Finalmente, y es de especial importancia para Naciones Unidas, que el Mecanismo Tripartito de Monitoreo y Verificación ha cumplido su papel, acompañando los movimientos de las Farc-EP; identificando incidentes, tomando medidas correctivas y prestando ayuda humanitaria en caso de emergencia. Hoy, con pleno conocimiento de la eficacia del Mecanismo Tripartito de Monitoreo y Verificación, podemos recomendar a Naciones Unidas que recoja las enseñanzas de las experiencias en Colombia para aplicarlas en otras partes del mundo.

Concluimos que hoy en día, cuando culmina la dejación de armas individuales, el cese al fuego bilateral está consolidado. Pero, al mismo tiempo, los esfuerzos de cooperación de los últimos nueve meses no deben disminuir. Se recomienda que el mecanismo tripartito opere durante los próximos meses para atender cualquier acontecimiento que vulnere la confianza en la paz.

En torno al compromiso de la dejación de armas adquirido por las Farc-EP, este ha sido honrado de conformidad con la hoja de ruta aprobada el 29 de mayo. En febrero, se verificó la llegada de 6.803 guerrilleros a las zonas veredales. En marzo, la misión identificó 7.132 armas personales y colectivas que fueron ingresadas a los campamentos y de acuerdo con el procedimiento del punto 3.1.7, y de conformidad con la hoja de ruta aprobada el 29 de mayo, la Misión de la ONU recibió el 30 % de esas armas a partir del 7 de junio y el otro 30 % a partir del 14. La tercera fase empezó el 21 de junio.

Al día de hoy, la misión ha recibido en sus contenedores el conjunto de las armas registradas de los guerrilleros. De estas, 700 armas serán puesta a disposición para dar seguridad a los 26 campamentos de las Farc-EP, hasta que finalicen las Zonas Veredales Transitorias de Normalización el 1 de agosto.

La misión constata que las armas registradas son de alta calidad y operativa y que se han entregado más armas por combatiente que en otros procesos verificados internacionalmente. Para el 1 de agosto, la Misión habrá extraído los contenedores de las zonas veredales, permitiendo así la certificación definitiva de la dejación de armas. En cuanto a la extracción de caletas, realizada por las Farc-EP con apoyo de la Fuerza Pública, informamos que 77 caletas han sido extraídas y contamos con una aceleración del proceso con miras de cumplir esta tarea antes del 1 de septiembre.

Señor Presidente, señor Timoleón Jiménez, con el paso adelante surgen nuevas oportunidades y nuevas necesidades. Tras su visita a Colombia, el Consejo de Seguridad expresó que además de la dejación de armas, la implementación sostenida del acuerdo de paz, incluyendo todas las medidas para la reincorporación y reconciliación serán vitales para garantizar una paz estable y duradera.

El secretario general de la ONU invita a las partes para que el cese al fuego y la dejación de armas se traduzca en mayor seguridad para todos, en verdad, justicia y reparación para las víctimas y en beneficios sociales y económicos para las zonas rurales más afectadas por el conflicto. El éxito del proceso de paz es el éxito de la sociedad colombiana para preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra. Pero, además, en un mundo convulsionado por conflictos cuyos protagonistas parecen irreconciliables, por movimientos sin precedente de desplazados, el proceso de paz en Colombia es motivo de esperanza y de ejemplo para la comunidad internacional. Reitero el reconocimiento del secretario general de la ONU a Colombia por emprender el camino de la resolución pacífica de su conflicto.

Muchas gracias".

Por Redacción Politíca

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